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VALENCIA. Ya me lo dijo un buen amigo mío que intuía que algo estaba cambiando en nuestro Valencia CF SAD: "Es como si Llorente estuviera poseído por el espíritu ganador de Paco Roig". Un mensaje de liderazgo. Algo nuevo en la balsa de aceite valencianista. "Ha desterrado el corrosivo mensaje de los dueños (representados por Piles y De Miguel) de mediados de temporada". ¿Mordiendo la mano que te da de comer?

Además, me añadía que el espíritu ganador de un gran equipo, uno de los grandes, se respira por todos los poros de la piel (mes que un club). "La institución, sus dueños, sus gestores, sus empleados, los entrenadores y jugadores, los medios de comunicación, los gestos, las estrategias... el propio entorno. No ganar siempre es fracasar".

"Pero el fútbol actual es otra cosa", le dije. "Es imposible competir con Madrid y Barcelona. Ellos se reparten los ingresos de las televisiones. Ellos manejan enormes presupuesto. Dominan los medios, todos los medios". Me dijo que era cierto pero solo en parte.

¿Cuántos partidos tiene La Liga española? 38. ¿Cuántos se juegan contra Madrid y Barcelona? cuatro. Entonces, ¿podemos asumir el Valencia CF siempre perderá estos cuatro partidos por razón de presupuesto? "Sí", le dije. Por lo tanto, ¿el Valencia CF debe ganar obligatoriamente los 34 restantes aplicando los mismo criterios? Yo mismo me sorprendí. Reflexioné, algo dubitativo: "Sí, en principio".

Si el Valencia CF se olvidara del Madrid y del Barcelona, debería sumar 102 puntos. Los 3 puntos de los restantes 34 partidos. Les recuerdo que en la magistral temporada de los seis títulos, el Barcelona sumó 99 puntos. Este mismo año, han bastado 96 puntos. Ustedes mismo pueden extraer sus propias conclusiones.

No es un problema de Madrid y Barcelona, Manchester o Bayern Munich. Es un problema de mentalidad, de liderazgo... De ahí que sea totalmente reprochable la actitud mediocre ("palmatoria", que diría aquel) de todos aquellos (mantecaos) que consideren al Valencia CF ya no un segundón sino un tercerón, cuarterón o sexterón.

Les digo más. Una gestión económico-financiera y social excelsa, profesional, brillante, talentosa debe sumar para que en esos cuatro partidos que perdemos antes de jugarlos, nuestro Valencia acabe imponiéndose también. Esas victorias se sustancian en los detalles. Y los detalles se refinan desde la gestión. Es en el único instante que los despachos ayudan al equipo.

Para la prensa futbolera: Pesic no mató a nadie. No invadió las competencias de nadie. Lo expresó con naturalidad. Creyendo en lo que decía (quizá lo aprendió en su etapa catalana). Y tiene todo el derecho a decirlo. En todo caso, deberíamos darle las gracias por su franqueza.

Solo espero y deseo que este señor renueve por el Power Electronics Valencia. No por el Power Electronics, sino por Valencia. Expresiones de liderazgo de este calibre no se ven muy a menudo por la sociedad valenciana.

Aviso para navegantes. La ilusión debe descansar irremediablemente en estas premisas de partida.
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(Para consultar los artículos publicados de El Broker Enmascarado pinchar aquí)