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VALENCIA (VP). Tener en tu club futbolistas que son reclamados por sus selecciones nacionales siempre se ha considerado algo prestigioso. El hecho de que esos jugadores por acudir con sus combinados nacionales pasen a ser internacionales otorga mucho caché.

Además, desde hace unos años las propias aficiones de los clubes mantienen 'piques' por ver cuantos de los suyos acuden con la Selección. En este caso con la española. Aquí es donde se empiezan a separar los caminos de clubes y aficionados.

Mientras los entrenadores y directivos ven como un problema los partidos de selecciones, los aficionados se muestran encantados por ver a los mejores jugadores de su equipo vistiendo la roja casaca nacional.

Los seguidores observan esta situación como meros espectadores. Como público que busca satisfacer su demanda, esa pasa por ver a los máximos representantes de su equipo en la Selección. Cuantos más jugadores hay de su equipo, más identificado se siente con la misma.

Por su parte, los clubes hace tiempo que se aterrorizan ante la llamada de sus jugadores para los combinados nacionales. Es algo lógico, la selecciones se llevan a los mejores, esos siempre son los más preciados por los clubes y a su vez los mejores pagados.

Este asunto provocó hace muchos años un gran debate y a su vez consenso entre los clubes más importantes de Europa . Estos formaron un grupo llamado el G-14 para defenderse de lo que ellos entendían como una injusticia. Esto era que las selecciones se llevarán gratis a sus jugadores con el riesgo que suponía que alguno se pudiera lesionar .

Durante mucho tiempo se reunieron buscando encontrar alguna solución y la hayaron aunque no de la manera que ellos querían. FIFA y UEFA, que son los dos máximos organismos del fútbol mundial, propusieron a este grupo en 2008 su disolución a cambio de una compensación económica por cada convocatoria de uno de sus futbolistas para una gran cita.

Por grandes citas, FIFA Y UEFA entendían un Mundial o Eurocopa. Los clubes, sorprendentemente, aceptaron esta propuesta que les protegía medianamente en un gran torneo, pero que no les amparaba durante los muchísimos partidos clasificatorios que se juegan todos los años.

El acuerdo fue que los clubes que tuvieran jugadores en un Mundial o Eurocopa recibirían 5.800 € por cada día que el jugador estuviera en competición, empezando a contar desde 14 días antes del inicio del torneo y finalizando el día de la eliminación de su selección.

Por ejemplo, el Valencia ingresó alrededor de unos 250.000 € por cada uno de los campeones del mundo que tenía en su plantilla el año pasado. Teniendo en cuenta que Silva, Marchena y Villa eran jugadores del Valencia cuando se jugó el Mundial, ya que sólo Villa ya había sido traspasado y fue el Barça el que percibió los 11 días de julio que fue el mes que se hizo oficial su traspaso.

Mirando la cifra con detenimiento, uno puede pensar que fue un chollo. Por los cuatro internacionales que el club valencianista prestó a la Selección Española campeona del Mundo, ingresó un millón de euros.

Eso es cierto, pero no es menos cierto que la FIFA les coló un gran gol a los clubes, ya que a lo largo del año normalmente se juegan unos 12 o 13 partidos de selecciones que son amistosos, para que las Federaciones ganen dinero, o clasificatorios para Mundial o Eurocopa. En todos estos los clubes están totalmente desamparados.

En estos partidos lo único que tienen son los seguros que los propios clubes contratan, por si ocurre la desgracia de que alguno de sus jugadores se lesiona y una pequeña compensación que da la FIFA. Nada más.

Por esto es por lo que los clubes no quieren prestar a sus mejores piezas para todos estos partidos. Por eso se crean esas polémicas entorno a los mejores jugadores por no acudir a alguna cita con la Selección. Siempre se les acusa de ‘borrarse'. Pero en la mayoría de casos son los clubes los que obligan a los jugadores a aumentar el dolor de alguna lesión o quizá los doctores alargan los plazos de recuperación en los partes médicos.

Los equipos son los que pagan las cantidades irresponsables que muchas veces ganan los jugadores, por ello muchas veces los clubes se sienten indefensos ante el enorme riego que les supone ‘prestar' a muchos de sus mejores jugadores para partidos donde nos son ellos los que salen beneficiados.