VALENCIA. La semana pasada el club con más fans en todo el mundo, el Manchester United, anunciaba la firma de un contrato con un nuevo sponsor, de esos que tanto repudia nuestro presidente. Y los detalles conocidos del contrato, a buen seguro, dieron paso a la admiración del futbol mundial.
En este caso, ManU había firmado la esponsorización de su camiseta de entrenamiento con el operador logístico DHL. Sí, lo han leído bien. No la camiseta oficial que esponsoriza la estadounidense AON Corporation, no. En este caso, estamos hablando de la estampación en la camiseta utilizada para los entrenamientos del equipo, el training kit.
A razón de 10 millones de libras anuales, por cuatro temporadas, los Rooney, Nani, Valencia, Park, Berbatov... lucirán en sus entrenos a la empresa DHL. Es evidente que el equipo de marketing del Manchester United encargado de promocionar mundialmente la marca del club, compuesto por unas 70 personas, da grandes resultados. Para hacérselo mirar por otros.
Para que no se me quede en el tintero y ustedes puedan hacer sus cálculos, el contrato con el patrocinador oficial de camiseta del ManU, AON, está valorado en torno a los 40 millones de libras anuales.
Los sponsor de la camiseta deben formar parte del espíritu del club. Deben ser más que un buen negocio. Un buen ejemplo es el patrocinado oficial del ya venido a menos PSV Eindhoven, el conglomerado empresarial holandés de la electrónica Philips NV. De hecho, el nacimiento del club de nuestro estimado Ronald Koeman (último entrenador en ganar un título en Mestalla), allá por 1913, fue consecuencia de la propia empresa y sus trabajadores.
Este patrocinador, en momentos delicados del club, le ha llegado incluso a prestar dinero por más de 20 millones de euros. Además, es considerado como el contrato de patrocinio de la camiseta oficial más longevo en el mundo del futbol. Firmado inicialmente en 1982 y valorado en la actualidad en 5 millones de euros anuales.
No son los únicos casos. En otras ligas, como la italiana, sin contar con los tres grandes Milán (Emirates-12 millones de euros), Inter (Pirelli-9 millones de euros) y Juventus (Betclic-8 millones de euros), el resto equipos comparables con nuestro club tienen contratos estables y de larga duración con sus patrocinadores de la camiseta.
Roma (Viento-7 millones de euros), Nápoles (Acqua Lete-5,5 millones de euros) o Fiorentina (Mazda-4 millones de euros) son un buen ejemplo para el Valencia CF SAD. Pero, ¿qué le pide el presidente Llorente al universo de patrocinadores para que no sienta que manchan la camiseta de nuestro club?
Es sorprendente, por no citar otros calificativos más gruesos, que un club ¿grande? como el nuestro sea capaz de presentarse en el primer partido oficial sin patrocinador mientras nos reconfortamos escuchando las alabanzas internas desde la "central lechera" por la venta de Juanin Mata: "Un ejemplo para el mundo del futbol", "un ejercicio de responsabilidad",...
Un Valencia CF sin mundialistas, sin referentes mediáticos claros, sin campo nuevo, con un enorme patrimonio inmobiliario improductivo, con un accionista único asfixiado y anónimo, con un banco de cabecera lejana... ahora entiendo que solo le quede hueco en las mangas de la camiseta.
Solo ha pasado una jornada de liga y todos, sin excepción, piensan que la diferencia entre los dos primeros de la Liga y el Valencia CF (que seguro que será tercero, no tengo la mas mínima duda visto lo visto) será todavía mayor que la de la temporada pasada.
Señor Llorente, el ajuste en el gasto es necesario pero el aumento de ingresos es deseable. No podemos convertir al Valencia CF en un equipo sin expectativas económicas.
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