VALENCIA. El deporte rey por excelencia, el fútbol, no se encuentra al margen de la convulsa y delicada situación económica mundial. Los clubes pagan ahora un alto precio de las malas gestiones, de los abusos, de créditos a entidades financieras que en estos momentos no pueden hacer frente, entre otras deudas, y se ven abocados a descender de categoría, reajustar las plantillas y tirar de cantera y en el peor de los casos, desaparecer.
España disfruta ahora de los éxitos de la Absoluta y la Sub 21, vibramos con lo que ya se cataloga como la mejor liga del mundo pero... no es oro todo lo que reluce y nuestro país está a la cola del modelo de gestión económica con casi 4.000 millones de deuda, cerca de 300 jugadores sin cobrar a los que se adeudan 45 millones, un agujero de 700 millones con Hacienda, más otro tantos a la Seguridad Social y 22 clubes en Ley Concursal es nuestra carta de presentación. Alemania está al frente de un modelo y gestión económica brillante, mientras que Italia se halla en el farolillo rojo. El fútbol está enfermo y hay que buscar soluciones urgentes.
La Bundelisga, la liga alemana, es y debe ser el espejo en el que se deben mirar todos, es el mejor sistema de administración, financiación y gestión. Tal vez la ‘mano' de Angela Merkel se ha hecho notar. Los jugadores cobran lo que pueden pagar los clubes quienes, a su vez, gestionan los ingresos de forma que siempre les queda una ‘reserva' para cubrir gastos imprevistos y tener liquidez en caja. Mano dura en momentos difíciles hace que sobrevivan los clubes alemanes.
La peor gestionada, con un caos tremendo, es la italiana. El Calcio no atraviesa su mejor momento, además de los problemas con la justicia por compra de partidos, las deudas de los clubes asciende a cientos de millones de euros, y a fecha de hoy no hay un plan saneamiento, por lo que la deuda crece vertiginosamente. En la temporada 2009-10 arrojó pérdidas por 345,5 millones de euros y sólo 15 de los 132 clubes que lo integran reportaron beneficios en ese período.
La Premier League, liga inglesa, aún y a pesar de cotizar algunos clubes en bolsa no es la gran panacea. Las deudas aumentan temporada tras temporada sin control alguno por parte de la administración de Cameron. Los clubes de la Premier y de la npower Championship (Segunda División) acumulan unas pérdidas cercana a los 583 millones de libras (664 millones de euros). Nicolas Sarkozy, por su parte, no se hace notar en la liga francesa, todo lo contrario que su aliada Merkel, aunque la liga francesa tiene a su favor unos contratos y fichas de jugadores algo más acordes con la situación económica actual, de austeridad y reducción de gastos.
España está en los puesto de cola en la gestión económica. La Ley Concursal ya es el dogma y salvación para muchos clubes de primera y segunda división que no encuentran la fórmula para sanear sus cuentas. Deudas que alcanzan los 4.000 millones; agujero de 700 millones con Hacienda, más otros tantos con la Seguridad Social; 300 jugadores que están sin cobrar y a los que se les adeuda 45 millones; 22 clubes en Ley Concursal es el panorama actual.
La próxima temporada, en la que se ya se hablan de fichajes millonarios, arrancamos con 10 equipos bajo el paraguas de la Ley Concursal. Los ingresos son inferiores a los gastos; fichas de jugadores desorbitadas, fichajes con cifras de ciencia ficción, pero que son reales, hacen que el patrimonio de algunos clubes, Barcelona o Real Madrid, principalmente, esté siempre en la cuerda floja, jugándoselo todo a una sola carta. Los derechos audiovisuales juegan un papel importante, aunque el pastel no está bien repartido con dos o tres clases bien diferenciadas. La inyección económica del Banco Bilbao Vizcaya, patrocinando la Primera y Segunda División, no es suficiente para salvar los muebles a los clubes españoles.
Como modelos de ‘buena' gestión encontramos en nuestra liga a dos equipos de Segunda, CD Tenerife y CD Numancia, ambos cerraban el ejercicio 2009-2010 con beneficios. El Betis, recién ascendido a Primera y con Ley Concursal, ha cogido la senda de Alemania y parece que empieza a enderezar el rumbo, aunque les queda camino por delante.
