VALENCIA. Sí, todo diseño, pero no sólo diseño. Tomando como base la plataforma del C3, Citroën ha desarrollado un bonito y divertido coche que es capaz de satisfacer las exigencias de sus propietarios. Comenzaremos por su estética, realmente sobresaliente, tendencias vanguardistas en colores, materiales y combinaciones de éstos, pero lo mejor de todo son las posibilidades de combinaciones de colores y materiales, tanto en el exterior como en el interior del DS3.
El modelo probado dispone de una gran parte de la carrocería en color gris plata, exactamente hasta la cintura del vehículo, desde aquí comienza a aparecer el color negro en el marco de las ventanillas, alerón y techo, este último rematado con un vinilo en forma de líneas longitudinales que le aporta un toque realmente exclusivo. El diseño está rematado con algunos elementos cromados como los retrovisores y una banda en la parte baja de la carrocería.
Para completar este especial aspecto, todos los DS3 disponen de unas llantas de particular diseño que, en esta ocasión, son brillantes, de color negro y plata, y que completan perfectamente el aspecto del coche.
En el interior del DS3 continúa la belleza y el gusto, los materiales perfectamente combinados con los colores del vehículo forman un ambiente muy agradable y atractivo.
Pero no todo es diseño, el DS3 dispone de medidas y características propias y muy adecuadas para el tipo de vehículo que es. Dispone de unas suspensiones suficientemente duras como para circular por carreteras con curvas de forma ágil y divertida, precisamente es en este tipo de carreteras donde más he disfrutado conduciendo este modelo. Las reacciones son directas y el motor probado, HDI 110, perfectamente acoplado para salir airoso en cualquier tipo de circunstancia.
Lo cierto es que yo mismo pensaba que el DS3 era un C3 tuneado o ligeramente modificado, pero me he dado cuenta que estaba muy equivocado. Se trata de un modelo con la carrocería más baja que el C3, con suspensiones especiales para el modelo, incluso los motores se han mejorado para la gama DS, aunque ello no quiere decir que no los incorporen el resto de modelos Citroën.
El DS3 dispone de dimensiones propias, ligeramente más reducidas que el C3, principalmente porque el DS3 es más bajo, pero las pequeñas diferencias en su interior están compensadas ampliamente con sus prestaciones y bello diseño.
La conclusión, un bonito modelo, muy divertido de conducir, con unas posibilidades únicas en el mercado. Es decir, todo un acierto.
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