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VALENCIA. Desde la conversión de club deportivo en sociedad anónima deportiva allá por 1992 si hay algo que ha caracterizado al Valencia CF es su inestabilidad social y societaria. Nada más y nada menos que hasta 11 presidentes en 19 años. Una media de algo más de 20 meses en el cargo. Dos ampliaciones de capital, a cual de ellas más esperpéntica, y la mayoría de los 49.311 accionistas alucinando con el capital humano que ha pasado por la presidencia del club. Para muestra un botón:

-El breve. Inicialmente vendido a la afición como un ejecutivo con sobrado pedigrí para pilotar las finanzas del club. Don Javier Gómez Molina (2009-2009) con "acreditada experiencia en la gestión de entidades deportivas". La realidad, la cruda realidad, le llevó a ser nada más y nada menos que presidente del Valencia CF SAD por un día, 24 horas, 1.440 minutos... Más de 49.000 accionistas han tragado con esto. Aunque estoy seguro que también serían presidentes por un día. De su gestión financiera, los números hablan por sí solos. Tampoco sorprende demasiado, es un "mandao" de la extinta Bancaja.

-El llorón. Casi tan breve como el más breve. Aunque unos meses y un título de Copa, el último en las vitrinas del club, bien vale un envidiable recuerdo en el paraíso. Don Agustín Morera (2008-2008). Pasó sin pena ni gloria. Otro más. Eso sí, por lo menos no hizo mal. Quizá la cheperudeta le conservó a este devoto el temple.

-El agente. Será recordado (o no) como el Villalonga valenciano. A ver, que se me entienda bien. Don Vicente Soriano Serra (2008-2009) tenía la llave del club. Los inversores que iban a poner la pasta, gansa. Era el agente español de un omnipotente grupo inversor mundial de Uruguay. Con dinero suficiente para comprar el Valencia CF SAD, (convenció incluso a otros grandes accionistas), saldar la deuda, construir un nuevo campo, comprar a Messi y a Cristiano, comprar, comprar y volver a comprar... Otra vez más, la realidad condenó a otro más al ostracismo y a los tribunales.

-El ricachón. El más longevo en el cargo. Nuestro particular constructor. Eñ "éste viene a ponerlos, no como otros...", resuena todavía por las estructuras de cemento enfermo del Nuevo Mestalla. Un presidente a la altura de Florentino Pérez. Don Juan Bautista Soler (2004-2008), finalmente, un juguete roto más de la sociedad valenciana. Ni qué decir de sus cuatro años de mandato. Para enmarcar en las escuelas de negocios de esas donde se estudian casos empresariales muy raros. Al fin y al cabo, un desiderátum más para los aficionados.

-Els comediants. Todavía les recuerdo en C9. Qué pareja. Menos mal que duró poco. Como diría aquel, charlotaes. Presidentes de esta magna institución durante más de 7 años. Don Pedro Cortés García (1997-2001) y Don Jaime Ortí Ruiz (2001-2004). Después de todo, vivieron la última época dorada del club. De gestión no hablan.

-El telepredicador. Cuando llegó él, algo cambio. Todavía no sé si a mejor o a peor, pero algo cambió. Comenzarían las grandes operaciones entre accionistas, el crecimiento de la deuda, la alternativa... aunque sobre todo me quedo con sus frases míticas que revolucionaron a toda la masa social del club: "Açi tenin un equipacho". Madre mía qué presentación aquella. Qué verano. Sí, sí, el inigualable Don Francisco Roig Alfonso (1994-1997). ¿De su gestión económica? Más de lo mismo.

En fin, qué les voy a contar. La herencia es tremenda, terrorífica, exasperante... Una especie de generación perdida de gestores futboleros. Los 'ni-ni' del futbol español. Y nos han tocado a nosotros.

Quizá es hora que los accionistas exijan un separación radical entre los dueños (presidentes) y los gestores (directores generales). El Valencia CF SAD dejó de ser hace algún tiempo una empresa familiar valenciana más, para convertirse en una gran compañía dedicada al entretenimiento deportivo basado en el futbol. Solo es admisible profesionalidad, talento, conocimiento...

49311 votos. 49.311 accionistas. 49.311 valientes, no pueden ni deben permitir más ocurrencias para un club llamado a ser grande, de verdad.