VALENCIA. Las dos últimas actuaciones de Sergio García, en los Estados Unidos y en Europa, le han servido para recuperar la sonrisa. Su juego vuelve a despertar el interés de los aficionados. Se muestra sólido en el manejo de todos los palos de su bolsa. Con el drive manda la bola a la calle; destaca, con los hierros, en el golpe a bandera y el putt ha dejado de ser un problema.
La imagen de un desmotivado Sergio García ha pasado al recuerdo, al menos así se aprecia, si nos dejamos guiar por su actual comportamiento. Da la sensación de que vuelve a disfrutar con la práctica del golf y el nivel de concentración que se le adivina, a través de las transmisiones por televisión, es muy alto, el adecuado para un jugador de elite que hace un par de años estuvo a un paso de desbancar al mismísimo Tigre Woods de la posición de número uno del mundo.
Esta transformación positiva del jugador nacido en Borriol (Castellón) quedó plasmada en el Abierto de los Estados Unidos, segunda prueba del Grand Slam de la temporada. A esta competición llegó tras disputar una fase de clasificación con jugadores que casi nunca aparecen por televisión, es decir, no están entre los mejores. Pero firmó cuatro tarjetas fruto del buen hacer y de la regularidad.
El segundo hecho positivo sucedió en el transcurso del Abierto BMW de Munich, donde pujó por el triunfo y perdió ante Pablo Larrazábal en el quinto hoyo del desempate. Ambos finalizaron la cuarta jornada con 16 golpes por debajo del par del campo (par 72). Sergio García no consiguió el triunfo cuanto reunió méritos argumentos más que suficientes para ello. Sus 64 golpes, en la tercera jornada, fueron de ensueño (-8). Al menos logró la plaza que le permitirá disputar el Open Británico, tercera prueba del Grand Slam, que tendrá por escenario el Royal St. Gerge's (Kent, Inglaterra) del 14 al 17 de julio y dotado con cinco millones de libras para premios.
De este modo, el jugador castellonense hará su aparición en el 48 grande de su carrera deportiva y se convertirá en el único jugador del mundo que ha participado en todos los "majors" del siglo XXI. Un galardón que no pueden lucir Tigre Woods, Phil Mickelson o el actual número uno del ránking mundial Luke Donald.
De cara al Open Británico, Sergio García está presentando, a sus 31 años, sus credenciales. Es cierto que lleva dos temporadas sin conseguir título alguno. Sus últimos éxitos se produjeron en 2008 con la victoria en The Players y Castelló Masters y al inicio del ejercicio de 2009 cuanto venció en el HSBC Champions de Shanghai (China). Desde entonces entró en una fase de decadencia que le hizo caer al puesto 80 de la clasificación mundial. Ahora, se encuentra en el 51 y el testigo de la caída libre se lo ha pasado a Tigre Woods que se sitúa en el 17 y sigue bajando, entre otras razones, por la lesión en la rodilla que le sigue manteniendo alejado de los campos.
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