GINEBRA (EFE). UBS, el mayor banco de Suiza, reveló ayer domingo que perdió 2.300 millones de dólares (1.666 millones de euros), y no 2.000 millones de dólares como había informado el pasado jueves, por las operaciones ilegales que un intermediario financiero (broker) hizo en su sucursal de Londres.
El fraude se desarrolló durante los tres últimos meses y fue posible porque el operador de mercados responsable, que está detenido en la capital británica, pudo esconder los riesgos que asumía generando datos ficticios para disimular sus actividades.
UBS insistió en que este incidente no ha tenido repercusiones en las inversiones de sus clientes, una garantía que, sin embargo, no ha servido para evitar que, una vez más, la imagen y credibilidad del banco hayan quedado dañadas.
Después de rozar la quiebra por la crisis financiera de 2008, de anunciar el despido de miles de trabajadores y de romper el secreto bancario para entregar a EEUU los datos de 4.500 presuntos evasores fiscales, este agujero financiero representa un serio revés para la entidad más importante de Suiza, y más aún en un momento de incertidumbre debido a la actual crisis de deuda.
Fue este mismo banco el que hace tres años tuvo que ser rescatado por la Confederación Helvética por las pérdidas monumentales que sufrió debido a las inversiones que había realizado en las hipotecas de alto riesgo ("subprime") en Estados Unidos.
Esta vez ha sido un joven broker, Kweku Adoboli, de origen ghanés, quien ha puesto en entredicho el sistema de gestión de riesgos del banco. El acusado deberá comparecer ante la justicia británica el próximo jueves.
En un comunicado, el banco señaló que ha logrado cubrir el riesgo asociado a las transacciones no autorizadas, al tiempo que aseguró que las actividades de acciones "funcionan nuevamente de manera normal según sus propios límites de riesgo predefinidos".
Precisó que el fraude resultó de la especulación en operaciones a futuro no autorizadas en los índices S&P 500, DAX y EuroStoxx, únicamente en los tres meses anteriores.
Asimismo, explicó que el flujo de inversiones realizadas se encontraban dentro de lo normal en el negocio de acciones, pero la magnitud del riesgo fue distorsionada en el sistema del banco por otras inversiones supuestamente realizadas por el broker, pero que resultaron ser ficticias.
En este contexto, UBS anunció que su directorio ha decidido crear un comité especial para abrir una investigación independiente de las actividades de negocio no autorizadas y su relación con los instrumentos de control.
En declaraciones ofrecidas a la prensa suiza, el consejero delegado del banco, Oswald Grubel, señaló que no presentará su dimisión porque se siente responsable, pero no culpable, de lo ocurrido.
"Tengo la responsabilidad de todo lo que pasa en el banco, pero no me siento culpable", dijo a la edición dominical del diario "Sonntag".
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