-¿Se sacará alguna conclusión positiva de la Cumbre del G-20 para devolver la confianza a los mercados?
-Pues esperemos que así sea, puesto que el teórico acuerdo al que se llegó el jueves pasado ha servido de bien poco tras las últimas actuaciones de los responsables políticos griegos. Lo deseable es que de esta cumbre se extrajese un acuerdo fiable y duradero, el cual diera estabilidad y confianza a los mercados a medio y largo plazo, de modo que no estemos todas las semanas pensando en posibles soluciones para la Eurozona.
-¿Se atisba desde GVC Gaesco el típico rally bursátil de fin de año para esta ocasión?
-Desde un punto de vista fundamental pensamos que las cotizaciones están baratas, cuestión distinta es la percepción del riesgo que en estos momentos se tiene. Quizá haya una excesiva desconfianza en los inversores, donde cualquier mala noticia se tiene muy en cuenta y por el contrario las noticias positivas no 'cotizan'. En un entorno de mercado más normalizado, pensamos que sería probable una subida de las cotizaciones para final de año.
-¿Sigue pensando que los inversores continúan sin fijarse en los resultados de las cotizadas?
-Obviamente siguen sin fijarse en ellos, porque de lo contrario valores sólidos desde un punto de vista fundamental y con buenas perspectivas futuras de negocio, no estarían sufriendo las bajadas en sus cotizaciones como las que están experimentando. Al hilo de la pregunta anterior, hay una excesiva desconfianza en los mercados en general y poca distinción entre valores sólidos y otros que no lo son tanto. A modo de ejemplo, BBVA ha bajado sus resultados un 14% respecto al año anterior, unos resultados nada desdeñables teniendo en cuenta el momento actual, mientras que su cotización en lo que va de año ha bajado en torno a un 20%.
-¿Acabará impactando sobre la economía española la 'tragedia griega'?
-Sin duda que lo hará, como de hecho lo está haciendo ya de facto. No necesitamos que haya un default de Grecia para que afecte a la economía española. Baste recordar que el encarecimiento del coste de la deuda que hemos sufrido en los dos últimos años es -en cierto modo- por las dudas que hay sobre la marcha de nuestra economía, pero en buena parte también por las circunstancias y problemas del resto de países periféricos, entre los cuales tenemos a Grecia como el más preocupante de todos actualmente.
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