VALENCIA. Exhaustivo ejemplo de la tecnología de construcción ultraligera de Audi. Programado para su lanzamiento en 2012, el Audi A8 hybrid combina lo mejor de dos mundos. Su motor de gasolina -un 2.0 TFSI- y un motor eléctrico, desarrollan una potencia conjunta de salida de 245 CV (180 kW) y 480 Nm (48,97 mkg) de par máximo durante cortos períodos de tiempo.
La berlina de lujo puede viajar a velocidades superiores a los 100 km/h empleando solamente energía eléctrica y recorrer alrededor de tres kilómetros con cero emisiones locales circulando a una velocidad de 60 km/h. En los ciclos de prueba estándar, su consumo es inferior a los 6,4 litros cada 100 km, cifra a la cual corresponden unas emisiones de CO2 de menos de 148 gramos por kilómetro. Conviene tener en cuenta que todavía se trata de cifras provisionales.
Montado directamente uno detrás del otro, el 2.0 TFSI y el motor eléctrico del Audi A8 hybrid forman un sistema hÍbrido en paralelo. El A8 hybrid acelera hasta los 100 km/h en 7,7 segundos partiendo desde parado y tiene una velocidad máxima de 235 km/h. El 2.0 TFSI tiene una capacidad de 1984 cm3 y una potencia de salida de 211 CV (155 kW) con un par máximo de 350 Nm (35,71 mkg) entre 1.500 y 4.200 rpm. Siguiendo la típica configuración Audi, el motor cuatro cilindros combina tres potentes tecnologías eficientes: inyección directa gasolina FSI, turboalimentación y el sistema de alzado de válvulas Audi valvelift.
La última de estas además incrementa la potencia, el par y la eficiencia cambiando la carrera de las válvulas de escape entre dos etapas dependiendo de la carga y el régimen de giro del motor. Para su utilización en el Audi A8 hybrid, el 2.0 TFSI ha recibido modificaciones en diferentes áreas. Como unidad secundaria, el alternador se ha eliminado mientras que el cojinete del cigüeñal y la puesta a punto del turbocompresor fueron adaptados a los nuevos requerimientos. Un sistema secundario de aire en las cabezas de los cilindros se asegura de que el tratamiento de corte de los gases de escape se produzca de forma especialmente rápida.
Integrado en la unidad de control del motor, la gestión híbrida controla la eficiencia del cambio y la suavidad de las transiciones entre los diferentes modos de funcionamiento. Un profundamente modificado cambio tiptronic de ocho velocidades facilita la transmisión de la energía, sin precisar la ayuda de un convertidor de par. Su lugar ha sido ocupado por el motor eléctrico con forma de disco. El motor síncrono de imanes permanentes (PSM), el cual también funciona como motor de arranque y -durante las fases de deceleración- como un generador, tiene una potencia de salida de más de 40 kW (54 CV) y 210 Nm (21,42 mkg) de par durante cortos períodos de tiempo.
El motor eléctrico está integrado en el circuito de refrigeración del motor TFSI. El motor funciona en combinación con un embrague multidisco sumergido en un baño de aceite, que lo acopla o separa del motor TFSI. Controlado mediante una gestión inteligente, el embrague funciona de forma ultra-precisa, suave y rápida en todo tipo de situaciones.
La muy cómoda y rápida transición a la transmisión híbrida -la cual transmite el par motor a las ruedas delanteras y contribuye en gran medida a la eficiencia del Audi A8 hybri- tiene sus engranajes muy extendidos. Cuando el 2.0 TFSI está desactivado, una bomba eléctrica mantiene la presión del aceite en el sistema hidráulico a fin de salvaguardar la conveniente función Start-stop.
La potencia eléctrica, en forma de un inversor de pulso controlado, sirve como un controlador entre la batería -cuya corriente de salida es continua- y el motor eléctrico, el cual trabaja con corriente alterna. Refrigerado por agua mediante un circuito independiente a baja temperatura, el componente se distingue por su reducido volumen y bajo peso. La potencia electrónica incluye un convertidor DC/DC que enlaza las tomas del sistema eléctrico de 12 V con la red de alta tensión.
Un sistema de baterías de ion-litio, con un peso aproximado de 36,7 kilos sirve de almacén de energía para el motor eléctrico del Audi A8 hybrid. La compacta batería, con un volumen de 26 litros justos, está situada en un área situada por debajo del compartimento del equipaje que está especialmente protegida para hacer frente a los posibles casos de colisión.
