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VALENCIA. Sigue fascinando por su amalgama de finura indumentaria en 'total-black', de réplica deslumbrante, de florituras vocales y pluma centelleante. Es la encarnación pluscuamperfecta del crooner patrio (Dean Martin+Concha Piquer+Walter Mercado=Raphael). 
O te va o no te va. A él se le debe un sinnúmero de perlas sonoras proustianas como 'Yo soy aquel', 'Provocación', 'Digan lo que digan' o 'Mi gran noche'. Lean, lean entre líneas...
La existencia entera de este gentleman experto en volteretas orales, recibirá un homenaje en la ciudad de Benidorm. Quintaesencia del Raphaelismo. Tachán. Lejos quedan aquellos primeros puestos en el Festival Internacional de la Canción de Benidorm o sus sonadas participaciones en el Festival de Eurovisión (cuando este encuentro tenía un olfato único para descubrir a las jóvenes promesas de la canción, hoy diagnosticado con una anosmia crónica). Es el signo de los tiempos.
Momento glorioso: el Ayuntamiento de Benidorm y el cantante están preparando ya los actos que conmemorarán en 2012 los cincuenta años (y van...) de carrera profesional del "aphamado artista español", que se inició en el mundo profesional de la música con su participación y victoria en el Festival de Benidorm de 1962 con la canción 'Llevan'. Olé! Poética del tradicionalismo. Raphael sin Benidorm no sería Raphael. Y viceversa. Aunque ahora lo haya destronado una "princesa del pueblo" exquisitamente vulgar. Y el pobre Jean Baudrillard pensaba que América era un simulacro...
Medio siglo después el artista se sube, el 27 de agosto a las 22.30h en el Auditorio Julio Iglesias (sic), a los altares laicos de la misma ciudad dentro de su gira "Te llevo en el corazón". ¡Big in México! Este nuevo espectáculo es un tributo a la música popular de América Latina que incluye tangos, rancheras y boleros, rodeándose de un abanico instrumental ad hoc. Así, Raphael apuesta por un "tratamiento vintage" (¡qué novedad!) en el que se recrean los ambientes de los tres estilos y, a los instrumentos habituales de su banda (piano, bajo, batería, teclado y guitarra) se suman la trompeta, el violín y el bandoneón, con el objetivo de imprimir más carácter, si cabe, a su repertorio que también incluye los "temas de siempre". Continuará.
"Respaldo y fevor del público". Es simpático este comentario, pero yo debo decir: Bravo, Valencia Plaza, estamos hartos de caspa tratada de vintage o como se diría ahora, retro.
Irónico diría yo. Es cierto lo que dices "Raphael es eso y mucho más"
Basta leer el primer párrafo de su artículo para entender que usted se conforma con acercarse a la caricatura y jamás se ha molestado en comprobar -fuera de prejuicios y leyendas- la dimensión y trascendencia de este extraordinario artista. Esa sería una buena oportunidad. Nadie que se corresponda a la burlesca descripción que hace usted de él, sería capaz de mantenerse 50 años sobre los escenarios del mundo y siempre con el respaldo y fervor del público. Por mucho que se empeñen quienes opinan como usted.
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