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-¿Cuál es su visión sobre la marcha de la bolsa española?
-En realidad hay dos bolsas en España: la de los cinco grandes valores que son empresas que tienen origen en oligopolios públicos o semipúblicos (Telefónica, Santander, BBVA, Iberdrola y Repol), y la de las pequeñas y medianas empresas. Las grandes han demostrado una mayor capacidad para aguantar esta crisis por dos motivos: en primer lugar porque tienen un gran poder de fijación de precios, lo que en esta grave crisis económico es muy importante; y, en segundo lugar, porque las ventas fuera de España ya suponen mas del 50% del total y están en zonas geográficas menos afectadas por la crisis.

-¿Y qué sucede con las pequeñas y medianas empresas?
-Pues que salvo algunas excepciones ni tienen poder de fijación de precios, ni tienen la posibilidad de exportar cifras significativas para su cuenta de resultados. Las caídas han sido muy fuertes para ellas, mientras que las otras, excepto en los dos bancos por la crisis bancaria occidental, los recorte han sido mucho menores. Además, no hay que olvidar que entre las cinco grandes cuentan con un peso de más del 75% sobre el Ibex 35. Dicho todo esto, consiero que el comportamiento del selectivo español será muy parecido al de los grandes índices europeos y norteamericanos.

-¿En qué situación se encuentran las bolsas europeas y estadounidenses?
-Pienso que en términos fundamentales están en niveles que históricamente podemos considerar medio-bajos, es decir, entre un nivel de precios razonable y baratas. Por desgracia, el panorama macroeconómico, con una crisis bancaria enorme y una crisis del euro, no creo que permitan a las bolsas subir en un escenario a corto-medio plazo. Para que la bolsa suba debe existir confianza y dinero, mientras que en la actualidad no sobra ni de lo primero ni de lo segundo.

-¿Qué valores le gustan para entrar en estos momentos?
-No me gusta hablar de acciones concretas porque el escenario es muy cambiante, pero desde que se inicio la crisis en 2008 defiendo que sólo se debe invertir en empresas poco o nada endeudadas, así como evitar las empresas del sector financiero, especialmente los bancos, que deberán en los próximos años realizar contínuas ampliaciones de capital, lo que diluirá los beneficios de los accionistas actuales.

-Al margen de la bolsa, ¿qué otros activos de inversión recomendaría actualmente?
-El inmobiliario en España ni tocarlo, dado que necesita más de cinco años como mínimo para ir asimilando los enormes stocks. Los precios actuales no son reflejo de un mercado libre sino que parecen fijados por la Rusia comunista donde un órgano superior fija los niveles que interesan sin atender la oferta y demanda de los mismos. En nuestro caso, el órgano comunista es el Gobierno, bancos y cajas. A ambos les interesa que vayan bajando una cifra razonable -pongamos menos del 10% anual- para poder ir asimilando el impacto económico que eso supone. Con un mercado libre, la vivienda habría caído al menos un 50% desde máximos. No estamos en una época de asumir muchos riesgos en nuestras inversiones, por lo que mucho mejor proteger nuestro patrimonio de todos los riesgos actuales. Ya habrá tiempo de tomar riesgo y ganar dinero.

-¿Qué aspectos positivos ve de la economía española?
-Lo más positivo ha sido la capacidad de aguante, la fortaleza demostrada en una crisis de la magnitud que estamos viviendo. Supongo que el tamaño de la economia española ha ayudado, aunque también que el sector exportador español ha ido aumentando con los años y, sobre todo, un sector turístico muy estable que ha sido clave para aguantar la crisis algo mejor. Aunque sinceramente es imposible que la economia española mejore en 12 ó 24 meses.