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VALENCIA. Ha organizado adtos y eventos para Loewe, Prada, Nespresso, Heineken, Hoss Intropia, Camper, Brugal, Bacardí... Sus clientes le exigen por contrato un mínimo de asistentes y perfiles de edad para cada acto que organiza. Ha llegado a reunir a 3.000. Cayetano López Llobet (Valencia, 1975) estudió Derecho, pero le atrajo más la producción y las relaciones públicas. Empezó en el pub Mosquito y dio el salto como director de eventos en Heron City. Se lo disputaron, pero prefirió montar su propia empresa, Mondolirondo. Solo trabaja para el sector privado. Está al día en blogs, webs, dj's de moda... todo lo que ayude a singularizarse. Afirma ser ecologista militante.

-¿Los eventos dan para tanto en los tiempos que corren ?
-De momento sí. Aunque hemos empezado a movernos por otras ciudades como Barcelona, Madrid y ampliando el mercado en Europa.

-¿Qué tipo de actos promocionan fuera?
-Hemos hecho la apertura de la cadena femenina Hoss Intropia en Roma a raíz del éxito obtenido tras organizarla en Valencia el pasado mes de marzo. Ideamos un concepto moderno de apertura que está gustando. Por eso en noviembre organizaremos otro evento con la Cámara de Comercio de España en Londres y el Foro de Marcas al que asistirán los Príncipes de Asturias.

-¿Cuál es la parte que desarrolla "Mondolirondo"?
-La producción. Nos encargamos del montaje, iluminación, sonido, seguridad, decoración... Estamos muy contentos.

-Ya imagino. No para.
-Ahora nos vamos a Barcelona a organizar la apertura de Miu Miu, la segunda marca de Prada.

-Oiga, ¿cómo consigue clientes como Prada?
-Porque estuve trabajando en Milán para ellos y a raíz de esa experiencia soy colaborador externo en aperturas de nuevas tiendas en Atenas, Praga, Madrid...

-¿Entonces montar una empresa de eventos actualmente no es un suicidio?
-En nuestro caso no. La infraestructura que tenemos es pequeña. En época de más trabajo somos seis y habitualmente cuatro. También funciono con socios que trabajan conmigo.

-¿Amigos o desconocidos?
-Amigos. Tengo un par que han trabajado en publicidad en Madrid y acabamos de crear una especie de UTE Mondolirondo-Kid,s de creación de eventos creativos. Hemos hecho varias presentaciones y está funcionando.

-¿Con la empresa privada hay más riesgos económicos?
-Todo lo contrario. Nosotros no trabajamos para la Administración. Sólo para la empresa privada. En nuestro sector hay mucha competencia, pero nosotros corremos menos riesgos que las empresas con grandes infraestructuras que cuentan con cien trabajadores. Eso hoy en día es una locura. Por eso nosotros seguimos creciendo.

-¿Lo peor de todo?
-Vivir el día a día y no saber qué puede pasar después. De momento y hasta finales de año estamos cubiertos. Veremos que nos depara el 2012. En nuestras previsiones incorporamos la apertura de Muji, una tienda on line china especializada en accesorios de viaje, papelería, almacenaje y complementos para el hogar que se abre en la calle Colón; Durán, una joyería que lleva Rolex; un evento con Heineken...

-Lo suyo son las marcas...
-La empresa privada. De momento la mayoría están en Madrid, lo cual es una lástima porque consideramos que somos una buena empresa que trabaja con precios muy competitivos. Sin embargo sigue dando más confianza a una gran marca tener 50 trabajadores que cuatro o cinco.

-Pequeños pero con marcas potentes. Loewe, Prada, Nespresso, Heineken, Camper, Brugal, Bacardí, ¿cuál es el secreto para alcanzar estas firmas?
-Muchas veces es estar en el lugar y momento adecuado. También me dicen que es un valor personal. Mantengo buenas relaciones con todo el mundo y sé cuidarlas. Por ejemplo siempre me acuerdo de lo último que hablo con una persona. Aunque no la vea en un año la reconozco por su nombre y recuerdo su historia. Si haces un buen trabajo y el cliente además está contento, repite.

-¿Qué asignatura de Derecho se le atragantó para dedicarse a los eventos?
-El Derecho Romano y el Constitucional. Acabando la carrera y junto a varios compañeros de trabajo empezamos una campaña de expansión comercial en el sector de las azulejeras, pero no tuvo mucho éxito.

-¿Qué hizo?
-Entrevistarme durante varios meses con los ejecutivos de Heron City que acababan de llegar a Valencia. Al final me cogieron como director de eventos. Esa fue mi primera apertura para más de 1.500 personas y a partir de ahí coordiné la programación anual de eventos. Me nombraron director del centro en Barcelona. Compaginaba todo. Cuatro años después decidí que me quería dedicar a la producción por mi cuenta.

