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BARCELONA (EFECOM). El Juzgado de Primera Instancia número 13 de Madrid ha condenado a la Inmobiliaria Colonial a cumplir un contrato que firmó en diciembre de 2007 con Monteverde, por el que se quedaba con una de sus filiales y asumía su deuda de 350 millones de euros.

En una sentencia fechada el pasado 6 de junio, la juez María Soledad Escolano estima parcialmente la demanda presentada por el grupo inmobiliario Monteverde, que se vio obligado en 2010 a entrar en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) debido a los perjuicios que le causó el incumplimiento de Colonial y a la consiguiente imposibilidad de renegociar su abultada deuda.

La juez considera que Colonial no ha acreditado "actuación alguna" para conseguir que Eurohypo, una de las entidades acreedoras de la empresa que iba a comprar, Proyectos Kopernicos 2007, aceptase la operación (que se realizaba en un momento en el que la deuda de la compañía con sede en Barcelona rozaba los 9.000 millones de euros).

Además, critica que no fue hasta junio de 2008 cuando Colonial comunicó a Monteverde que la entidad financiera no había autorizado que se subrogara en su posición y asumiera los 350 millones de deuda de la filial.

Esa comunicación se hizo en el momento en que Colonial resolvió el contrato de compraventa de Proyectos Kopernicos 2007, alegando que la posición de Eurohypo le producía un mayor desembolso, lo que vulneraba el pacto contractual con Monteverde.

Contrariamente a lo afirmado por Colonial, la juez considera que Monteverde no tenía obligación alguna de facilitar que las dos entidades acreedoras de su filial, Eurohypo y Banco de Madrid, aceptaran que Colonial se subrogase en su posición de deudora.

En un comunicado enviado, un portavoz de la compañía manifestó su "enorme satisfacción por la sentencia, que abre un nuevo horizonte en el futuro próximo de la inmobiliaria", ya que podría facilitar su salida del concurso de acreedores.

"Desde el punto de vista moral, (la sentencia) permite comprobar cómo sociedades gestionadas rigurosamente y con proyectos solventes fueron forzadas a entrar en el camino del concurso de acreedores para defender sus intereses", afirma.

La matriz del grupo Monteverde se declaró insolvente en enero de 2010 con unas deudas de 170 millones de euros, que rozaban los 500 millones si se incluye al resto de empresas filiales, según las cuentas consolidadas depositadas en el Registro Mercantil.