VALENCIA. Rodeado de notarios y jueces desde que nació Julio Pascual decidió ser abogado y especializarse en temas mercantiles, fiscales y concursales. Veranea en Benicassim y Javea donde pesca y observar el cambio climático rodeado de sus dos hijos, su mujer y amigos como Diego Lorente, Mateo Castellar o Carlos Fabra. Aunque siempre supo que lo suyo iba a ser cuestión de ley en la facultad tonteo con la poesía, las asociaciones jurídico ecologistas y varios movimientos sociales. Hoy sigue vinculado al universo solidario a través de Intermon y la Cruz Roja. Es optimista por naturaleza aunque se equivoca en sus percepciones y si pudiera penalizar un defecto castigaría la envidia sin dudarlo y eliminaría las políticas de igualdad.
-¿En su vida todo es cuestión de fe?
-No. En esta vida creo que hay que tener suerte. Pero conviene que te lo hayas currado cuando llegue.
-¿En su familia qué es lo que más abunda notarios, jueces, registradores o abogados?
-Los notarios. Los tres hermanos de mi padre lo son. Mi padre fue inspector de Hacienda y yo intenté durante ocho años ser notario como ellos, pero no pudo ser.
-¿Acabó en frustración?
-Todo lo contrario, fue una liberación. Aprobé dos veces el primer examen de oposición, pero para la segunda vez ya estaba casado y saturado de tanto estudiar. Tras el fracaso del tercer intento opté por emprender el camino de la abogacía.
-¿Por qué rumbos?
-Con temas mercantiles y de empresa para especializarme en fiscal y concursal. Hoy son básicos. La fiscalidad de muchos negocios frena que éstos nazcan. Muchas operaciones no se hacen por el coste que suponen. En 2007 me especialicé en temas concursales y lamentablemente sigue en auge. De hecho a la vuelta del verano se esperan varios.
-¿Seguimos sin hablar de crisis en los despachos de abogados?
-Se habla. Pero personalmente prefiero las épocas boyantes porque las operaciones que se realizan son más creativas, se mantienen en el tiempo y por tanto les puedes ofrecer más servicios. Ahora muchas empresas están en liquidación. Las que siguen están refinanciadas, delgadas y reduciendo costes.
-Pese a ello ¿es optimista o pesimista ante el próximo año?
-Siempre soy optimista, pero también es verdad que me suelo equivocar. Pensé que 2011 iba a ser el despegue y ha acabado siendo más duro de lo imaginado. Así que si me pregunta por 2012 mi respuesta es positiva y confió en que vuelvan a surgir empresas familiares.
-¿Cree que los millonarios españoles están dispuestos a emular a los franceses?
-No lo sé, pero no creo que esa sea la solución. A la gente de clase media nos puede parecer bien que los que más tienen paguen más, pero en España no llegan ni al 1% de la población. Lo importante es que haya mucha clase media que pague sus impuestos con una presión fiscal moderada.
-¿Existen recetas milagro?
-No. Es necesario tener empresas que contraten a gente. Para ello hay que favorecer a la pequeña y mediana empresa. ¿Cómo? No presionando, ni pensando que el empresario es el malo de la película.
-¿Los notarios no son millonarios?
-Hay algunos que lo están pasando mal. Algunos han tenido que pedir una "congrua" al colegio notarial. Un depósito que existe para los que no pueden llegar a final de mes. Y también hay muchas notarias en ERE. En época de bonanza sí se ganó dinero, pero ahora la notaría no es una profesión privilegiada y menos con el esfuerzo de más de 14 años que cuesta obtener el título.
-¿Siempre supo que las leyes estaban hechas para usted?
-Sí. Crecí en una familia de abogados, mi abuelo fue juez y notario, así que acabar estudiando derecho era inevitable. De todos modos disfruto mucho con mi profesión. Jamás dudé que lo mío iba a ser la abogacía.
-¿Alguien en su familia le tentó para virar de rumbo?
-Sí, mi abuelo. Un día me llevó a comer a un restaurante en Benicassim, donde pasamos los veranos, y me recomendó que no opositara. El veía que la notaría no era lo que fue y me conocía bastante. En la facultad siempre andaba organizando asociaciones, vinculándome con proyectos sociales, escribiendo poesía...
-¿Llegó a recitar?
-Sí, pero en of the record ante amigos y profesores de la facultad. Por eso mi abuelo desanimaba mis inquietudes notariales. Sin embgargo no le hice caso e invertí ocho años de mi vida en intentar obtener una plaza que no conseguí. No obstante esos años de formación han sido vitales para mí. Cuando llegué al despacho funcionaba solo, no tenía dudas.
-¿Qué tal se llevan las redes y la abogacía?
-En mi caso era bastante burrete. Después de tantos años entre libros me costaba empezar. Ahora, una vez empecé no paro, sobre todo me encanta enviar correos. Se me resisten los social media, así que por ahora no estoy ni en facebook, ni en twiter.
-¿Cree que es importante para los abogados estar on line?
