VALENCIA. Cuando Severiano Ballesteros ganó por vez primer el "Open Británico" a finales de los setenta, este país no solo no sabía nada de golf, sino que tampoco sentía ningún interés por este deporte. Hay que hacer un esfuerzo muy grande por situarse en aquella España que en la primavera de ese año, 1979, había celebrado sus primeras elecciones municipales y autonómicas después de aprobarse la Constitución.
Nadie conocía a "Seve", tampoco se calibraba demasiado de la importancia de su triunfo aunque sorprendía el entusiasmo desmedido de los británicos ante la hazaña del español. Por supuesto, los medios de comunicación se hicieron eco del acontecimiento y le dedicaron grandes titulares desde una óptica patriótica. Aquella gesta fue una excepción en el contexto informativo de una época, dominada en exclusiva por el fútbol.
Severiano Ballesteros fue un pionero de un deporte con profundas raíces anglosajonas. En el Reino Unido casi todo el mundo jugaba al golf con independencia de su clase social, mientras que en España su práctica estaba reducida a unos pocos, los más pudientes. Considerada como una actividad snob, el golf ni siquiera aspiraba a salir de su coto cerrado hasta que la obstinación y los éxitos del cántabro lograron cambiar esta visión tan extendida.
Con el paso del tiempo y las transformaciones sociales, el golf empezó a popularizarse, se normalizó y ganó adeptos. Al calor de los éxitos deportivos de Ballesteros, surgió una nueva camada de jugadores que tomaron el relevo. Se repetía una historia similar a la del tenis con Manolo Santana en los sesenta.
Ahora, con la prematura muerte de Severiano Ballesteros, su figura se agiganta, nace la leyenda. El jugador de Pedreña se ha convertido en un mito. Quizás, para alcanzar esa condición de inmortalidad reservada a unos pocos elegidos, se precisa irse de este mundo antes de hora y haber librado una batalla en solitario contra unas sólidas estructuras sin rendirse jamás ante la adversidad, y al final, vencerlas.
Ballesteros reunía ambos requisitos, peleó como un león y se salió con la suya pese a que no era un tipo simpático ni comunicativo al estilo de Perico Delgado. La opinión pública le respetaba pero no se entusiasmaba con su discurso. El auténtico carisma de "Seve" salía a relucir en el "green", cuando medía los golpes y los ejecutaba con audacia, entonces no tenía rival y se convertía en el más querido y admirado.
soy de pedreña mi madre se sentaba con la suya,Carmen Sota, por las tardes depues de pasear ya mayores a la puerta de la casa para charlar de lo pasado , seve llegaba todas las tardes ¿que ,que haceis ,que tal estais ?,ERA YHASTA EL FINAL UN PEDREÑERO DE PRO ,HASTA EL FINAL PORQUE SU FUNERAL ES EN EL PUEBLO COMO UN VECINO MAS , PEDREÑA CON VOSOTROS ,DOBLARAN LAS CAMPANAS COMO EN OTROS TIEMPOS LOS COHETES CUANDO GANABA UN TORNEO ,EN MI PUEBLO SIEMPRE QUE SUENAN LAS CAMPANAS Y HAY COHETES SEVE GANA UN TORNEO, Y ESTE HA SIDO PURA LUCHA .REMA SEVE REMA MAR ADENTRO ,REMA MAS Y MAS......
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