MADRID (EP). El Tesoro Público aspira a captar entre 3.000 y 4.000 millones de euros en la subasta de obligaciones que celebrará el próximo jueves 15 de septiembre, en la que medirá el impacto sobre la deuda pública española ante los rumores que apuntan a una suspensión de pagos de Grecia, tras la nueva escalada de la prima de riesgo y las caídas prolongadas en el Ibex 35.
En concreto, se subastarán obligaciones con vencimiento a 30 de julio de 2019 con un cupón de 4,60%, vencimiento a 30 de abril de 2020 con un cupón del 4%%, y vencimiento a 31 de octubre de 2020 con un cupón del 4,85%, según publica la web del Tesoro.
Esta será la segunda emisión a largo plazo tras la crisis sufrida a lo largo del mes de agosto en los mercados financieros. El Tesoro Público salvó el pasado 1 de septiembre la subasta de bonos a cinco años gracias a la intervención del BCE para rebajar la presión sobre las deudas públicas de Italia y España.
El organismo que dirige Soledad Núñez colocó 3.621,22 millones de euros en bonos de referencia 'benchmark' a 5 años y un cupón del 4,25%, quedándose así en la parte media del objetivo marcado, ya que esperaba colocar entre 3.000 y 4.000 millones.
Eso sí, el tipo marginal se moderó desde el 4,891% de la emisión del 7 de julio al 4,518% actual sumando así la tercera subasta consecutiva en la que bajó el interés.
El BCE tuvo que recurrir a la compra de deuda pública para calmar la volatilidad de los mercados durante agosto, y consiguió rebajar el diferencial del bono español por debajo de los 300 puntos básicos. Pero los vaticinios de la directora gerente del FMI, Cristina Lagarde, de que la economía mundial se acercaba a una "recesión inminente" frenaron el respiro en la prima de riesgo.
En un nuevo episodio de recrudecimiento de la crisis fiscal, el pasado lunes 5 de septiembre volvió a ser nefasto para los inversores. El Ibex 35 se derrumbó un 4,69% tras los avisos de recesión mundial del FMI y la prima de riesgo de España escaló a los 340 puntos básicos.
El selectivo madrileño llegó a perder los 8.000 puntos en la jornada del pasado martes, aunque el aval del Tribunal Constitucional de Alemania a la participación del Gobierno de Angela Merkel en el rescate de Grecia insufló confianza en los inversores y el pasado jueves se lograron recuperar los 8.200 enteros.
Pero la recuperación fue sólo un espejismo. La dimisión del economista jefe del BCE, Jürgen Stark, por su oposición a la compra de deuda de los países con dificultades financieras sirvió a los inversores para que volvieran a castigar a las Bolsas. El Ibex se sitúo a la cabeza de las pérdidas registradas por las principales mercados europeos, con un retroceso del 4,44%, que le llevó a perder de nuevo la cota de los 8.000 puntos.
En concreto, el selectivo cerró en 7.910,2 puntos, se dejó las ganancias acumuladas en las dos últimas sesiones y concluyó la semana con una pérdida del 6,5%. Las pérdidas en la Bolsa se están prolongando este lunes, con las dudas sobre una inminente suspensión de pagos de Grecia.
AGOSTO, UN MES DIFÍCIL
El Tesoro Público adjudicó el pasado 23 de agosto un total de 2.941,03 millones de euros en letras a tres y seis meses, en el rango alto del objetivo previsto de hasta 3.000 millones de euros, y lo hizo además con tipos de interés más bajos.
A ello contribuyó, junto con la acción del BCE, las medidas de ajuste fiscal aprobadas por el Gobierno, y todo en un clima en el que la prima de riesgo española parecía haberse tomado un respiro, al situarse por debajo de los 290 puntos básicos.
El Tesoro también colocó el pasado 16 de agosto un total de 5.696 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, en el rango medio de los objetivos de la subasta, si bien la buena noticia fue un interés marginal inferior al de la anterior subasta y con una demanda de 13.882 millones, más del doble del importe adjudicado.
BONOS A TRES AÑOS
Además, el Tesoro Público ya adjudicó a principios de agosto un total de 3.311 millones de euros en la emisión de bonos a tres años y en la reapertura de una línea de obligaciones con vencimiento el 31 de enero de 2015, cerca del rango alto de los objetivos previstos, de entre 2.500 y 3.500 millones de euros.
Concretamente, la emisión de bonos a tres años se saldó con una colocación de 2.200 millones de euros, frente a una demanda de 4.716 millones de euros, más del doble, si bien algo más baja que en emisiones anteriores. El tipo marginal se ha situado en el 4,90%.
Por otro lado, la reapertura de la emisión de obligaciones con vencimiento en 2015 se saldó con una colocación de 1.111 millones de euros y una demanda de 2.668 millones de euros. En este caso, la rentabilidad se situó en el 5,05%.
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