LONDRES. Valores hipotecarios, títulos de propiedades comerciales y portafolios de créditos se encuentran de nuevo en demanda, pero siempre que resulten ser de baja calidad: la City británica prevé una línea inicial de financiación de hasta 40.000 millones de euros para la banca del sur europeo mediante el uso de sus activos tóxicos.
Consciente del ahogo de liquidez que sufren las entidades portuguesas e irlandesas -el grupo de rezagados de la eurozona en el que también han caído las cajas españolas-, el mercado británico está creando sociedades instrumentales o SPVs para generar una vía segura de inversión. Los agentes bursátiles en la City de Londres afirman que el interés del inversor internacional se está recuperando y que crece el volumen de préstamos a cambio de sostener temporalmente el riesgo periférico, que es el que rinde más.
A través de estructuras financieras que se adaptan específicamente a cada entidad, gestores de fondos y compañías aseguradoras hacen llegar el crédito privado a los bancos con asfixia de capital, que se comprometen a pagar entre un 3% y un 5,75% más de lo que les habría costado de haberlo obtenido en los parqués o en el Banco Central Europeo (BCE).
"Cuando los mercados desconfían y la mediana y pequeña banca ya no posee colaterales de calidad para conseguir liquidez del BCE", ha explicado James Nixon, de la delegación en Londres de Société Générale, a la revista International Financing Review, "la única opción disponible es la de establecer este tipo de tratos para cubrir necesidades urgentes de dinero en efectivo, como mantener los cajeros automáticos, pagar los intereses de cédulas y bonos, o compensaciones de plantilla".
Los bancos se comprometen a recomprar los activos subprime tras un período de tiempo que no excede los tres años, es decir, que si bien no queda solucionada la financiación inmediata del sector, al menos se le coloca un parche para que siga rodando. Los operadores de bolsa que intermedian en estas transacciones, por su lado, cobran una tasa directa por sus servicios de colocación. Así, parecería que todas las partes involucradas se benefician.
LOS MERCADOS SON BRUTALES
Joe Roseman, analista económico en Moore Capital Management durante los años de la abundancia hasta la implosión financiera de 2007, describe la española como "una economía que se ha endeudado hasta el exceso. Ha experimentado una cantidad enorme de inversiones mal dirigidas y crecimiento de negocio en áreas que eran insostenibles. ¿Dónde está el error en permitir que esas malas inversiones quiebren?", se exclama, "es así como ha sucedido durante siglos".
Las intenciones de un importante sector de inversores internacionales, sin embargo, apuntan en la dirección contraria y apuestan por aprovechar el hueco que los mercados regulados han preferido evitar. Según datos de Reuters, bancos irlandeses y griegos se han visto forzados a cancelar repetidamente sus emisiones de bonos para superar la falta de liquidez a término corto; la retirada de capital ha arrastrado consigo también a la banca española, de la que únicamente consiguen mantenerse a flote las grandes marcas como Santander y BBVA.
En su encuesta más reciente a gestores de fondos en productos de ingresos fijos, Standard&Poor's (S&P) registró la existencia de posiciones en las entidades que presiden Emilio Botín y Francisco González, mientras que el interés por las cajas continuaba en la zona cero.
Incluso algunos de los fondos más prominentes, como Alliance Berstein European, han optado por volver tímidamente al mercado de la deuda soberana periférica con compras todavía reducidas de bonos del Tesoro español, de acuerdo con S&P.
Fitch Ratings, la tercera de las grandes agencias de calificación de riesgo, indica además que "el incremento gradual del precio del crédito y el endurecimiento de las condiciones para extraer liquidez del Banco Central Europeo son indicios de que el mercado de los productos de finanzas estructuradas va a recuperar movimiento entre este año y el próximo". Fitch calcula que en 2008, los fondos de inversión directa norteamericanos poseían un 3% del papel comercial hipotecario y de certificados de depósitos procedentes de la banca española. El margen de crecimiento es amplio.
Para muestra, un botón: el del fundador de Strategic Value Partners, Victor Khosla, cuya organización de capital de riesgo se ha especializado en cucharear entre los valores hipotecarios de riesgo para explotar las penurias crediticias de sus propietarios. Hablando con Bloomberg en una reciente entrevista, Khosla dice que "la ocasión de negocio en Europa es atractiva y muy variada".
Strategic Value estima que, si los activos no se hunden de manera súbita, los bancos con dificultades llegan a pagar más de un 4% por encima del precio en el mercado con tal de obtener crédito urgente. La firma ha desplegado un equipo de medio centenar de profesionales entre Londres y Frankfurt para evaluar el terreno.
En la compañía de inversiones Atlantic Capital, no obstante, Jeff Snider reclama prudencia: "la disciplina de los mercados es brutal. Los bancos centrales y los gobiernos continúan intentando esquivar lo inevitable, pero esa disciplina es la base real de una economía productiva y en expansión a largo plazo".
De la reacción del mercado hipotecario español tras la subida de los tipos de interés el pasado jueves y sus efectos en la banca, pende la creencia de que España será capaz de conservar sus piezas económicas erectas a pesar de haber contemplado el desplome de Grecia, Irlanda y Portugal. De momento, el capital especulativo está dispuesto a insuflar un poco más de oxígeno.
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