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La intervención de la CAM por el Banco de España deja en entredicho el papel del IVF

LUIS A. TORRALBA. 29/07/2011 El desembarco de la autoridad financiera del Estado en la caja ha puesto en tela de juicio la función tutelar que la ley concede al Instituto Valenciano de Finanzas durante su corta pero intensa existencia

VALENCIA (VP). Leandro García (1993-1995), José Manuel Uncio (1995-2005), Enrique Pérez Boada (2005-2009) y Jorge Vela (2009-actualidad) han sido los cuatro directores generales del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). Una entidad con personalidad jurídica propia y plena capacidad pública privada, sujeta a la Generalitat Valenciana, encargada de supervisar a las cajas y cooperativas de la Comunitat y, entre ellas, Caja Mediterráneo (CAM).

"En el área de entidades financieras se realizan las funciones relativas al control, inspección y disciplina de las entidades financieras que están bajo la tutela administrativa de la Generalitat Valenciana (cajas de ahorros, cooperativas de crédito y cooperativas con sección de crédito de la Comunitat Valenciana) funciones que han sido atribuidas al IVF mediante el Decreto 132/1992, 20 de julio, del Gobierno Valenciano". Así informa el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), dentro de su web corporativa, de sus propias competencias en materia de supervisión de las entidades financieras autonómicas.

Sin embargo, el brazo ejecutor de la política financiera del Consell advierte también que "la supervisión prudencial de todas estas entidades corresponde al IVF, si bien en el caso de las cajas de ahorros y cooperativas de crédito las competencias administrativas son compartidas con el Banco de España". Por tanto, y según el texto legal, ambas instituciones son corresponsables de no haber sido capaces de detectar las irregularidades que han condenado a la CAM a ser intervenida por parte del Banco de España y ser administradas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Según la memoria del IVF de 2010, entre sus principales actividades figura la autorización de operaciones de riesgos y transmisiones de bienes con altos cargos en las cajas de ahorro como la verificación del cumplimiento de la normativa aplicable -incompatibilidades, personas vinculadas, límites del riesgo...-, tratamiento y verificación de la documentación necesaria, consultas sobre aspectos societarios y accionariales, así como la tramitación de la solicitud de autorización y propuesta de resolución.

Fuentes del Consell recalcaron este pasado miércoles, no obstante, que el IVF, el órgano supervisor de las cajas valencianas, autoriza las operaciones de crédito que la CAM "le propone, siempre que cuenten con el informe técnico favorable y el acuerdo del consejo de administración", pero "no propone, ni analiza el riesgo de la operación, así como tampoco concede la operación".

AVISO A NAVEGANTES

Sin embargo, el IVF también está legal y técnicamente autorizado, siempre bajo las órdenes de la Generalitat a través de la Conselleria de Economía y Hacienda (en el último Consell dividida en dos áreas diferenciadas) para recurrir a una entidad situada bajo su supervisión y obtener financiación a través de ella. Así lo hizo con la CAM apenas un par de días antes de la intervención del Banco de España, al adjudicarle una emisión de 200 millones de euros en pagarés, que fueron directamente a parar a las maltrechas arcas autonómica.

Pero para necesidades las de la CAM, que en los últimos tres meses tuvo que recurrir hasta en tres ocasiones a la emisión de cédulas hipotecarias para incluirlas en su activo y utilizarlas como garantía colateral para acudir a las subastas de liquidez que celebra el Banco Central Europeo (BCE). Así, el pasado 14 de abril emitió 1.500 millones de euros a tres años; el 3 de mayo otros 1.500 millones de euros a dos años; y tres días más tarde 1.000 millones de euros también a dos años. Total 4.000 millones de euros en apenas tres semanas.

Todo un aviso a navegantes sobre la falta de liquidez por la que atravesaba la entidad alicantina, cuya situación se vio agravada todavía más por las rebajas del rating tanto de Moody's como de Fitch -Standard & Poor's no la califica- en el mes de abril hasta el nivel de 'bono basura'. Por no hablar del suspenso en toda regla que recibió en los 'stress test' de la banca europea, además con la peor nota de todas las entidades financieras.

Mientras en la plaza Nàpoles y Sicilia, en donde se halla ubicada la sede del IVF, no terminaban de calibrar la situación por la que atravesaba la caja, el precio de sus peculiares 'acciones' pasaba de cotizar por encima de los 6 euros a primeros de abril a caer hasta los 4,88 euros el 6 de mayo, el día que emitió por última vez cédulas hipotecarias, aunque la situación se acentuaría posteriormente al llegar a tocar los 4,11 euros, el mínimo histórico de su corta trayectoria bursátil.

Para entonces ya había intervenido el Banco de España y se iban conociendo cómo consejeros de la caja alicantina -incluso el hasta hace poco presidente Modesto Crespo- habían tenido en los últimos años un exquisito trato a la hora de obtener créditos, avales o garantías personales, que en algunos casos se plasmaron en créditos a coste cero.

"UN ALIADO Y NO UN MERO SUPERVISOR"

A finales de marzo de 2006, el anterior director general del IVF, Enrique Pérez Boada, concedió una entrevista en la que cuestionaba una fusión entre Bancaja y CAM, a través de una pregunta:  "¿Para qué tener sólo la tercera caja de ahorros de España si ahora tenemos la tercera y la cuarta?". Boada, a la vista de las cuentas que en aquella época publicaban ambas entidades, advertía que lejos de una fusión lo importante era que "ambas lo están haciendo muy bien: algo no sólo importante para los consumidores sino para toda la economía valenciana". Eran otros tiempos.

El anterior director general del IVF señalaba también en la misma entrevista que no habían detectado grandes irregularidades en ninguna de las entidades que supervisaban. Asimismo, observaba "una mayor disciplina" y buscaba que las entidades vieran al instituto como "un aliado y no como un mero supervisor que actúa a posteriori para reprender o castigar. Queremos que sepan que estamos para ayudarles y asesorarles a mejorar".

Con Bancaja integrada en BFA/Bankia, la CAM reconvertida en un banco (Banco Base) y Banco de Valencia -sobre el que nunca ha tenido competencias al ser un banco-, el IVF debería replantearse "las funciones relativas al control, inspección y disciplina de las entidades financieras que están bajo la tutela administrativa de la Generalitat Valenciana". En casa del herrero, cuchillo de palo.

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2 comentarios

Jose escribió
30/07/2011 14:19

A posteriori alzamos la voz contra el IVF. ¿Y quién reniega contra la cámara de Valencia, que cobra a todas las empresas y autónomos y cobra los cursillos?

Enrique escribió
29/07/2011 14:33

¿Para que sirve el IVF? Desde su actividad de control de entidades financieras, no ha controlado. Si como dice solo da el visto bueno a operaciones que lleven informe tecnico y hayan sido aprobadas por el organo correspondiente, no se han enterado ni de los creditos a tipo 0% ni de la concentracion de creditos a Consejeros. desde su actividad de Mercado de Capitales ¿que mercado? ¿a caso pueden negociar algo? ¿o aceptan lo que los mercados, a plazo y tipos, les da? Desde la actividad crediticia, para dar 10 operaciones nuevas al año, no hace falta el IVF. Y desde su actividad de Capital Riesgo, para hacer dos operaciones al año, tampoco hace falta. Y no digamos nada de la SGR. Un bluf

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