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VALENCIA. Pocas personas tienen una trayectoria tan diversa dentro de la restauración valenciana como Tomás Arribas. Quienes lo conocimos manejando la sala de El Poblet cuando éste abrió sus puertas, le hemos visto evolucionar incansable estos muchos años, no siempre contento, emprendiendo nuevas iniciativas. En unos casos acuerdos de colaboración con otros -y muy diversos- restaurantes, en otros actividades vinculadas a eventos en la vertiente de lo que en el siglo pasado se denominaba bodas bautizos y comuniones.

Tras su ruptura con su hijastro Dacosta, largamente meditada y varios años retrasada por el fracaso en la búsqueda de local, Arribas decidió instalarse en un nuevo edificio. Un local con un diseño muy logrado construido en la etapa de vacas gordas y por tanto de un coste ingente.

Una vez más, por tanto, frente a la opción de descansar tras tantos años de recorrido, Arribas se decidió por lo más difícil: entrar a competir en el segmento de la cocina de producto que cuenta con un número destacado de restaurantes en la zona, algunos de ellos de calidad. Eso sí, añadiéndole el toque personal de un segundo restaurante en la planta baja del edificio atendido por su sobrino y fiel seguidor, Jose, más informal y de precio moderado decantado por una cocina ecléctica con limitada relación con la cocina fusión a pesar de su nombre, Mediterrasian. Ofrece cocina asiática con algunas tapas más creativas de difícil ubicación.

El resultado en Peix&Brases es una oferta que hay que conocer, aunque a precio excesivo en los productos del mar teniendo en cuenta que la competencia también tiene buen producto. Todos los pescados que he comido allí han sido para recordar. Destacaría una escorpa a la espalda. Ahora bien, 30 euiros por un lomo de la misma con una guarnición mínima es, como digo, excesivo. Como lo es cobrar esos euros por unos garbanzos con bogavante decepcionantes que me sirvió en mi primera visita. Una parte de los entrantes adolecen del mismo defecto ya que el buen foie hoy no es difícil de encontrar y el pulpo seco (no salado ni nadando en aceite) es, a lo que demuestra mi experiencia, ya inencontrable. Y a menos precio. Los postres no son excepcionales pero tampoco desentonan.

En donde reside la ventaja de Peix& Brases en mi opinión es en algunos entrantes vinculados a productos menos abundantes (erizos en revuelto, dátiles de mar al vapor o las espardenyes) y en los guisos de pescado tipo bollit de peix, muy bien elaborados. Lo que sí desentona en un restaurante de este diseño, precio y calidad es el nulo cuidado del servicio, amable por otro lado y mucho más profesional ahora que en los comienzos, a la hora de pasar las comandas a la cocina. Porque al no haber puerta entre ésta y la sala, los berridos utilizados para ello son audibles en todo el local, que nunca, afortunadamente, he encontrado lleno. En ese caso subrayaría también que el número de camareros es mínimo sin que los de Mediterrasian tengan la profesionalidad adecuada para el restaurante del piso superior.

Puede Arribas, por tanto, mejorar mucho el atractivo de su restaurante moderando los precios y cuidando detalles como los mencionados y entre los cuales sobresale preguntar la opinión de los comensales y no limitarse a tomar la comanda y desaparecer como por ensalmo.
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Peix & Brases Pl. Benidorm (Denia) Tel. 965 785 083
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El blog de Joe L. Montana