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VALENCIA (Plaza Privada / MARÍA COSTA) El periodista castellonense afirma que su novela 'Secretos de Estado' tiene mucho "de cabreo con la clase política". Estudió Derecho, trabajó en Enron, en el Banco Santander y en Lubasa, pero todo esto forma parte del pleistoceno. Ahora Pablo Sebastiá (Castellón) se dedica a la intriga y el espionaje sentado en un ordenador. Desde sus teclas ha publicado "La Agenda Bermeta" y recientemente "Secreto de Estado". Un thriller protagonizado por Jon Beotegui e inspirado en acciones antiterroristas desastrosas. El secreto de su éxito, esto es, que pese a la crisis siga publicando, es estar cabreado. "Para escribir buena novela negra hay que estar cabreado y en la Comunidad Valenciana y en España en estos momentos hay motivos de cabreo". Por lo demás se considera un poco friqui, fan de los canta juegos y al que le horroriza la saga Millenium.

-Dejó un trabajo seguro para escribir libros, ¿cómo puede seguir manteniéndose en plena crisis?
-Buena pregunta. Un año antes de abandonar mi puesto de trabajo en Lubasa, en 2006, había empezado a ahorrar. Fue un pacto con mi mujer. Preparar el terreno para poder subsistir con su sueldo de enfermera de quirófano más mis bolos en marketing y poder dedicarme a la literatura.

-¿Es una fórmula que sigue dando de sí?
-Sin grandes caprichos funciona. Eso sí, de vez en cuando me salen mordidas de marketing que animan el mes y no me ocupan mucho tiempo. Por otro lado mis libros se venden. Con el anterior vamos por la tercera edición.

-Y eso que dicen que no se lee?
-Exacto, pero la realidad es que seguimos sacando nuevas ediciones.

-¿Para escribir novela negra hay que estar deprimido?
-Dicen que no hay novela más satírica con la sociedad que la novela negra porque refleja el peor de los mundos existentes. Más bien creo que para escribir buena novela negra hay que estar cabreado y en la Comunidad Valenciana y en España en estos momentos podemos estar muy cabreados. "Secreto de Estado" tiene mucho de cabreo generalizado contra la clase política y la utilización subjetiva de las fuerzas y seguridad del Estado, la corrupción política, la crisis... Todo esto se trata en una novela negra y en la mía es el epicentro de la trama.

-Usted de normal ¿está negro?
-Va a ser que no. Soy dicharachero y feliz, pero cuando me pongo a escribir me sale esta vena cabreada, y ya ve... en la próxima todavía lo estoy más.

-¿Promociona y escribe a la vez?
-Soy como una buena azulejera, el horno no puede parar.

-¿Para usted escribir es un proceso duro, farragoso y estresante?
-Y con dosis de agobio. Sí, pero me pasa cuando llego al 40% de la novela. Justo cuando llego al clímax, siento que tengo 19 pelotas en el aire y que van a empezar a caer. Ese es el momento más angustioso porque si no lo haces bien, la puedes cagar.

-Entonces ¿el papel calma o estresa?
-En ambos casos engancha. Puedo escribir en cualquier sitio, pero no en cualquier circunstancia. Necesito silencio. Tengo dos niños, uno de tres meses y otro de veinte, por lo que cuando puedo me marcho buscando el silencio.

-¿Con un periódico se inspira?
-Sin duda. La realidad supera siempre a la ficción. Si alguien nos hubiera dicho hace diez años que un presidente de Generalitat iba a estar a punto de sentarse en un banquillo porque le habían regalado un chaleco nos hubiéramos muerto de risa.

-¿No eran unos trajes?
-Un pantalón, un chaleco...¡que más da! la moraleja es que no hay que aceptar regalos. Y en caso de aceptarlo reconocerlo, agradecerlo y volver a regalarlo. Pero la realidad es que ha sido un asunto mal tratado desde una perspectiva de comunicación, que ha levantado de los muertos el cohecho impropio y ha superado a la ficción.

-¿Va de espía, con gafas y gabardina, cuando husmea en bibliotecas?
-Tanto no, pero sí pierdo 30 horas en una semana sólo por saber. Si bien cuando empiezas cualquier investigación te tropiezas con sobreabundancia de información, también es cierto que escondida entre el maremágnum encuentras la joya que buscabas. Por ejemplo para mi próxima novela he encontrado un centro en Madrid, Instituto Tecnológico la Marañosa que se dedica a investigar y desarrollar armas químicas y bacteriológicas de destrucción masiva.

