VALENCIA (VP). Tal y como se esperaba, la junta de accionistas de Iberdrola Renovables aprobó ayer su absorción por parte de su matriz, lo que significa que tiene los días contados en bolsa. El tiempo que dure todo el pertinente proceso burocrático para excluirla del mercado. De este modo, la Comunitat Valenciana dirá adiós a su única cotizada en el Ibex 35, índice en el que entró el 4 de febrero de 2008 junto a Criteria sustituyendo a Altadis y Aguas de Barcelona.
El comportamiento de Iberdrola Renovables en el mercado bursátil ha sido bajista, dado que con los datos de cierre de ayer lunes acumula una caída del 42,6%. Ironías del destino, la misma bajada que acusa su matriz desde que su filial verde echara a andar en bolsa el 13 de diciembre de 2007. Y algo menos del 31,5% que se ha dejado atrás el Ibex 35 en el mismo periodo de tiempo.
Todos aquellos inversores que acudieron a la OPV, la más grande de la historia bursátil no sólo española sino europea hasta ese momento -se colocaron acciones por valor de 4.500 millones de euros-, tuvieron que desembolsar 5,3 euros por título; mientras que los que han permanecido desde entonces en el valor recibirán como consuelo 0,5045 acciones de la matriz por cada título, lo que unido al reparto de los dividendos ordinarios de ambas empresas supone valorar cada acción de la filial en 3,08 euros.
Lo que en un principio se bautizó en el mercado como la 'joya de la corona' de Iberdrola apenas logró mantener el tipo a lo largo de las primeras semanas de su cotización en bolsa. Fue el 8 de enero de 2008, cuando el valor marcó su máximo histórico en los 6,28 euros, lo que representaba una revalorización de un 18,5%. Sin embargo, el 27 de octubre de ese mismo años también marcó su mínimo histórico, al tocar los 2,01 euros.
Las grandes incógnitas regulatorias que se han cernido sobre el valor, la falta de concretación de operaciones anunciadas, la entrada en el capital de las renovables de posiciones cortas y bajistas junto con la incertidumbre política están detrás del mal tono no sólo de la filial verde de Iberdrola sino de todo el sector cotizado en bolsa.
LOS LAZOS DE UNIÓN DE IBERDROLA Y LA CV
De hecho, salvo Enel Green Power -la filial de renovables de la mayor energética italiana Enel-, que se revaloriza un 18,75% desde su debut en bolsa a primeros de noviembre pasado, el resto presenta cuantiosas pérdidas desde que se estrenaron en el Mercado Continuo. Así, Fersa y Montebalito comparten espectaculares descensos del 87%, Solaria se deja en el camino un 75%, mientras que Iberdrola Renovables pierde algo más del 42%.
Sin embargo, el vacío que Iberdrola Renovables va a dejar en la 'City' local desde el punto de vista bursátil no va a tener continuidad en lo que a los planes y actuaciones en la Comunitat Valenciana, según dejó bien a las claras el propio presidente. Ignacio Sánchez Galán manifestó sus intenciones de que la filial verde de renovables del grupo siga siendo "uno de los motores económicos de la CV".
Y para ello, entre otras cosas, pretende ampliar la plantilla después de acabar de instalar un nuevo centro de control, además de advertir en varias ocasiones, tanto en la junta como ante los medios de comunicación, que "desde Valencia se seguirán marcando las directrices de las líneas de negocio de Iberdrola Renovables".
Los lazos de unión entre Iberdrola y la CV, que se remontan a más de 100 años -tal y como dijo públicamente el propio Sánchez Galán- se han intensificado en los últimos años tras la entrada en el accionariado de la eléctrica de Bancaja en 2003, que con el paso del tiempo se ha convertido en uno de los accionistas de referencia al controlar el 5,41% del valor -llegó a tener más del 6%-.
Sánchez Galán 'premió' la fidelidad de la caja valenciana dándole un puesto en el sillón del consejo a José Luis Olivas en julio de 2007, mientras que en junio del pasado año fue el 'número dos' de la caja, Aurelio Izquierdo, el que entraba en el consejo de Iberdrola Renovables. Precisamente ayer Izquierdo fue ratificado como consejero designado por cooptación.
Lejos queda ya mayo de 2008, cuando Sánchez Galán anunciaba a bombo y platillo el traslado de la sede social de Iberdrola Renovables desde Madrid a Valencia, que se plasmó en la primera junta de la única cotizada local en el Ibex 35 a finales de julio de ese año donde el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, agradecía "la apuesta estratégica de primer nivel" de la eléctrica por la Comunitat. Menos de tres años después la 'City' local se queda sin presencia en el principal mercado de valores español.
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