MADRID (EFECOM). Las cajas de ahorros que deben reforzar su capital antes de octubre tienen diez días, hasta el 10 de septiembre, para aclarar al Banco de España cómo pretenden conseguirlo y en última instancia, para intentar lograr una prórroga por parte del supervisor.
Según el decreto ley para reforzar el sistema financiero aprobado en febrero, las entidades españolas tendrán que cumplir los nuevos requisitos de solvencia que elevan el capital mínimo con el que deben contar las entidades al acabar septiembre o pasarán a estar participadas por el Estado.
Sin embargo, la norma deja la puerta abierta para que las entidades dispongan de algunos meses más, como máximo hasta finales de marzo de 2012, para lograr sus objetivos, siempre que antes hayan dado pasos en firme para reforzar su capital y reciban el beneplácito del supervisor.
Tras las salidas a bolsa de Bankia y Banca Cívica, sigue habiendo siete grupos de cajas que aún presentan un déficit de capital, entre ellos la intervenida CAM, que requería 2.800 millones y en los próximos meses caerá en manos del mejor postor en subasta pública.
A continuación, las cajas más necesitadas son NovacaixaGalicia, que necesita 2.622 millones, y CatalunyaCaixa, a la que le faltan 1.718 millones.
La unión fruto de las cajas gallegas espera incorporar socios a su accionariado para minimizar la inyección del Estado, mientras que la entidad catalana cubriría totalmente su déficit con dinero público.
Las valoraciones que los expertos independientes culminarán en los próximos días servirán para determinar qué porcentaje le correspondería al Estado por las aportaciones que haga o para facilitar acuerdos con otros socios.
Unnim, integrada por Caixa Manlleu, Sabadell y Terrasa, debe captar 568 millones y según fuentes financieras aspira a obtenerlos a través de una alianza, en la que suenan como candidatas Ibercaja y, con menor ruido, Banca Cívica. Oficialmente no hay comentarios.
Similar es la situación de Caja España-Duero, con un déficit de capital de 463 millones, que conseguiría si cierra su unión con la malagueña Unicaja, a la espera de que las asambleas de las entidades lo aprueben antes del 30 de septiembre.
De no llegar a tiempo y para evitar tener como accionista al Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, el grupo castellanoleonés podría solicitar una prórroga al Banco de España.
Con ese aplazamiento conseguiría tener más allá del 30 de septiembre para reforzar su capital, como se da por hecho que harán BMN, formado por Caja Murcia, Caja Granada, Penedés y Sa Nostra; y el grupo Liberbank, liderado por Cajastur.
BMN captaría holgadamente los 637 millones que le faltan con cualquiera de las tres ofertas vinculantes de inversores que tiene encima de la mesa, pero se encuentra con que éstos piden tiempo para despejar algunas incógnitas macroeconómicas ante la inestabilidad de los mercados.
Al mismo tiempo, BMN ha remitido ya a la Comisión Nacional del Mercado de Valores un borrador del proyecto de su salida a Bolsa, con el objetivo de que éste pudiera quedar registrado en septiembre aunque el debut bursátil no sería hasta el primer trimestre de 2012.
Por su parte, Liberbank, la otra entidad que podría pedir una prórroga, espera reforzar en breve su capital con la venta de activos o la entrada de inversores privados.
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