VALENCIA (VP). Tope salarial. Así fue como se bautizó durante la etapa más gloriosa del Valencia la cantidad de dinero que cobraba el jugador mejor pagado del club. No necesariamente tenía porqué ser sólo un jugador el que la cobrara. Lo importante era que ningún integrante de la plantilla ganara más de 1,8 millones de euros netos, que son trescientos millones de las antiguas pesetas.
El Valencia del doblete tuvo varios jugadores que recibían aquel tope, como fueron Cañizares, Ayala, Baraja, Albelda y Vicente. Todos estos dieron un rendimiento deportivo altísimo. Pero pronto esa cifra se degradó. Empezaron a llegar jugadores que sin haber demostrado nada en el club, cobraban ese dinero y la situación se disparó.
El día que se rompió el famoso ‘tope salarial', fue cuando Vicente Soriano renovó a David Villa, al que puso a ganar 3 millones netos. Ese mismo verano le firmó a Silva un sueldo de 2,3 millones netos.
Con las salidas de estos dos jugadores la temporada pasada, más las de Vicente y Joaquín y la rebaja de la ficha de Albelda este año, el vestuario valencianista, ha recuperado el antiguo tope salarial.
A día de hoy el jugador mejor pagado de la plantilla es el goleador y capitán Roberto Soldado. El delantero que llegó la pasada campaña del Getafe (donde cobraba más dinero que aquí), gana 1.8 millones de euros netos, que era el antiguo tope. Detrás de él, están Pablo, Banega y Miguel. Sus fichas superan el millón y medio de euros. En este escalafón de sueldos hay que situar a Canales y Rami, de los nuevos fichajes. Tanto el exmadridista como el francés, están cerca de los 1,8 que marca Soldado.
Como dijo la semana pasada el coordinador de la secretaría técnica, Braulio Vázquez, el coste de plantilla para el Valencia este año será de 83 millones de euros. Esta cifra ha bajado considerablemente en las últimas tres temporadas, ya que el primer año de Unai en Valencia la plantilla costaba algo más de 110 millones de euros.
EL LEVANTE DESPUÉS DEL CONCURSO DE ACREEDORES
Por su parte, el Levante lleva años sufriendo las consecuencias de una Ley Concursal. Esta es ya la cuarta temporada que el conjunto granota tiene que mirar muy bien cada euro que le paga a un futbolista. Este año, y según unas declaraciones de su presidente, Quico Catalán, la plantilla cuesta once millones, lo que ya supone un aumento de casi 3 'kilos' con respecto a la pasada campaña. El jugador mejor pagado es Koné, que percibe una cifra cercana a los 400.000 euros, pero la media de la plantilla se sitúa en los 350.000 euros. Hay algunos como Rafa Jordá o Rubén Suárez que los cobran, y otros que ni se acercan a esos números.
Todo esto llegó después de una horrible gestión de Pedro Villarroel durante años, que llevó al club a un concurso voluntario de acreedores. Este motivo obligó al club a tener que imponerse una cifra máxima, en este caso de 350.000 euros, para la ficha de un futbolista.
Esos son los cinturones que a día de hoy Levante y Valencia llevan puestos en materia económica. Las dos directivas saben de sobra que esos cinturones no tienen más agujeros y que si intentan hacer uno nuevo, corren el riesgo de que se rompa y las cuentas a final de año no cuadren.
Con este panorama sería bueno hacerse una reflexión. ¿Sale el Valencia con alguna posibilidad real de pelear por un título? y ¿no parte con mucha desventaja el Levante para lograr la permanencia?
La respuesta a lo primero se puede encontrar valorando lo que Barça y Madrid pagan a sus jugadores. Éstos ahora mismo tienen un coste de plantilla cercano a los 200 millones de euros. En cada uno de los equipos, cuentan con los contratos ‘top' de Cristiano Ronaldo y Messi, ambos superan los diez millones netos anuales. Y además tienen una serie de jugadores que cobran cifras que oscilan entre los seis y los ocho millones como son Casillas, Benzema, Ramos, Kaka, Puyol, Iniesta, Xavi, Valdés. Evidentemente aquí está la explicación de por qué a día de hoy para el Valencia es casi imposible competir con ellos.
Mientras, el Levante acepta que a la larga no podrá aspirar a títulos, pero tiene a favor que ahora mismo son muchos los equipos de primera que tienen apreturas económicas y por tanto disponen de plantillas parecidas.
En defintiva, el Valencia no puede permitirse pagar más de los 1.8 millones de euros por temporada. Y con ello ya sabe que le será muy complicado plantarle cara a Barça y Madrid que pueden pagar a un solo jugador hasta diez millones al año. El Levante por contra vive la realidad del humilde y su ficha más alta este año se sitúa un poco por encima de los 350.000 euros que percibe Koné.
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