Empieza a verlo negro. Dani Parejo está empezando a ver como algo normal que su nombre no está en las listas de Unai Emery. Eso es algo a lo que el jugador madrileño nunca ha estado acostumbrado. Desde edad juvenil siempre ha sido un futbolista importantísimo en todos los equipos en los que ha jugado.
Parejo fichó por el Valencia el pasado verano. Su nombre no era uno de los primeros en la lista de preferencias de la secretaría técnica. Pero el objetivo número uno que era Granero se enquistó ya que él no quería salir del Real Madrid.
Eso provocó que Parejo se pusiera a tiro y además a un precio bastante asequible para la economía de guerra en la que vive el club. La operación se hizo rápido y el Getafe de Ángel Torres aceptó los 6 millones de euros más la cesión (completa) del portero Moyà.
Con su fichaje se creó un debate. ¿Era Dani Parejo mediocentro? Todo el mundo daba por hecho que no, ya que su posición en las dos temporadas que jugó con el conjunto azulón en Primera lo hizo de mediapunta. Eso generó muchas dudas. Se había fichado como mediocentro a un jugador que era mediapunta.
Esta polémica la aumentó aún más si cabe el propio jugador. A su llegada a Valencia, en la ronda de entrevistas que concedió a los medios de comunicación, se cansó de dejar claro que él donde más cómodo se encontraba era por el centro, en una línea de tres mediapuntas. El club le sugirió que no dijera que era mediapunta, ya que su fichaje se vendió como mediocentro.
Después de todo ese debate llegaron sus primeras apariciones en pretemporada. Sin duda no ofreció nada destacable. Siempre dejó detalles de calidad y de la privilegiada visión de fútbol que atesora, pero no pasó de ahí. Se le critico mucho su falta de sangre. El propio entrenador reconoció que tenía que mejorar sus prestaciones defensivas.
Fue tan floja su pretemporada que el técnico a falta de una semana para que comenzara la Liga, le comentó al club la posibilidad de ceder al jugador. Les vino a decir que era un futbolista con muchas cualidades, pero que todavía estaba muy verde para jugar en el Valencia. La respuesta de Manolo Llorente en este caso fue rotunda, no sale cedido.
El club se negó en rotundo a buscarle una salida. En primer lugar, porque ello suponía aceptar públicamente el error en la contratación de un futbolista que la plantilla no necesitaba si era para jugar de mediapunta. También se esgrimió el argumento de que Banega podía repetir experiencias pasadas y era mejor tener las espaldas cubiertas.
Por tanto, la decisión fue la de que Dani Parejo se quedara, a pesar de que hubo una oferta el último día de mercado. El Mallorca le solicito al Valencia la cesión de Parejo para esta temporada, pero el club dijo no. A partir de ahí la historia es conocida por todos. De momento y hasta la fecha Parejo no cuenta para Unai Emery.
En lo que va de temporada el de Coslada ha jugado 74 minutos de los 630 que van oficiales. Esos fueron los que disputó en Bélgica frente al Genk en el debut en Champions. No ha jugado nada más. En Liga de las cinco jornadas que van, cuatro las ha visto desde la grada y una desde el banquillo. Es decir de momento no ha jugado ni un minuto en la competición doméstica. De momento sólo ha estado en tres de las siete listas de convocados que ha ofrecido el técnico vasco, y sólo ha participada en un partido oficial.
Con todos estos ingredientes es entendible que la situación personal que está atravesando el jugador es de todo menos buena. Parejo vino al Valencia con la ilusión de jugar en un grande, que le ofrecía la posibilidad de disputar Champions League y además de pelear por cosas importantes. De momento está aquí pero no juega nada.
Lo peor en su caso es que sabe de primera mano que no cuenta para el entrenador. Lo sabe porque desde el primer día ha visto como Banega es la primera opción, Tino Costa la segunda y llegado el caso Canales la tercera vía que se utiliza en el mediocentro.
Ante este panorama el jugador ya ha tenido dudas más que importantes sobre si continuidad. Parejo le ha reconocido a su entorno que si la cosa no cambia, buscará una salida en el próximo mercado de invierno. Además, él piensa que es difícil que su situación cambie, ya que no es un problema de entrenar mejor o peor, si no de la poca confianza que el entrenador tiene en él desde el primer día.
Hace unos días de habló de un interés del Arsenal en él. El jugador y sus agentes dicen no saber nada. Lo que está claro es que un futbolista como él, con la proyección que se le supone no aguantará mucho tiempo viendo el fútbol desde la grada. Por tanto, si la historia no cambia, que no tiene mucha pinta, el jugador buscará una salida para jugar de mediocentro o de mediapunta, pero eso sí para tener minutos.
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