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VILNA (EFE). La selección española quiere quitarse quitarse la espina que le clavó Milos Teodosic, hoy justo hace un año en los cuartos de final del Mundial, en el último segundo con un triple casi imposible que la apartó de la lucha por las medallas.

Los jugadores españoles todavía tienen ese triple dándoles vueltas por la tripa. Todos hablan de que aquello es historia, de que fue un lance del juego y de que cada partido es diferente. Lo habitual. Pero todos están deseando jugar para cerrar definitivamente esa herida con una victoria.

La oportunidad es pintiparada, porque una victoria de España prácticamente sería definitiva para clasificarse para los cruces de cuartos de final, mientras que colocaría a los serbios en una posición complicada, con una sola victoria y a falta de sólo un partido por disputar.

Con respecto al Mundial de Estambul hay cambios significativos como la presencia de Pau Gasol, José Manuel Calderón y Serge Ibaka. Mientras que en Serbia está la baja por lesión de Nole Velickovic.

Serbia ha hecho buenos partidos, pero en los más exigentes ha perdido. De hecho lleva dos seguidos siendo derrotada, ante Francia (96-97) y ante Lituania (90-100).

Otro aspecto importante para este partido será Pau Gasol y su tobillo. Ante Alemania Pau forzó y el tobillo acabó hinchado y dolorido. Habrá que ver la recuperación que tiene en el día previo de descanso.

Por lo demás, ante Serbia habrá que trabajar muy duro para conseguir la victoria. Nenad Krstic será una prueba de fuego para los pívots españoles, aunque tendrán ventaja numérica, toda vez que el capitán serbio sólo cuenta con la ayuda de Milan Macvan y de Kosta Perovic desde el banquillo.

Milos Teodosic será el foco de atención de los bases. La defensa sobre el creador de juego plavi tendrá que ser más eficaz que nunca para evitar que piense demasiado y que pueda lanzar con comodidad.

Donde más problemas puede haber es en los aleros. La ausencia de aleros altos está obligando a los exteriores españoles a emparejarse con jugadores siempre más grandes, lo que multiplica el esfuerzo a realizar. Con Savanovic, Keselj y Bjelica tendrán destajo.

El partido todavía no es excluyente de forma directa, pero cada enfrentamiento tiene más importancia que el anterior. Vencer significa poner pie y medio en los cuartos de final del campeonato y perder, que se enciendan todas las alarmas.

Los serbios sólo tienen una victoria en tres partidos y están más necesitados, pero los españoles todavía se acuerdan de aquel triple de Teodosic en el último segundo.