-Los e-mail han supuesto un gran avance y hay aspectos del sistema on line a los que nos costaría renunciar, pero otros y teniendo en cuenta la crisis actual son cansinos. En la abogacía se vuelve a buscar la relación de siempre: cliente-abogado en la que participas de sus problemas e incluso en su vida privada. Las redes sociales serán muy importantes para foros o difusión de eventos, pero mecanizan las relaciones. Ahora se prefiere el tú a tú.
-¿Los abogados de hoy son más comerciales que los de ayer?
-Sí. La llegada a Valencia de grandes despachos es lo que ha generado una competencia feroz. Las pequeñas boutiques de abogados, como la nuestra, se nutría por el boca a boca, hoy tienes que realizar mucha labor comercial. De hecho considero que un 50% depende de tu capacidad técnica y el otro 50% de tu capacidad social y relacional.
-Veranear en Benicàssim le permitirá aumentar sus relaciones, ahora que la zona se ha puesto de moda.
-Pues sí. Pero además los otros 15 días de mis vacaciones los paso en Javea. Así que cada verano hago nuevos clientes.
-¿Qué miembros hay en su networking de vervano?
-Uf. En cierto modo los de siempre. Carlos Fabra, Diego Lorente, Mateo Castellar, Hortensia Roig. También conozco mucho a Rafa Rubio. Me muevo en ambos lados. No posicionarte y ser independiente es importante.
-¿Sigue practicando el asociacionismo de su época universitaria?
-Sin duda. En aquellos tiempos teníamos un grupo que se llamaba Auje, Asociación Universitaria Jurídico Ecologista. La montamos con un profesor para defender el medio ambiente y recuerdo esa etapa con ilusión. Esta experiencia es la que me ha permitido conservar parte de aquellos amigos e involucrarme en ONG,s como Intermon, la Fundación Josep Carreras, Cruz Roja... junto a mi mujer.
-¿También tiene carné de "Carolino"?
-Sí y de una asociación gastronómica fundada en mi etapa universitaria que organiza cenas mensuales con un experto. Y en los "Carolinos" me gusta la heterogeneidad del grupo y creo que con un poco de rodaje quizá salga algo más que un debate inteligente entre profesionales valencianos.
-¿Qué opina de las revuetas de Londres y Filadelfia?
-Son similares al 15-M español en cuanto a niveles de indignación, pero en los casos de Londres y Filadelfia la reacción también se ha producido debido a los dispares niveles de pobreza. Es curioso que cuando lees la letra pequeña en la prensa observas que el 15-M se está organizando. Sin embargo nadie habla de ello. También me llama la atención el poco análisis que se realiza de estos hechos.
-¿Cuándo oye hablar de políticas de igualdad a qué le suena?
-En ese caso soy muy crítico y políticamente incorrecto. Tenemos una Constitución que nos equipara y una educación en los colegios que es donde se nos tiene que equiparar mental y físicamente. Sin embargo necesitamos leyes que no son justas. Yo no entiendo la ley de Violencia de Género. Machistas ha habido, hay y habrá. Por ley no se puede rebajar asesinatos de perturbados o machistas radicales. No entiendo porqué si un hombre mata a una mujer además de ser un asesino tiene el agravante de violencia de género y si una mujer mata a un hombre pasa menos años en la cárcel. Las noticias se dan sesgadas. Se dice cuántas mujeres han muerto a manos de sus maridos cada año, pero no al revés. El año pasado fueron 65 mujeres, pero cuando buscas cuántos hombres fueron asesinados por sus mujeres te encuentras con 23.
-¿Cuánto orden hay en su vida personal?
-Soy bastante desordenado, pero muy ordenado en mi vida profesional y en mi vida personal. Soy muy familiar. Me encanta estar con mi mujer, mis padres, mis hermanos...
-¿Usted concilia?
-Lo que puedo, pero mi mujer lo entiende. Ella ahora no trabaja. Salió en el último ERE de Feria Valencia, del que se ha escrito tanto, donde llevaba diez años. Es abogado y se va a poner a trabajar como procuradora. Hasta ahora y como es artista se ha resarcido del ERE haciendo tocados y pamelas... ¡vamos, vende un montón!
-¿Y usted, con que se resarce de un mal día?
-Con mis hobbys, que son la meteorología y la pesca.
-¡Vaya! ¿y qué nos espera este otoño?
-Me temo lo peor. El calor ha sido irracional en verano y el agua del mar está muy caliente así que vienen tormentas y no pequeñas.
-¿Es fan de cambio climático?
-Soy 'cambioclimáticoescéptico'. Es verdad que hay cambio, pero no es para tanto. Creo que Al Gore ganó mucho dinero, ¡vamos, que se forró! Nadie habla ya de la capa de ozono porque está cerrada. Me fascina la meteorología y sobre todo en la zona de Valencia y Levante.
-¿Si se pudiera legislar sobre defectos cuál habría que penalizar con el código español?
-Creo que se legisla demasiado. Manuel Albadalejo ya dijo que el derecho que se hacía en España cien años atrás era más simple y lo entendía todo el mundo. Hoy no hay quien lo entienda. Sería conveniente legislar menos e intervenir menos en cosas superfluas.
-¿Y si habláramos de defectos?
-Lo que me revienta es la envidia que surge en la mirada, la sonrisa y la crítica mordaz que se le hace a una persona porque simplemente le va bien o destaca por cualquier cosa.
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