MADRID (EFE) Los pilotos de Citroen comenzaron la última etapa con una ventaja más que suficiente con respecto al primero de los Ford, con lo que, debido a las órdenes que tenían desde el equipo, cumplieron con el trámite que suponía pasar por los últimos tramos a la espera de la meta, y con la confianza de que no hubiera sorpresas de última hora en forma de averías.
Esta es la tercera victoria que Ogier consigue en el mundial, después de la que logró el pasado año en el mismo escenario y que le abrió las puertas del equipo oficial Citroen en detrimento del español Dani Sordo.
Además, deja claro que no hay primer piloto en la escuadra, algo que no sucedió hasta ahora cuando Loeb fue líder indiscutible en relación al propio Sordo.
En Citroen han aprendido la lección; no hay primer piloto y quieren que los resultados se consigan en la pista, pero no están dispuestos que luchen hasta el último kilómetro de la última especial. Con esto pretenden evitar percances como el que sufrió en México Ogier, quien con su accidente y consiguiente abandono hizo perder un doblete que parecía seguro.
Así, en la última jornada, los pilotos franceses llegaron a la línea de salida con la clara orden de no atacarse entre ellos y asegurar el primer doblete de Citroen.
Y es una pena que hubiera treinta segundos entre ambos, los cuales perdió el siete veces campeón del mundo después de encontrarse con el finlandés Mikko Hirvonen (Ford) en el segundo tramo con un pinchazo en una rueda que no había parado a sustituir. Loeb tuvo que sufrir el polvo que desprendía su vehículo y no pudo superarle. Si las diferencias hubieran sido inferiores quizás se podría haber visto algo más de lucha.
Además, la lluvia y las condiciones de la pista, muy deslizantes, tal y como se quejaron los pilotos, permitieron muy pocas concesiones.
En tercera posición acabó Latvala, quien fuera líder al final del primer día pero que el sábado sufrió diversos problemas. Había mucha distancia con su predecesor y el cuarto clasificado con lo que en tierra de nadie sólo buscó llegar a meta sin mayores problemas.
Más emocionante estuvo la lucha por el cuarto puesto. Al inicio de la jornada era para el británico Matthew Wilson, piloto ligado al equipo privado de Stobart Ford que poca oposición le planteó a Hirvonen cuando éste le quiso superar en el primer tramo.
Pero el finlandés tuvo problemas con la dirección de su vehículo y regresó al quinto puesto a mitad de la jornada. Cuando la reparó no tuvo mayores problemas para volver a superar al británico.
Por detrás el protagonismo fue, una vez más, para el noruego Petter Solberg (Citroen). Después de un rally con muchos problemas y sin tener nada que perder se lanzó a la pista como si se estuviera jugando algo. Su recompensa fue pasar del noveno al sexto puesto.
El último tramo, el que da puntos a los mejores clasificados, fue para Loeb, al que siguió Latvala, mientras que el último punto se lo llevó Ogier.
Con estos resultados, Hirvonen ve compartido su liderato del mundial de pilotos con Loeb, ambos con un total de 58 puntos, mientras que Latvala es tercero y Ogier sube hasta la cuarta plaza. Por otro lado, Ford se mantiene al frente de clasificación del mundial de constructores aunque ve cómo el equipo oficial Citroen se acerca y queda a diez puntos.
La próxima cita del mundial será en Jordania entre el 14 y el 16 de abril, sobre tierra.
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