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VALENCIA (VP). Problema a la vista. El Valencia ya tiene encima de la mesa otra patata caliente en forma de revisión de contrato. El lateral izquierdo Jordi Alba ha disparado su cotización en los últimos meses y su contrato es bajo para el rol que ahora desempeña en la plantilla valencianista.

El futbolista catalán fue renovado hace ahora cuatro temporadas cuando empezó a despuntar en el filial valencianista, de la mano de Óscar Fernández cuando todavía era juvenil. Aquel año jugó a un nivel tan alto que se ganó la cesión al Nástic de la Segunda División española.

Tras su salida al conjunto catalán, donde lo bordó, Alba regresó para hacer la pretemporada en el primer equipo a las órdenes de Unai Emery. Este se lo quedó, tras dar un gran rendimiento en verano, para que fuera la competencia de Mata y Vicente en el extremo izquierdo.

Mediada la temporada 2009-2010 y habiendo tenido una participación escasísima en sus primeros meses en el equipo valencianista, Jordi se planteó marcharse cedido a alguno de los muchos equipos que le querían en la Primera División. Entre ellos el Zaragoza de Marcelino.

Sin embargo, Unai no le dejó irse. Le quería en la plantilla. Sin darle muchas explicaciones le hizo quedarse en el club. Su explicación llegó un poco más tarde. Concretamente en el mes de marzo de 2010. Ese fue el mes de su explosión como jugador de élite.

Llegó su oportunidad pero no fue de interior, su posición desde que era alevín. Fue de lateral izquierdo y porque el míster se quedó sin laterales zurdos tras la cesión de Del Horno en Navidad y la lesión del francés Jeremmy Mathieu en un partido de UEFA.

En ese momento, Jordi Alba encontró la continuidad que hasta ese día no había tenido. Y lo hizo realmente bien a pesar de jugar en una demarcación totalmente novedosa para él. Eso le valió ser reconvertido para siempre a lateral en los planes del entrenador vasco del Valencia.

A partir de aquel momento, Unai ya ha contado siempre con él como lateral. El año pasado volvió a rendir a un nivel altísimo y este año lo ha empezado como un tiro. Su pretemporada ha sido espectacular y eso le ha servido para iniciar el año como titular y para debutar con la Selección Española de la mano de Vicente Del Bosque.

EL INTERÉS VIENE DE LEJOS

El joven lateral izquierdo llegó al Valencia procedente de la cantera del Cornellá en edad juvenil. Pero antes de jugar en el Cornellá había pasado por las categorías inferiores del Barcelona. Allí le descartaron argumentando que era muy bajito para jugar al fútbol.

A pesar de eso, los culés siempre han seguido muy de cerca las evoluciones del futbolista. Tanto es así que en sus tres temporadas en Primera con el Valencia siempre le han seguido la pista. Y ha sido en el último año y medio cuando han aumentado su interés en el jugador.

Ese interés a día de hoy es más que real y más que importante. Se podría decir que es el lateral que Pep Guardiola quiere para la próxima temporada. Le gusta su estilo y le recuerda a Alves en sus llegadas constantes a la línea de fondo. Vamos, le encaja a la perfección. 

El Valencia por su parte, ya movió ficha el pasado verano para intentar acercar posturas de cara a una renovación de contrato. En principio se le ofreció alargar una temporada más, hasta 2014, con un sueldo un poquito superior. Esa oferta no gustó nada a sus representantes.

Les pareció que el Valencia no iba en serio con el jugador. Pensaban que si de verdad querían apostar por Jordi Alba, la oferta planteada no era seria. Para que lo hubiese sido, entendían que el club debería haber planteado un nuevo contrato con un sueldo más alto.

A partir de aquella conversación, los agentes del futbolista ya no han querido hablar del asunto y de momento la situación está paralizada. El jugador quiere seguir jugando en el Valencia. Él está muy agradecido al club por la oportunidad que le dio de poder ser profesional y que en Barcelona le negaron. Esa es a día de hoy la ventaja que tiene el Valencia.

Sin embargo, sus agentes van a defender a muerte a su ‘producto' y para ello tratarán de apretar lo máximo posible al club en el aspecto económico. El contrato actual del jugador no supera los 400.000 euros netos por temporada y la intención del entorno es lograr triplicar el sueldo actual.

Sin duda una cifra importante, teniendo en cuenta que el Valencia le tiene bien atado con una cláusula de 20 millones de euros y que tiene tiempo por delante para poder alcanzar un acuerdo con el jugador.

La negociación será dura. Cada uno mirará sus intereses pero el Valencia y en este caso su presidente, Manuel Llorente, debe conocer de primera mano que lo del Barcelona no es un farol para lograr una renovación al alza.