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El Levante se enfrenta este domingo a las 19:00 al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón con la intención de reafirmar su buen estado de forma y asegurar la permanencia.

Un objetivo que se antoja difícil ya que el conjunto de Quique Sánchez Flores nunca ha perdido como local frente al Levante. De los siete enfrentamientos en Primera entre ambos clubes, cinco se han resuelto con victoria rojiblanca mientras que los otros dos han sido empates.

El Levante sólo ha ganado en ese estadio en la Copa del Rey. Lo hizo en la campaña 2006-07, cuando se impuso por 0-1 con un gol de Nino en el minuto 86. En el choque de vuelta, disputado en el Ciudad de Valencia, el Atlético logró la clasificación para la siguiente ronda en la tanda de penaltis.

No obstante, aunque el equipo de Luis García Plaza no consiga un resultado positivo en Madrid tendrá más oportunidades de ratificar la salvación de forma matemática. No en vano el Levante es el mejor conjunto de la segunda vuelta sólo por detrás del Barcelona y el Real Madrid.

Por su parte, el Villarreal se enfrenta al Sevilla en el Sánchez Pizjuán (domingo 21:00 h.). Ambos clubes se encuentran en una siutación similar ya que necesitan la victoria para mantener los puestos que dan acceso a jugar en Europa. Además el Villarreal quiere meter presión al Valencia, que se enfrenta en Mestalla al Real Madrid, para recuperar la tercera posición de la clasificación.

En cuanto al Hércules, los alicantinos reciben en casa (domingo 17:99 h.) al Deportivo de la Coruña en un encuentro vital para las aspiraciones del equip de Djukic.

El partido supondrá el reencuentro de los coruñeses con el jugador balcánico que formó parte del "Superdepor" de la década de los noventa y con el que pasó a la historia de forma un tanto desgraciada por fallar el penalti contra el Valencia que, a la postre, significó perder la Liga a favor del Barcelona.

Aunque el entrenador serbio estará más pendiente los problemas por los que atraviesa su actual equipo. Una derrota del Hércules ante el Deportivo significaría reducir de forma significativa las opciones de salvación de los alicantinos por lo que no se pueden permitir más errores.