BERLÍN (EFE). El Valencia cayó hoy en Leverkusen frente al Bayer (2-1), tras un gran primer tiempo en el que tuvo todo para sentenciar el compromiso pero dejó con vida al equipo alemán lo que al final terminó pagando caro.
El Valencia abrió el marcador en el minuto 24 por intermedio del brasileño Jonas, que marcó desde corta distancia aprovechando un centro desde la izquierda de Roberto Soldado. En ese momento, el gol, que estuvo precedido de una confusión defensiva del Leverkusen, era la consecuencia lógica de lo que se había visto en el campo.
El partido era un monólogo del Valencia que, prácticamente desde el primer minuto, había puesto contra las cuerdas a un Leverkusen lleno de inseguridades.
El Valencia tenía la pelota y el campo, le cerraba la salida al Leverkusen con una presión agresiva y generaba constantemente situaciones de peligro por medio de Jonas y Roberto Soldado. La ocasión más clara antes del gol la había tenido Soldado, con un remate contra el poste, en el minuto 20.
En el 16, Pablo Hernández también había tenido la ventaja en los pies, cuando perdió la pelota ante Gonzalo Castro cuando estaba a punto de rematar tras una jugada de laboratorio.
Tras el gol de Jonas, el Valencia siguió apretando y el segundo estuvo muy cerca en el minuto 29, cuando Soldado cabeceó por encima de la portería desde unos tres metros, y luego en el 32, cuando el meta Frank Leno salvó al Leverkusen en dos ocasiones consecutivas ante remates de Jonas y de Pablo Hernández.
El Leverkusen parecía un equipo muerto y no llegó a dar señales sino hasta el minuto 39 cuando, un remate de media distancia de Andreas Schürrle, obligó a Diego Alves a desviar a saque de esquina con una gran parada. A renglón seguido, el saque de esquina trajó la segunda ocasión del Leverkusen con un cabezazo de Michael Ballack.
Esa súbita reacción del Leverkusen, que parecía haber salido de la nada, marcó la recta final de la primera parte en la que el partido se hizo más parejo. Y ese renacer del conjunto de Dutt iba a proseguir en el comienzo de la segunda parte.
Desde los primeros instantes, se vio que la actitud del equipo de las aspirinas era distinta a la de la primera parte. El Valencia había tenido la oportunidad de liquidar a un equipo que parecía tener una segunda vida, no lo había hecho y,contra todo lo que se hubiera podido pronosticar en la primera media hora de juego, iba a empezar a sufrir.
En poco más de tres minutos, el Leverkusen le dio la vuelta al partido. En el 52 llegó el empate, cuando Schürrle marcó dentro del área con un remate raso aprovechando un centro de Michael Kadlec. Y en el 56 Sidney Sam puso en ventaja al equipo de las aspirinas, sacando partido de un gran pase de Ballack.
Casi de un momento a otro, el Leverkusen había pasado a ser un equipo que parecía en esta terminal a uno que iba en ventaja y dominaba un partido. El Valencia, que hubiera podido sentar en el primer tiempo las bases de una goleada, tardó en recuperarse de las dos bofetadas.
Sólo tras el ingreso de Sergio Canales, en el minuto 65, empezó a verse algo parecido a una reacción. En el 73, llegó la primera ocasión de empatar, con un remate de Soldado al que Leno respondió con una gran parada.
Al final el Valencia dio una batalla final que no alcanzó para lograr el empate y terminó ejemplificando el refrán de que el enemigo herido siempre es peligroso y que por eso hay que rematarlo.
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