VALENCIA (VP). Jonh 'Maddog' Hall es un histórico promotor del software libre, uno de los padres de Linux, el sistema operativo de código abierto más popular. Maddog es presidente y director ejecutivo de Linux International desde 1995 y desde hace años recorre el mundo para hacer explicar las bondades del software libre frente a los intereses de las multinacionales. Esta semana ha estado en Valencia compartiendo espacio y mesas, como un campusero más con los asistentes a la Campus Party.
Maddog (apodado así, perro rabioso, por sus alumnos del Hatford State Technical College) es un firme defensor de la política local y ha trabajado como consultor para gobiernos de todo el mundo. Maddog aprovecha siempre la oportunidad para llamar a todos los estados para que impidan las patentes de software, que califica de "absurdas". Para Maddog, la expansión del software libre significa una batalla por la libertad que facilitará un cambio económico y social desde los países ricos, hasta los más pobres y recónditos.
-¿Qué le ha traído a la Campus Party?
-Suelo ir a un montón de conferencias sobre software libre por todo el mundo y me encanta. Pero es lo que llamamos 'acercarse al acercado'. Esa gente ya sabe lo que es el software libre y lo que puede hacer con él. No necesitan mi ayuda. Pero aquí en la Campus Party veo a mucha gente muy muy brillante. A muchos de ellos les gusta mucho jugar a los videojuegos, eso no es malo. Pero también veo a gente con ideas brillantes y a ellos tengo que mostrarles que si usan software libre no necesitarán implementar la solución entera ellos mismos. Pueden recopilar pequeñas partes del software y juntarlo todo para conseguir una solución que podrán vender a otra gente, además de vender servicios y soporte para ello. Yo simplemente quiero presentarles el software libre y lo que puede hacer por ellos. Y estoy lo hago aquí en Valencia, pero también en Brasil, Ecuador, Colombia y en todos esos países en los que llega la Campus Party. Así, me acerco a toda esa gente que llamo los 'contaminados', los que aún usan Microsoft y Apple y les digo que le peguen un vistazo al software libre, y aunque sigan usando sus iPod y cacharros, pueden usar software libre para coordinar todos estos aparatos y para desarrollar sus proyectos.
-Usted ha trabajado como consultor para diversos gobiernos. ¿Qué no han aprendido aún?
-Creo que la principal lección que no han entendido del software libre es que hablamos de gratuidad cuando en realidad deberíamos hablar de libertad. Lo que hacen los gobiernos es pegar un vistazo y decir "si todo el software es gratis, entonces se está menospreciando internet". Pero la gratuidad no es el mayor valor del software libre. Hay una diferencia entre el coste de una solución y el valor de la misma. El coste solo puede ir descendiendo hasta el cero.
-Con la diferencia entre coste y valor hablamos de economía...
-Y de un mundo de posibilidades. Puedes pensar que el software, el soporte y la integración son gratis, por lo que sólo puede tender a cero. Pero yo te hablo del verdadero valor de la solución, que puede ser prácticamente infinito. Yo creo que con la libertad que puedes obtener con el software libre te permite incrementar el valor. Y el valor puede ser entendido de muchas formas. Puede medirse en sentido de longevidad de manera que si una empresa sale fuera de un negocio y pierde la licencia de propiedad del software, tendrá que cambiar la forma de hacer su negocio. Sin embargo con el software de código abierto y puedes contratar a alguien para que mejore y adapte el software para ti y continuar con el negocio, y todo ello, tiene un gran valor. También hay un valor en tener el software en tu propio idioma. En España tenéis la suerte de que mucho software está también en español pero en otras áreas del mundo no son tan afortunados. Por ejemplo, el suahili u otras lenguas en las que no ofrecen servicio las grandes compañías de software cerrado. Con el código abierto puedes tomar la decisión de hacer y adaptar el software a tu idioma, lo que puede ser infinitamente valioso para ti.
-A pesar de todo, las empresas parecen resistirse a trabajar con software libre.
-Creo que en España hay proyectos muy buenos usando código abierto. Sé que hay provincia en España, creo que Extremadura, donde hay 100.000 estudiantes usando software libre para la educación desde hace años y ha tenido mucho éxito. Es un claro ejemplo de liderazgo del código abierto. El problema es que muchas empresas en España piensan "estamos bien, tenemos software en español, con eso basta". Pero cuando estas empresas quieren expandirse a otros países y llegan a países que no hablan español y quieren tener sus programas en su lengua, lo tienen muy complicado para conseguirlo con código cerrado. Se tienen que tener en cuenta este tipo de consideraciones. O cuando una empresa quiere crear su propio software y venderlo a otros países y poder ofrecerles servicio técnico en sus idiomas... Estas son el tipo de cosas que los empresarios tienen que tener en cuenta, los problemas con las licencias hacen que muchas empresas vayan migrando al software libre. Por no hablar, por supuesto, del ahorro de costes.
-¿Pero se puede hacer negocio con el software libre?
-Cuando se trabaja para una empresa de código cerrado, hay mucha gente que gana mucho dinero, no sólo los productores de ese software. Me refiero a la gente que adapta el software a ese negocio, los que enseñan a otros cómo usarlo o a los mismos que usan el software para su empresa. Todos ellos hacen dinero con el software cerrado, pero con el software libre puedes hacer dinero exactamente de la misma forma. De hecho puedes hacer mucho más dinero con la integración a los distintos usuarios que con el código cerrado porque tienes más libertad para adaptarlo a las necesidades del cliente. No puedes hacer eso con software de código cerrado, a no ser que seas el mismo Bill Gates o Steve Jobs e incluso así es muy difícil conseguir su atención. Imaginemos que yo soy un pequeño desarrollador de aquí de Valencia, y quiero cambiar el software del señor Jobs. Le llamo por teléfono y le digo: "Hey, Steve, ¿puedo cambiar tu software?¿Sólo hacer un pequeñito cambio que sería muy valioso para mí?" Y él diría: "¿Pero quién eres tú? ¡Creo que estás cogiendo tu teléfono mal!".
-Y sin embargo, el fenómeno de 'fanboys' de Apple sigue creciendo.
-Apple siempre ha tenido cerca del 9% del mercado de ordenadores de sobremesa y Microsoft el 90%. Y yo soy el primero en admitir que Apple crea un producto muy bonito, muy bien integrado y muy estable y para mucha gente, eso es lo único que quieren y se lo da. Por el contrario para cualquiera de los que no hablan una de las lenguas mayoritarias a las que Apple da soporte técnico o para quien necesite cambiar alguna indicación del software que lleva su dispositivo, y por ello no puedan usar un producto de Apple porque el señor Jobs no lo va a cambiar para ellos, el dispositivo más bonito será inútil.
-¿Cuál es la respuesta, entonces?
-Actualmente hay mil millones y medio de ordenadores de sobremesa pero hay siete mil millones de personas en el mundo. Esto significa que unos seis mil quinientos millones de personas no han elegido todavía su ordenador. Y este grueso de gente no habla las lenguas mayoritarias. Son la misma gente que no tiene mucho dinero, por lo que seguramente necesiten un ordenador de segunda mano en el que puedan instalar un sistema operativo como Linux. Me alegra que el señor Jobs tenga a mil millones de clientes que puedan permitirse pagar 2.000 euros por un sobremesa, pero yo prefiero quedarme con los otros 6.500 millones de personas que necesitan un sistema operativo flexible o ala no tan caro. Cuando el software libre alcance a esa gente creo que el mundo vivirá una situación distinta.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.