-¿Esto es legal?
-Hay convenios internacionales que impiden investigar minas antipersona, pero no que investigues con la viruela. Y está al lado del Parque Warner. Lo descubrí por un documento en el que un diputado de IU preguntaba cuánto costaba el centro.

-¿Y esta información la ponen en su web?
-Son del tipo de web de... Sube que te llevo... Corre que te pillo... El fútbol es así... O sea, no dicen nada. Encontrar información valiosa es muy laborioso y hay que contrastarla.

-¿Se lleva bien con la policía y la guardia civil?
-Sobre todo con sus jefes de prensa, de momento no conozco ningún policía que venga a casa y me cuente cosas. 

-¿Usted es un poco 'friqui'?
-¡Hombre, claro! Soy fan de la Guerra de las Galaxias a tope. A Darth Vader que no me lo toquen.

-¿Le funciona el marketing?
-La comunicación tradicional en medios funciona mejor que la publicidad y en las redes hemos creado un perfil en facebook del protagonista de la novela.

-¿Qué tiene la novela negra que no tenga una buena noticia económica?
-La crítica social. El periodista tiene que contrastar lo que escribe mientras que el escritor no. Después gran parte de la realidad el periodista no la puede publicar y el novelista sí. Así que un buen thriller te puede hablar de la realidad sin necesidad de estar justificando sus fuentes cada dos párrafos.

-¿No echa de menos su trabajo en banca ahora que están en primera línea?
-Para nada. He trabajado muchos años empezando de noche y acabando de noche. No, no lo echo de menos para nada.

-Su novela es un thriller inspirado en acciones antiterroristas ¿Qué le parece la oleada Bildu en el gobierno vasco?
-No soy de los que piensa que nunca habría que legalizarlo, pero creo que ha sido excesivamente pronto. No pasaba nada por esperar una legislatura más.

-¿Y cuál es su lectura de estas elecciones?
-Que nadie quiere ver la realidad. "¡Tío. Tu mujer te pone los cuernos! No. Que te digo que sí. Que tengo una foto. Que no. Tío que yo soy quien se acuesta con tu mujer. Que no." Pues al PSOE le ha pasado lo mismo. Cientos de encuestas hablando del morrazo que se iba a dar y la respuesta ha sido inmovilismo total. Si hace dos años que sabes que vas a perder por goleada, ¿por qué no cambias al candidato?

-Tendrán sus motivos.
-Sí, mantenerse en el sillón. A mí me da igual perder, pero ¿cuánto sacaré si pierdo? Con todo el chaparrón judicial que le ha caído al PP, perdiendo 70.000 votos y la oposición se contenta con ser barrida. Tienen que dimitir todos. No se han dado cuenta todavía que no es normal que les hayan dado el palo que les han dado habiendo podido estos dos años, con las circunstancias a favor, darle la vuelta a las urnas. Últimamente repiten una frase muy inteligente: "Hemos perdido porque la sociedad valenciana está enferma". ¡Claro. La culpa es siempre del otro! y en este caso del votante. ¡Es de locos! El discurso victimista les ha llevado donde están.

-Por cierto ¿cuál es su novela negra favorita?
-"Escupiré sobre vuestras tumbas", no la canción de Siniestro Total, si no la obra de Boris Vian.

-¿Le gusta la música?
-Entiendo cero y ando pez. En lo que estoy más puesto es en los canta juegos y ese que dice: "el cocodrilo sube, sube y baja, baja..." A mis hijos es ponérselo y bailan. Hasta el de tres meses se mueve. Los juegos que fabrican van con trampa y son hipnóticos. Cuando el de tres meses se pone a gritar lo pongo delante de la tele. ¡Canta juegos! y deja de sufrir.

-¿Para escribir novela negra ha visto mucho cine negro?
-Sí, pero no el clásico como la "Dalia Negra". Me va más el cine negro de los 80.

-¿Le gusta la saga Milenium?
-No. Me horroriza. Tanto la novela como la película. Pero es verdad que la canción que me gusta en los festivales de Eurovisión suele ser la perdedora.