-¿Los echa de menos?
-No, pero les estoy muy agradecido. Todo lo que se lo aprendí allí. De todos modos había sido relaciones públicas en el pub Mosquito y conocí a mucha gente.

-¿Es fácil convocar a 3.000 personas en un acto?
-Hay que moverse mucho y tener una amplia agenda de contactos. Además es necesario ofrecer algo. Las grandes marcas buscan singularizarse en contenido para atraer a la gente.

-¿Cuándo consiguió esta hazaña?
-Por ejemplo en la fiesta central de Copa America o la del Mercado Central para Prada. Esos fueron grandes saltos que me abrieron muchas puertas y me permitió conocer a más gente.

-¿La parte comercial le viene de casta?
-No. Mi padre es médico y mi madre ATS. Mis hermanas tampoco están vinculadas a este sector. Me considero un autodidacta. Aunque he trabajado y aprendido mucho de Nacho Gómez Trenor.

-¿Los precios de su sector se han acomodado a los nuevos tiempos?
-Sin duda y en un amplio porcentaje. Casi del 30%. Es más, creo que va a costar remontar y volver a las cifras de negocio que hemos llegado a manejar. Está claro que las grandes marcas aprietan menos que otras por tus servicios.

-¿Para quién nunca organizaría un evento?
-Para el gobierno autonómico valenciano. Tardé en cobrar una vez casi dos años y no tengo ningunas ganas de volver a intentarlo. Por el contrario el sector privado paga a los 30 días y si me apuras a los 90 días. No es habitual que dejen de pagar.

-¿Para qué es un buen momento?
-Para hacer cosas. Estamos con niveles de precio muy bajos, pero con niveles creativos altos por eso hay que aprovechar el momento para cambiar de web, dar a conocer tu empresa, salir al exterior... No podemos esperar a que la crisis acampe, porque tampoco sabemos cuándo ni cómo. Lo que sí observo es que hay mucha gente con ganas de hacer cosas conjuntas.

-¿Cómo es su primera vez con las grandes firmas?
-Digamos que asisto a muchos eventos y practico mucho networking. Las redes sociales también funcionan para encontrar clientes, pero más el boca a boca de conocidos y clientes que ya han trabajado contigo.

-¿Se ve siempre haciendo lo mismo?
-Me gustaría seguir en la producción, pero me encantaría tener detrás gente joven que haga lo que yo hacía en su día. Es difícil encontrarlos. Hay poca gente con capacidad para mover público.

-¿Por qué es difícil encontrar un heredero?
-No hay mucha gente que despunte. Creo que las redes sociales han frenado el contacto directo con la gente. Como ahora se puede hacer todo desde casa con el ordenador, dejas de asistir a encuentros.

-¿Vivir de eventos estresa?
-Asisto a muchos porque me gusta y por apoyar el sector. Si quiero que vengan a mis actos tengo que ir a los de los demás. Además es bueno ver cómo trabaja la competencia.

-¿En qué pensaba cuando llamó a su empresa Mondolirondo?
-Pensé en una palabra que fuera original, divertida, pero seria y que no se olvidara. La verdad es que fue fruto de un brainstorm con unas amigas. Rodearte de buena gente es necesario para triunfar.

-¿Su trabajo le deja tiempo libre?
-Sí, aunque durante gran parte del tiempo de ocio practico networking. Por ejemplo jugando al golf.

-¿Desconecta?
-Cuando me voy muy lejos de viaje. Si me quedo por aquí o por Europa sigo colgado al móvil y a los e-mails. De vacaciones también estoy disponible. Es una profesión que te permite gestionar tu tiempo de otra manera al de una persona que está obligada a permanecer en una oficina diez horas. También desconecto corriendo, participando en maratones, buceando y acudiendo a los festivales de música.

-¿La solidaridad está entre sus principios?
-Sí, pero sobre todo soy un chico ecologista. Lo reciclo todo, papel, cristal, plástico, aceite...

-¿Aceite?
-Sí. El aceite usado, el de las conservas... lo coloco en botellas de plástico y lo tiro a los contenedores especiales. También me gusta mucho ahorrar agua. Me lo enseñaron mis padres y quiero transmitir esta enseñanza a generaciones futuras. Me enfrento a las personas que no son conscientes, ni solidarios con los demás en estas cuestiones. Por ejemplo como socio del club de Tenis hice cambiar los pulsadores de las duchas que duraban cincuenta segundos. Tardamos mucho menos en ducharnos. Es una exageración pegarse una ducha de 8 minutos. Hay que pensar en los que vienen detrás.

-¿Ha pensado si todo lo reciclado llega de verdad a su destino?
-Sí, sé que hay polémica, pero yo doy mi paso. Que cada uno sea responsable de sí mismo.