10/09/2011 El consejero del Banco Central Europeo (BCE) José Manuel González Páramo considera que España debe "asegurar que sus finanzas públicas están bajo control" para "reganar su credibilidad en los mercados financieros" y debe "reformar el mercado laboral"

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MADRID. "Los problemas de la economía española son el desempleo, la disciplina de las finanzas públicas y la competencia en ciertos de mercados de productos", enumeró González Páramo. "Y lo que tiene que hacer es solventar estos problemas. España tiene que reganar su credibilidad en los mercados financieros y, para ello, debe asegurar que las finanzas públicas están bajo control y que la economía española es capaz de crecer", explicó en declaraciones a RNE.

A su vez, González Páramo estima que para lograrlo es preciso reformar el mercado laboral, "reduciendo de una vez la segmentación de este mercado, implantando salarios más ligados a la productividad y contar con instituciones laborales modernas y no del siglo pasado".

Además, el consejero del BCE ve necesario que España se dote de "mercados de productos en los que el precio de la energía sea competitivo", y que las finanzas públicas "cumplan los objetivos que se marcan".

"Esto es lo que hay que pedir a las economías más avanzadas del mundo", aseguró González Páramo. "El diagnóstico de lo que ocurre en la economía española es antiguo y es compartido a escala internacional, por lo que no debe sorprender", añadió.

EURO

Por otra parte, González Páramo considera "un escenario irracional" la posibilidad de que algún países de la eurozona abandone el Euro.

En su opinión, el euro no está en crisis. "Sí hay crisis de confianza en la capacidad de algunos países de la zona de disciplinar sus finanzas y de crecer a medio plazo, en la capacidad de todos los países de gobernarse de forma estricta y de aplicar el pacto de estabilidad y crecimiento de forma escrupulosa", añadió.

Por último, el consejero del BCE rechazó que este organismo pidiera a España que implantara la recientemente aprobada reforma de la Constitución para incluir el límite de déficit.

"Los mensajes que el BCE envía a los gobiernos nacionales son mensajes constantes, de los que nos han oído hablar muchas veces diciendo siempre lo mismo", declaró.