LUIS A. TORRALBA. 13/10/2011 La recogida de beneficios provocó una caída de los títulos de la cotizada local de un 5,36%, el mayor descenso de todo el Mercado Continuo, pero con un volumen muy inferior al que venía negociando en los últimos días. El fin de la racha tuvo que ser en el día del Pilar, sin el 'pilar' de los operadores de Nordkapp

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VALENCIA (VP). A la sexta fue la vencida y el Banco de Valencia (BVA) truncó una de sus mejores rachas alcistas de los últimos años: cinco sesiones consecutivas en las que se ha revalorizado un 53,4%. Pero ayer a los bolsistas les quemaban las plusvalías acumuladas en tan corto periodo espacio de tiempo y optaron pore recoger beneficios, lo que provocó un fuerte descenso de un 5,36% y, de paso, convertirse en el valor que peor se comportó de todo el Mercado Continuo español.

Sin embargo, hubo un detalle a tener muy en cuenta: el volumen de negocio se redujo hasta los 1,04 millones de títulos, prácticamente la media diaria anual según los datos de Infobolsa, si bien es cierto que el carácter semifestivo de la jornada de ayer ayudó. Pero no es menos cierto que una fuerte caída con un volumen muy inferior a lo que había movido en las últimas tres sesiones (3,14 millones de acciones, 2,08 y 1,63 respectivamente) resta profundidad al descenso en bolsa.

Además, al contrario de lo acontecido en las últimas sesiones, los operadores de Nordkapp no se emplearon a fondo. De hecho, el saldo neto -diferencias compras/ventas- del broker autóctono arrojó un balance negativo de 13.770 títulos. Todo lo contrario que sus colegas catalanes de La Caixa, que presentaron un saldo netamente comprador con 68.570 acciones; seguidos por los del Sabadell, que otra vez más sólo cursaron órdenes de compra por valor de 39.440 títulos.

El banco de Pintor Sorolla arrancó la sesión del Pilar con tono alcista -que no firme-, dado que las primeras operaciones lo llevaron hasta los 1,13 euros, uno por encima del cambio anterior. Sin embargo, rápidamente el papel comenzó a hacer de las suyas llevando al BVA una hora justo después de la apertura a marcar el mínimo de la sesión en los 1,01 euros.

Se temía lo peor, es decir, que la cotizada local perdiera su condición de 'penny stock', pero remontó el vuelo hasta superar los 1,11 euros y prácticamente mantenerse hasta el cierre sobre dicha cota. La subasta de cierre 'condenó' a la entidad gestionada por Aurelio Izquierdo hasta los 1,06 euros tras dejarse en el camino un 5,36%. De este modo se puso fin a una racha de cinco sesiones de subidas consecutivas igualando así la racha de finales de enero pasado, pero entonces la mejora fue de un 17%, al pasar de los 3,36 euros hasta los 3,92.

Caja Mediterráneo (CAM) quiso 'solidarizarse' con el BVA y también acabó a la baja (-1,13%) siendo los únicos del sector bancario cotizado que cerraron en negativo. Un sector donde las ganancias vinieron lideradas por el BBVA (+3,97%), Bankinter (+2,85%) y CaixaBank (+2,64%). Todo ello en un día donde el Ibex 35 se anotó una subida de un 2,05%, recuperando la barrera psicológica de los 9.000 puntos.

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