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VALENCIA. Con su triunfo en el Abierto de los Estados Unidos (65+66+68+69), segunda prueba de la temporada correspondiente al Grand Slam, Rory McIlroy (Holywood, Irlanda del Norte, 1989) ha tomado el testigo de Tigre Woods, Phil Mickelson, Lee Westwood, Sergio García y tantos otros golfistas que se han visto superados por un nuevo niño prodigio. Este éxito le ha proporcionado un premio en metálico de 1.440.000 dólares.

Las cuatros jornadas protagonizadas por este norirlandés al que le gusta el fútbol y el cine y es un apasionado seguidor del Manchester United, fueron de ensueño. Un golf perfecto, arriesgando lo justo y con una seguridad en sus golpes fuera de lo común. Se puede decir que tanta perfección restó emoción al torneo. Su primer triunfo, en uno de los grandes, fue apoteósica, aplastante y sobre todo natural, su swing, su juego es así: sencillo, efectivo y sobre todo natural.

La actuación de esta nueva estrella del golf mundial no sorprendió. En 2010 ya avisó de lo que era capaz de hacer y en el pasado Masters de Augusta todo lo tuvo a favor, en las tres primeras jornadas, pero en la cuarta y definitiva se derrumbó. La presión le gastó una mala pasada. Su posterior trabajo en el campo y su fortaleza mental ha traído consigo que en su nueva aparición, en una prueba del Grand Slam, no haya dejado pasar la oportunidad de ganar. McIlroy ha entrado en la historia al equipararse, en cuanto a la edad, a los mitos de este deporte como lo son Bobby Jones, Jack Nicklaus, Severiano Ballesteros y Tigre Woods, que también se adjudicaron su primer torneo del Grand Slam entre los 21 y 22 años.

Rory McIlroy finalizó las cuatro jornadas del Abierto de los Estados Unidos firmando un total de 16 golpes bajo el par del campo y estableciendo una nueva marca para la historia de esta competición. Aventajó en ocho golpes al segundo clasificado, el australiano Jason Day y en once al castellonense Sergio García que acabó en el puesto séptimo con 5 bajo (69+71+69+70).

Precisamente, esta competición ha servido a Sergio García para recuperar protagonismo. A la misma llegó, tras superar por los pelos, la fase de clasificación pero una vez en el campo del Congressional Club logró un excepcional resultado. La actuación de Sergio García, su actitud y ganas son un rayo de esperanza de cara a futuras competiciones.

El aviso de McIloy, en 2010, se produjo cuanto estrenó su palmarés en el circuito americano al conseguir la victoria en el torneo Quail Hollow, en Charlotte. Así fue como se convierte en uno de los jugadores más jóvenes en inscribir su nombre en el mencionado circuito. Con anterioridad sólo lo habían conseguido Severiano Ballesteros, Tigre Woods y Phil Mickelson. Sergio García lo hizo con 21 años de acuerdo con los datos estadísticos facilitados por la PGA norteamericana. En el circuito europeo su única victoria se produjo en el 2009, en el Dubai Dessert Classic.