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MADRID (EFECOM).- El presidente de Bankia, Rodrigo Rato, cree que el "ingente esfuerzo" que están haciendo las entidades financieras españolas sitúa al sistema "en la buena dirección para aguantar nuevos pulsos de los mercados y salir reforzado de la crisis apoyando a la economía en su recuperación".

Rato se expresó así en una entrevista que se incluye en el libro "Testigos. 25 años de economía española" de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA).

En ella, el presidente de Bankia, la entidad fruto de la fusión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco entidades de menor tamaño, explica que el sistema financiero español está haciendo "un gran esfuerzo para resolver los excesos de más de diez años de expansión".

En concreto, matiza, las cajas de ahorros están haciendo "bien los deberes y el reto ahora es completar las integraciones y desarrollar sinergias".

"En cualquier caso, queda todavía margen de maniobra con intervenciones del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y la entrada de nuevos jugadores", manifiesta.

Preguntado por cuáles son los principales cambios que se van a ver en la economía internacional tras la crisis, el presidente de Bankia señala la aceleración en el carácter multipolar de la economía global.

"Las grandes economías emergentes son las ganadoras de la crisis; la han sorteado mucho mejor que los países desarrollados y lideran la recuperación global", dice Rato, quien señala que salvo que se tomen las medidas adecuadas, "EEUU y la Unión Europea seguirán perdiendo peso relativo en el ámbito político y económico".

En este sentido, Rato añade que la crisis ha servido "para sacar a la luz las debilidades de la Unión Europea que habían quedado disimuladas en la etapa alcista del ciclo económico".

"Se ha demostrado que el proyecto de integración europea no tenía herramientas eficientes para enfrentarse a una crisis de la envergadura de la última", matiza.

Al respecto de la crisis, añade que "el principal error fue una respuesta demasiado lenta y errática a la crisis soberana por parte de las autoridades europeas", y manifestó que en su opinión, la solución pasa, inevitablemente, por una mayor integración económica y política.

"Este proceso es muy complejo, pero existe cierto consenso sobre la idoneidad de avanzar en la mejora de la gobernanza económica, establecer un procedimiento explícito de resolución de crisis que permita la reestructuración ordenada de la deuda de estados quebrados y realizar reformas estructurales para sentar las bases de un crecimiento sostenible y más dinámico", concluye