MADRID (EP). El presidente del Loterías y Apuestas del Estado (SLAE), Aurelio Martínez, ha afirmado este viernes que la suspensión de la operación pública de venta (OPV) del 30% de la sociedad no es un "fracaso" ni del Gobierno ni del equipo encargado de la operación, sino de los mercados, que no la valoraron adecuadamente y ha remarcado que la imagen de España ha salido "fortalecida" por la negativa a "malvenderla".
"Debilidad hubiera sido si te tragas 18.000 millones en lugar de los 21.000 que esperabas", ha remarcado Martínez durante una rueda de prensa que ha ofrecido con el objeto de explicar pormenorizadamente los motivos de la operación. Así, ha explicado que con los rangos de precios que manejaban los analistas una semana antes, era "muy difícil" decir que no iba a salir a Bolsa.
No obstante, la situación se complicó cuando el pasado lunes los bancos colocadores (Santander, BBVA, JP Morgan Chase, Goldman Sachs, UBS y Credit Suisse) empezaron a exponer la "complicada situación del mercado", llegando a proponer que sólo se sacara a Bolsa un 20%, en lugar del 30% previsto --es decir, 4.000 millones de euros frente a los 7.000 previstos--, algo que, en cualquier caso no se aceptó por las complicaciones que hubiera generado con la CNMV.
Sin embargo, la decisión de paralizar el proceso no se tomó hasta el pasado miércoles cuando los bancos propusieron un rango de precios ente 17.000 y 20.000 millones, "nada parecido" con los apuntados sólo unos días antes y que no se aproximaban "ni siquiera tangencialmente" a los previstos por Martínez, entre 21.000 y 25.000 millones.
En este sentido, ha criticado que los precios estimados por los colocadores revelan que el mercado exigía una rentabilidad de hasta el 12%, mientras que la previsión de Loterías se situaba entre el 8% y el 9%.
Es más, ha denunciado que la cifra propuesta por los bancos es el doble de la que se exige a las empresas del Ibex 35% y casi triplica a las del índice Dow Jones de Wall Street. "Estas rentabilidades no estaban justificadas y por eso no se aceptaron", ha remarcado.
Aunque Martínez ha eludido escrupulosamente de hablar de una "confabulación" sí ha admitido que la banca ha defendido sus intereses respecto a la salida a Bolsa de unos títulos que "competían directamente" con los pasivos bancarios por su gran dividendo. No obstante, ha indicado que el dinero que se "retire del mercado" regresaría al mismo en cuando sirviera para que el Gobierno redujera su deuda.
APROVECHARSE DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA DE ESPAÑA
A su juicio, ha apuntado que el mercado ha "presionado" porque tenía la idea de que España necesitaba la operación para reducir su déficit --algo que el Gobierno ha negado desde el primer momento porque contablemente afecta a la deuda pública, no a la relación de ingreso y gastos--.
"Cuando tú piensas que a alguien le urge vender su casa, buscar que baje el precio", ha explicado Martínez, quien ha asegurado que España ha dado una señal de "fortaleza" al negarse a vender Loterías por un precio inferior en una operación que ha llegado a comparar con la salida de Bankia.
Así, ha remarcado que al tratarse de un "valor refugio" con un recorrido de revalorización de entre el 3% y el 4% en cualquier contexto, no vale decir que se trataba de un "mal momento" para la salida a Bolsa y ha defendido la valoración realizada por el Gobierno frente a las críticas del PP, que la consideraba "irrisoria". "No se puede confundir valor sentimental con precio, el mercado es duro", ha señalado.
DICE QUE LAE NECESITA LA PRIVATIZACIÓN
Martínez ha negado que en su postura o la del Gobierno a la hora de paralizar el proceso haya pesado la oposición del Partido Popular, porque sólo se ha tomado en función del precio. Sin embargo, sí considera que han tenido impacto, aún "subconsciente", en el mercado, que ha respondido a la percepción de que el cambio de Gobierno podría dar la vuelta a la operación.
Por otro lado, ha remarcado su satisfacción por su trabajo y el de su equipo y ha descartado la posibilidad de dimitir. "Siento frustración, pero no fracaso, porque hemos cumplido escrupulosamente nuestra parte. Eso sí, el Gobierno siempre ha tenido mi cargo a disposición desde el primer día", ha incidido.
LOS GASTOS SE REUTILIZARÁN
En este sentido, ha asegurado que el "trabajo está hecho" y la salida a Bolsa podría retomarse en cualquier momento "desde el punto de vista técnicos, incluso antes de las elecciones, si bien, lo ha descartado porque supondría un gran coste publicitario. Aun así, ha remarcado que a Loterías "le conviene" la privatización parcial.
En este punto, ha defendido que el gasto total de la operación frustrada fue de unos siete millones de euros, uno de ellos en concepto de asesoramiento, y otros seis en publicidad, partida para la que se contempló un máximo de 10 millones de euros. Martínez ha remarcado que el gasto publicitario se "reutilizará" para otras campaña, como la del sorteo de Navidad y ha defendido que es un coste muy inferior al de sus competidores.
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