La batería de ion-litio está refrigerada de dos maneras mediante aire, en función de los requerimientos. A baja temperatura de carga, el sistema procede a extraer aire templado del interior del vehículo mediante un ventilador. Si la temperatura supera unos ciertos límites, un circuito refrigerante independiente se activa. Va acoplado al sistema automático de aire acondicionado del Audi A8 hybrid y utiliza un evaporador independiente.
Este potente sistema de refrigeración activa ayuda al Audi A8 hybrid supone una gran ayuda para la berlina en viajes relativamente largos recorridos exclusivamente con energía eléctrica. El conductor puede decidir qué modo de funcionamiento del Audi A8 hybrid quiere usar uno de los tres modos de conducción puede ser seleccionado al pulsar un botón en el centro de la consola o mediante el empleo de la palanca del cambio automático.
El mapa de características EV da prioridad al uso del motor eléctrico, mientras que en el modo D se controla eficazmente ambos, el motor TFSI y el motor eléctrico. El modo S y la posición tiptronic están diseñados para favorecer un estilo de conducción deportiva. La berlina híbrida puede funcionar en uno de los cinco modos de conducción. Circular únicamente con el motor de combustión, con el motor eléctrico sólo, o en modo híbrido es posible, al igual que lo son la recuperación y el modo de aceleración intensa (boost).
Ambas fuentes de movimiento son desactivadas cuando el vehículo está detenido. En el conveniente y cómodo modo Start/stop, el sistema automático del aire acondicionado permanece activo -su compresor dispone de un motor eléctrico. Cuando el conductor suelta el freno, el Audi A8 hybrid comienza a moverse. Se puede conducir a una velocidad de hasta 100 km/h empleando solo energía eléctrica -y, por consiguiente, sin emisiones locales. A 60 km/h de velocidad constante se pueden recorrer hasta tres kilómetros, suficiente para muchas áreas residenciales y recorridos en el interior de las ciudades.
Cuando el conductor presiona el acelerador más allá de un cierto límite, el motor de combustión interna asume por completo la función de mover la unidad. A bajas revoluciones, este motor tendrá temporalmente una fuerte carga que se requiere para la conducción: el punto de carga se desplaza entonces a una gama más alta y mejora la eficiencia.
El exceso de par beneficia al motor eléctrico, el cual funciona entonces como un generador que recarga la batería y proporciona energía a las tomas de corriente. En aceleraciones rápidas, o "sobreesfuerzos" el motor eléctrico funciona conjuntamente con el motor TFSI; con el acelerador pisado a fondo en el modo S o al hacer un kick-down toda la potencia de salida del siste-a al completo está disponible brevemente. El sistema híbrido suministra entonces la energía de propulsión equivalente a un gran motor atmosférico, pero con mucha mayor eficiencia.
Cuando el conductor levanta el pie del acelerador, el motor eléctrico funciona de nuevo como generador. En la mayoría de las situaciones el TFSI está entonces desacoplado del sistema de transmisión a fin de no causar pérdidas por arrastre. La electricidad recuperada por el motor eléctrico cuando se rueda "a vela" o durante las frenadas se almacena en la batería de ion-litio. Si el conductor solo frena levemente el motor eléctrico produce la deceleración por sí mismo; en frenadas de mayor intensidad, el sistema hidráulico de frenos se activa simultáneamente.
El servofreno tiene una segunda fuente de energía a través de una bomba de vacío eléctrica. Una compleja regla basada diferentes normas de estrategia adapta el frenado a las condiciones de conducción eléctrica y de recuperación de energía. La dirección eléctrica emplea un sistema electromecánico.
El Audi A8 hybrid incorpora un nuevo concepto de visualización de la información que permite hacer tangibles las diferentes etapas de la conducción híbrida al conductor. El tacómetro en el cuadro de la instrumentación ha sido reemplazado por un medidor de potencia, con una aguja que indica la salida total del sistema en una escala porcentual que va del 0 a 100. Una segunda escala está dividida en distintos segmentos de color: las secciones gris y naranja indican claramente el modo de tracción que en ese momento está siendo usado por el sedan. Y un instrumento adicional permite visualizar el nivel de carga de la batería de ion-litio.
Al mismo tiempo, la pantalla de visualización del flujo de energía claramente indica el modo de funcionamiento y los componentes activos del sistema híbrido de tracción. Se le puede llamar a través del sistema de información para el conductor y de la pantalla central MMI. El monitor MMI muestra un gráfico de barras en el que se indica el consumo medio y la cantidad de energía recuperada cada cinco minutos de uso.
Aunque el habitáculo está configurado en función de la incorporación de toda la tecnología híbrida, el Audi A8 hybrid no es un modelo espartano. Viene equipado de serie con los particularmente eficientes faros LED, equipo de sonido Bose, aire acondicionado automático de tres zonas y un acabado en pintura metalizada.
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