MADRID (EFECOM). Arranca la temporada de verano, la gran prueba para el turismo español, que se espera confirme que la recuperación del sector se ha consolidado definitivamente tras dos años de la mayor crisis de su historia.
Los primeros tambores de crisis empezaron a sonar en el turismo precisamente en el período estival de hace tres años, cuando se registró una caída del 8 % en la afluencia de turistas extranjeros hacia España durante julio.
Aquel descenso evidenció en seguida a la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) que el turismo, hasta entonces aparentemente inmune a la coyuntura económica desfavorable que impactaba ya de pleno en España, empezaba a mostrar los primeros síntomas de debilidad, debido al descenso de la demanda tanto extranjera como nacional.
Tras una evolución positiva de las llegadas de turistas internacionales iniciada a finales del año pasado y durante los primeros meses del 2011 (un 7,3 % más hasta mayo) que augura el cuarto mejor año turístico español, según el ministro de Industria, Miguel Sebastián, el sector afronta con optimismo su gran test anual.
Aunque las perspectivas son buenas, lo son gracias a la demanda extranjera, ya que la nacional -que en algunas zonas turísticas representa más del 50 % del turismo total- sigue siendo una gran "incógnita" y, por tanto, una importante preocupación para la industria.
La encuesta de TripAdvisor apunta a que el 78 % de los españoles se irá de vacaciones este verano, pero la patronal de agencias de viajes Aedave matiza que reducirán la distancia de los viajes, los costes y el gasto complementario.
Al crecimiento de la demanda extranjera en España ha contribuido en parte el desvío de los turistas de los destinos norteafricanos y de Oriente Medio que ha aportado a Canarias 300.000 clientes adicionales hasta ahora y se prevé otros 450.000 en verano.
La demanda nacional preocupa, y mucho, a los hoteleros españoles por la "afición" desarrollada en los últimos años a retrasar cada vez más la compra, a la espera de ofertas de última hora.
Sin embargo, dada la recuperación de los mercados emisores tradicionales y empuje de los emergentes, la patronal hotelera Cehat advierte a los turistas españoles que aguardan a ofertas de último minuto de que a lo mejor no encuentren lo que buscan, ya que se espera colgar el cartel de completo en varias zonas turísticas.
Aunque cada vez habrá menos descuentos y será difícil encontrar los "chollos" de los últimos años, la recuperación de los precios que tanto necesita el sector, después de varios años de bajadas, dependerá de la demanda interna en aquellos destinos que necesitan de ella.
Los alojamientos rurales pueden servir de ejemplo, ya que se nutren principalmente de turistas nacionales, y en estos momentos sólo el 27 % está ya alquilado para julio, si bien se prevé un aumento en la ocupación, debido a las reservas de última hora, según los datos recogidos por Top Rural.
La temporada de verano para este subsector turístico estará marcada por las reservas de última hora, una mayor demanda por parte de extranjeros y una bajada en la ocupación.
En cambio, los hoteles de algunas zonas vacacionales de sol y playa, que dependen de la demanda extranjera, prevén una ocupación superior al 75 % e incluso cercana al 80 %.
Los destinos con mejores perspectivas de cara al verano son Canarias, Costa del Sol (Andalucía), Cataluña y algunas zonas de Baleares y Levante, a juicio de Cehat.
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