FRÁNCFORT (EP). El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido bajar los tipos de interés de la zona euro en un cuarto de punto, hasta el 1,25%, en la primera reunión del italiano Mario Draghi como presidente de la institución y que está marcada por una renovada tensión en la zona euro por la crisis de deuda y, más concretamente, por la situación de Grecia.
La llegada del hasta ahora gobernador de la Banca de Italia a la presidencia del BCE se ha producido en un momento en el que la eurozona se enfrenta a un nuevo desafío tras la decisión del Gobierno griego de Yorgos Papandreu de convocar un referéndum sobre el segundo plan de rescate de la UE, que ha provocado un nuevo episodio de tensión en las bolsas y en los mercados de deuda y que amenaza con acabar con el actual Ejecutivo griego.
Con esta decisión, Draghi se adelanta a las previsiones de la mayoría de los analistas, que, aunque esperaban una bajada de tipos en el corto plazo debido a la actual situación de la economía global, no pensaban que se produjera antes de la reunión de diciembre.
Al final, en la decisión del BCE no ha pesado la estimación adelantada de inflación de la zona euro, que prevé una tasa de inflación para el mes de octubre del 3%, porcentaje idéntico al nivel registrado en septiembre, y por encima del objetivo de inflación del 2%.
Asimismo, la atención también se centrará en la rueda de prensa del nuevo presidente del BCE con el objetivo de comprobar si mantiene la línea defendida por su predecesor en el cargo, Jean Claude Trichet, en las últimas reuniones, así como cuál es su postura sobre el papel del BCE en la resolución de la crisis de deuda.
El BCE ha subido los tipos de interés en un cuarto de punto en dos ocasiones este año, en el mes de abril y en el mes de julio, después de que hubieran permanecido en el 1%, su mínimo histórico, desde el mes de mayo de 2009 con el objetivo de apoyar la recuperación de la economía de la eurozona.
'LEVE RECESIÓN' A LA VISTA
Asimismo, Mario Draghi ha advertido de que la "materialización" de varios de los riesgos a la baja que amenazan el crecimiento de la economía de la zona euro podría conducir al bloque del euro a una "leve recesión" hacia finales de año, mientras que auguró que este debilitamiento contribuirá a mantener bajo control la inflación, que a lo largo de 2012 pasará a situarse por debajo del umbral de 2%.
"Lo que apreciamos en estos momentos es una ralentización del crecimiento que apunta hacia una leve recesión a finales de año", reconoció el banquero italiano en su primera rueda de prensa como presidente del BCE, tras un Consejo de Gobierno que decidió "por unanimidad" rebajar en 25 puntos básicos los tipos de interés, hasta el 1,25%.
El presidente del instituto emisor se mostró especialmente preocupado por la situación de la economía y aseguró que es "muy probable" que el BCE refleje en la actualización de sus previsiones macroeconómcias, que se publicarán en diciembre, este empeoramiento de las perspectivas como consecuencia de una mayor incertidumbre y la intensificación de las tensiones en la eurozona y a nivel global.
"Probablemente se llevará a cabo una significativa revisión a la baja de las previsones de crecimiento para 2012", adelantó Draghi, quien, al mismo tiempo, justificó la decisión de rebajar los tipos de interés por este empeoramiento de la actividad, que contribuirá por sí mismo a mantener bajo control los precios.
A este respecto, el presidente del BCE auguró que, a pesar de que la inflación de la zona euro, actualmente situada en el 3%, continuará por encima del objetivo del 2% durante varios meses, durante 2012 caerá por debajo de este umbral como consecuencia del previsible debilitamiento de la economía.
Asimismo, el banquero italiano afirmó que "los riesgos para las expectativas de inflación se encuentran ampliamente equilibrados", aunque advirtió del impacto negativo que puede derivarse de las subidas de impuestos indirectos en el marco de los planes de consolidación fiscal de los estados.
EL TRATADO NO CONTEMPLA LA RUPTURA DEL EURO
Por otro lado, el presidente del BCE recordó que el Tratado de la UE no contempla la posibilidad de que ningún país abandone el euro, aunque declinó entrar a valorar la situación de Grecia y la posibilidad de que el país heleno someta a referéndum el nuevo rescate pactado con sus socios y el FMI.
"La ruptura del euro no se comtempla en el Tratado", dijo Draghi, quien se limitó a señalar la "dificultad para comentar los acontecimientos políticos" en Grecia.
Asimismo, el banquero italiano retomó el discurso de su predecesor en el cargo al asegurar que el actual programa de compra de deuda en los mercados secundarios es "temporal y limitado", aunque rehusó precisar si esta rebaja de tipos aliviará en alguna medida la necesidad de que el BCE continúe adquiriendo deuda de los países de la zona euro en apuros.
"Nuestro programa de compra de valores se caracteriza por ser temporal, limitado y justificado para restaurar el funcionamiento de los canales de transmisión de la política monetaria", dijo Draghi.
Asimismo, el presidente del BCE señaló que durante años los 'spreads' de la deuda no han reflejado la verdadera situación de los países de la eurozona, con sus diferentes finanzas y perspectivas de crecimiento.
"La crisis financiera conllevó un incremento de la aversión al riesgo y que los análisis se hicieran más sensibles a las diferencias existentes, provocando una explosión de los diferenciales. Se ha pasado de infravalorar a sobreestimar la situación", apuntó Draghi.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.