El Levante UD, después de pasar por un calvario financiero importante, también ha tomado el buen camino, superando un concurso de acreedores y, al mismo tiempo, conseguir éxitos en la parcela deportiva, todo lo contrario que su vecino. El Valencia CF, sin ir más lejos, se encuentra en el lado opuesto y ha tenido que pegar el ‘tijeretazo' para no caer al precipicio, aunque éste lo han tenido muy cerca. El Nou Mestalla debería ser hoy el orgullo de España y por el contrario es la vergüenza de una mala gestión y que ahora solo se puede disfrutar de un campo de cemento, de una amasijo de hierros y basura. El club ché ha buscado financiación pero no ha tenido o no ha podido ofrecer suficientes garantías a los bancos o inversores para obtener liquidez y poder concluir su gran obra.
Por el momento los bancos siguen soltando dinero a esos grandes, renegociando deudas, préstamos y jugando a la ruleta rusa. Ahora bien, la pregunta o duda que nos asalta en estos momentos es: ¿qué sucedería si Barcelona o Real Madrid bajasen a Segunda División, tal y como así le ha ocurrido ahora a otro grande como el River Plate de Argentina? Se ha hablado mucho en los últimos años que una de las salvaciones sería saltar al parquet, aunque visto lo visto en Inglaterra, con muchos clubes saliendo a bolsa y que tuvieron que salir por la puerta de atrás un tiempo más tarde, caso del Leeds, el Southampton o el Sheffield United que quebraron al no poder hacer frente a las deudas.
Un descalabro financiero que hizo abrir los ojos a clubes modestos y pensar que no era una de los mejores opciones de salvación. Nuestro país, desde que en 1990 estableciera una ley en la que todos los equipos debían convertirse en Sociedad Anónima Deportiva debido a los 172 millones de euros de la época, se habló mucho de cotizar en Bolsa, sin embargo Barcelona y Real Madrid creyeron y creen que no es necesario, por lo que a fecha de hoy continúan siendo asociaciones deportivas no mercantiles y por ende no les interesa entrar a la bolsa, mientras que los ‘peques' no cuentan con garantías.
¿La llegada de nuevos millonarios al fútbol es la solución? Tal vez lo sea y en estos el Málaga, siempre flirteando con la segunda división, aspira con ese nuevo proyecto del jeque Adbullah Al Thani a ocupar unas de las plazas de Europa al finalizar la temporada 2011-2012. Los fichajes a golpe de talonario de Al Thani, con cerca de 30 millones de euros en la pasada campaña y otros 50 millones de euros para la nueva, están a la orden del día; Van Nistelrooy fue el primero en llegar y abrió las puertas del club a jugadores como Toulalan, Mathijsen y Joaquín.
Algo parecido le sucede al Chelsea, de la Premier, con Román Abramovich que ha hecho colocar al club entre los grandes del fútbol europeo. Son dos pinceladas en el lado ‘bueno', mientras que el lado oscuro tenemos el ejemplo más claro con el Racing de Santander, con el empresario indio Ahsan Ali Syed, a quien se le acumulan las deudas y tiene un pie en Cantabria y otro fuera.
La UEFA ya empieza actuar y ha impuesto una serie de normas a los clubes para controlar los gatos. En nuestro país la LFP (Liga de Fútbol Profesional) tiene previsto establecer un comité de control formado por profesionales independientes que auditarían las cuentas de los clubes y recomendarían posibles sanciones para los transgresores. Entre las medidas que podrían adoptar figuran quitar puntos a los clubes en la clasificación o retirar licencias a los más infractores. Hay más propuestas encima la mesa y que se votarán el próximo 12 de julio. Lo que sí hay una cosa segura, es de que el Gobierno no aplicará un plan de rescate, ya que no tiene dinero para ello. El CSD pretende unir esfuerzos, y no dinero, con la AFE (Asociación de Futbolistas Profesionales); LFP y Clubes para buscar una solución.
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