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-¿Cuáles son sus sensaciones de cara sobre la marcha de la bolsa española?
-Hablar de sensaciones cuando comienza el período estival es complicado, puesto que entramos en unos meses en los que los volúmenes de operativa se reducen y eso provoca que las volatilidades aumenten de forma significativa. De ahí que debiéramos de restar importancia a los movimientos que puedan darse en el mercado y estar atentos a las noticias y resultados para plantear la estrategia que nos permita afrontar lo que resta de año con las mejores bazas.

-¿Qué espera de la nueva campaña de resultados de las cotizadas españolas?
-Sobre todo esperamos que aporten visibilidad en cuanto a resultados de los dos últimos trimestres del ejercicio. Así pues, es tan importante ver que se cumplen las previsiones hasta la fecha como que se aporten señales que reafirmen objetivos de cara a final de año. En cuanto al sector financiero cabrá destacar la cobertura que hagan de sus activos dudosos y ver si éstos ya no suponen sorpresas negativas en el balance.

-¿Y de cara la publicación de los esperados 'stress test' de la banca?
-Deberíamos quitar hierro a las últimas informaciones en las que se señalan que determinados grupos bancarios europeos no estarían en condiciones de pasar las pruebas. Recordemos que estas pruebas son una foto para medir calidad y la cantidad de activos del sector si se dieran determinadas situaciones muy negativas. Lo que no recogen las pruebas son las medidas que se están adoptando por parte de esos grupos para reforzarse en previsión de que pudieran darse esos escenarios.

-¿Qué valores recomendaría a un inversor de perfil medio de cara al periodo vacacional?
-Tradicionalmente los valores que deberíamos buscar son aquellos con visibilidad en resultados y con una elevada rentabilidad por dividendo. Una elevada retribución a los accionistas siempre ha suavizado los bruscos movimientos estivales y permitiría a los inversores poder disfrutar de unos días de asueto sin tener que estar apesadumbrados sobre la marcha diaria de la cartera. Una cartera diversificada de cara al período estival bien pudiera ser BME, Telefónica, FCC, Ebro y Enagás. Todas ellas tienen rentabilidades por dividendo por encima del 5%, que les permitirían afrontar el verano de forma cómoda y sin sobresaltos.