VALENCIA (VP). "Vaya arranque de mes llevamos, pensaba que iba a ser volátil como suele suceder en esta época del año, pero hasta el extremo que estamos viviendo ni me lo imaginaba. Ni los apoyos de Bruselas, ni los que se están sucediendo desde los países que se encuentran en tela de juicio como son España e Italia han logrado calmar a los mercados. Los especuladores de turno saben que agosto es un mes idóneo para la desestabilización y lo están logrando a través del sector bancario".
Son palabras de un broker valenciano a punto de arrojar la toalla a la vista de lo que se está viviendo en los mercados en este pésimo arranque mensual, que se ha llevado por delante la cota psicológica de los 9.000 puntos del Ibex 35 -aunque en la recta final de ayer los recuperó- y con un 'riesgo país' que se ha instalado cómodamente en los niveles más altos desde la entrada en vigor de la moneda única. Detrás de estos movimientos hay un sector que está padeciendo especialmente la desconfianza que se cierne sobre España: el bancario.
Para muestra, un botón: una de cada diez acciones de la banca española cotizada está prestada, según los datos del boletín diario de la Bolsa de Madrid correspondiente a este pasado martes. Una operativa, el préstamo de valores, que deriva en buena parte de los casos en las posiciones cortas o bajistas. O lo que es lo mismo: tirar hacia abajo el valor en bolsa. Pero conviene tener claro que prestar acciones no es sinónimo de intentar castigar a una compañía.
De hecho es una fuente de liquidez en los mercados, lo cual facilita el abaratamiento de los costes operativos y, por ende, aumenta de la eficiencia de los mercados. Asimismo, también se puede utilizar como fuente de financiación mediante el préstamo de acciones contra el dinero contante y sonante.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte esta operativa de préstamo, que básicamente se trata de tomar acciones prestadas de un valor, se está utilizando para desestabilizar al mercado bursátil, dado que no son pocos los fondos de inversión de alto riesgo (hedge funds), los que una vez que reciben el préstamo se ponen bajistas. Una circunstancia que ha obligado a los organismos supervisores mundiales a seguir diseñando estrategias para frenar la ola de ventas que sacude a los mercados de valores de un tiempo a esta parte tras el estallido de la crisis de la deuda de los países periféricos.
De los casi 3.000 millones de títulos prestados de la banca cotizada española, concretamente 2.879 millones, Santander y BBVA monopolizan el 76,58%. Pero, curiosamente, ninguna de las dos entidades tiene declarada en la CNMV posición corta o bajista alguna. Eso sí conviene tener en cuenta que el organismo supervisor exige comunicar posiciones individuales declaradas superiores al 0,5% más el total de las posiciones superiores al 0,2% e inferiores al 0,5%. De ahí que para intentar ponerse en corto sobre estos gigantes bancarios haya que desembolsar en torno a los 300 millones de euros. Aunque nadie duda que hay muchos fondos con menos de ese porcentaje bajo su control.
POPULAR Y BANKINTER, EN EL PUNTO DE MIRA
Asimismo, existen otros mecanismos que 'esquivan' la venta de acciones a débito como son la compra de warrants u opciones put, la venta directa de futuros, la compra de ETF o hedge funds invertidos o, por ejemplo, la operativa con contratos por diferencia -los llamados CFDs-. Instrumentos bajistas de diversa índole que se están utilizando en estos días sobre la banca española cotizada.
Por no hablar de los instrumentos profesionales como los cada vez más populares credit default swaps o CDS -los seguros de impago de deuda-, que se han disparado en el caso de Italia y España descontando que no tardarán mucho en seguir los pasos de Grecia, Irlanda y Portugal. Y en este caso es la banca la más afectada, dado que las agencias de rating no dudan en sacar la tijera y, de este modo, la salida a financiarse a los mercados resulta más cara, por no decir imposible.
Pero no sólo Santander y BBVA, que tienen el 19,64% y 11,34% de su capital social en préstamo de acciones, figuran en la CNMV sin posiciones cortas declaradas. Otros cuatro valores del sector (CaixaBank, CAM, Bankia y Banca Cívica) también les sucede lo mismo. En total, la mitad de las cotizadas bancarias, pero en el otro lado de la balanza la palma se la lleva el Popular, que tiene declarados un porcentaje de cortos del 6,03% y un 17,06% de su capital social prestado, según los últimos datos del organismo que preside Julio Segura.
A continuación figura Bankinter, con los bajistas 'controlando' el 5,85% de su capital y el 11,90% en préstamo de acciones; seguido del Sabadell con el 3,66% en cortos y el 13,94% prestado. Banco de Valencia (1,691% y 4,92% respectivamente) aparece también, al igual que Banesto (o,534% y 0,94%) junto con el Pastor (0,27% y 1,30%). Una operativa, la del préstamo de valores en la banca, a la que recurren principalmente los no residentes para no soportar la rentención en el caso de pago de cupones.
Estamos en un momento en el que el inversor, si es listo, va a sacar partido a las aguas revueltas, aunque a corto plazo corren un gran riesgo. Si quieren ganar dinero a medio plazo, Banca Cívica es la mejor opción, las acciones han salido regaladas y se van a revalorizar más pronto que tarde.
Las 3 agencias de rating que hay dejarían de especular tanto si hubiera una agencia europea que también emitiese calificaciones.
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