Plaza Privada / MARÍA COSTA. El director general del IMPIVA está encantado con su 'empleo' después de haber ejercido durante 25 años de abogado. "Yo creía que estos cambios sólo pasaban en América", afirma. Le debe su oportunidad a Belén Juste ("le agradeceré toda mi vida esta oportunidad") y se muestra orgulloso del nivel de los trabajadorez del Instituto, "sean de color que sean"
Para el abogado Daniel Moragues, director general del IMPIVA, la mejor salida de la crisis es aumentar la capacidad competitiva mediante la innovación y la calidad, "algo que hoy por hoy no tienen los chinos". Padre de tres hijos, 25 años de experiencia como abogado mercantilista y civil, esquía, juega al tenis, al paddel y no le gusta echar la vista atrás. Según le gusta repetir, "los puentes cruzados están ardiendo".
-Con tres años de experiencia política y 25 años como profesional de la abogacía ¿qué le tienta más?
-En la política estoy encantado. Es más, si tuviera que volver a empezar aceptaría de nuevo el reto sin pensármelo dos veces.
-¿Es un atrevido?
-A veces me pregunto "Daniel: ¿cómo fuiste capaz de dejar la actividad de abogado a pie de batalla por la política?. En mi caso quise devolver la confianza que Belén Juste puso en mi cuando me dijo: "Te quiero aquí". Le agradeceré toda mi vida esta oportunidad.
-¿Era un sueño de juventud?
-No especialmente. En muchas ocasiones quería aportar mi granito de arena al PP, pero nunca había hecho absolutamente nada. Lo que me ha asombrado ha sido descubrir que estas cosas no pasan sólo en EE UU, sino que la posibilidad de que una persona con más de 25 años de experiencia en un sector pueda cambiar a un trabajo mejor, diferente y apenas vinculado con el anterior también es posible en España.
-¿El primer día fue inolvidable?
-Pues sí, sobre todo mientas venía caminando al Impiva y me presenté ante los cien trabajadores de la casa. En la vida creo que siempre hay que tirar adelante y saber que cuando una oportunidad como ésta se te presenta es por algo. Puedes rechazarla, pero no fue mi caso.
-¿En qué casos se lo hubiera pensado?
-Uf, no sé. Si me hubieran propuesto ser director general de Inmigración, pues no sé qué hubiera hecho allí; o en el Servef, con todos mis respetos por los directores generales, pero qué ingrato y duro es eso. Sin embargo el IMPIVA es diferente. Además cuento con un equipo profesional con 25 años de experiencia, del cual me da igual el color, lo único que me importa es su capacidad de trabajo y estoy seguro que el próximo director que venga le va a pasar lo mismo.
-¿Su futuro seguirá en la política?
-Por mi parte me gustaría, pero quien decide es el presidente y todos estamos a su disposición. Después de las elecciones si continúo estaré encantado, pero si no es así volveré a mi despacho de abogado y no habrá pasado nada. Me da tranquilidad saber dónde estoy.
-¿Los cargos públicos participan en elecciones?
-Creo que no. Otra cosa es la colaboración de asistencia a actos... No me veo dando un mitin.
-¿Está afiliado al partido?
-Desde siempre. Es más, yo empecé siendo afiliado por Alianza Popular, pero la política en mi familia no fue lo prioritario.
-¿Qué lo fue?
-El trabajo. Mi padre fue director del laboratorio químico municipal y un gran trabajador. Además con lo mal que lo pasó en la guerra si hubiera visto que me dedicaba a la política le hubiera dado un disgusto. Eso si, mis cuatro hermanos hemos estudiado Derecho.
-¿El I+D es una utopía para la mayoría de las empresas valencianas?
-Más que utopía es una apuesta, pero también es verdad que no todas las empresas por su tamaño pueden hacer esta inversión. Por eso el gobierno valenciano impulsó la creación de institutos tecnológicos sectoriales, para que estas empresas se beneficiaran de un I+D más genérico.
-¿Qué recomienda a las empresas para salir de la crisis?
-Innovar. Es la diferencia y la marca que nos distanciará de mercados como el chino. Pese a que ellos cuentan con producción y mano de obra barata, hoy por hoy carecen de diseño y puesta en escena, características que a nuestras empresas les puede ayudar a ganar competitividad.
-¿Cree que los jóvenes empresarios están mejor preparados?
-En este territorio somos tremendamente emprendedores. El próximo 18 de mayo se celebra el día del emprendedor, que duplica cada año la cifra de participación. Desde luego la juventud tiene muchas ideas, saben intercambiar necesidades e invierten en tecnología.
-¿Somos punteros en materia de alianzas y fusiones?
-No. La cultura empresarial valenciana es la que es. Cuando se nos ha pedido ayuda a la Administración durante la fase de reestructuración y alianzas empresariales hemos estado ahí y lo seguiremos estando, pero no podemos entrar en determinar qué fusiones o alianzas tienen que hacer entre ellos.
-¿Las subvenciones son necesarias para superar la crisis?
-Estoy convencido que ningún empresario vive de la subvención, puede ser una ayuda puntual en su camino. A la Administración le interesa tener un sano tejido industrial y por tanto no va a escatimar en ayudas, pero una cosa es darlas cuando sea necesario y otra hacerlo con tal intensidad que nos convierta en "papa estado" que frene la actividad de las empresas. La cultura de la subvención es una mala hoja de ruta.
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