Los Baños Árabes del Peñón datan de 1333, aunque la ciudad de Gibraltar fue fundada dos siglos antes, en 1160 por Abd-Al-Mumin. Estos baños están compuestos por tres cámaras con diferentes temperaturas. La primera se encontraba a la temperatura del cuerpo humano, y funcionaba a modo de vestuarios en los que los bañistas se despojaban de sus ropas. La segunda sala, llamada también "Sala cálida", tenía una temperatura mucho más elevada, y la tercera, "Sala fría", no disponía de ningún tipo de calefacción y cerraba el ciclo de contraste térmico que caracteriza a todos los baños árabes.
Arquitectónicamente, los baños están formados por bóvedas y pilares de piedra pulida, destacando especialmente el techo de su cámara central, construido en forma de gran cúpula. El ambiente relajante y armonioso del lugar se conseguía gracias a la iluminación aplicada en su momento: mediante lámparas con forma de estrella situadas en el techo de las diferentes cámaras.
El sistema de funcionamiento de estos Baños Árabes de Gibraltar se basaba en una serie de canales subterráneos que alimentaban el mecanismo de calefacción de los mismos; se trataba de un sistema muy similar al de las saunas de la actualidad.
Hoy, estos baños se encuentran dentro de las dependencias del Museo de Gibraltar, aunque en su momento fueron construidos en los terrenos del Palacio del Gobernador "Merinid", por lo que se deduce que eran de uso privado para el dirigente y su familia, aunque se sabe que en Gibraltar también los hubo de uso público. Además, originariamente el complejo que albergaba los baños era mucho más grande de lo que es hoy en día, ya que durante el Gran Asedio, entre 1779 y 1783, el lugar sufrió numerosos desperfectos.
LOS BAÑOS
Los baños sufrieron un progresivo deterioro tras la ocupación británica de Gibraltar, pues fueron utilizados con establos para los caballos del ejército, llegándose a habilitar la sala del lado oeste como almacén para los coches de caballos y posteriormente como garaje.
Los primeros trabajos de conservación de los Baños Árabes de Gibraltar tuvieron lugar en 1930. Sin embargo, los materiales utilizados para su restauración no fueron los más adecuados, pero se sabe que sin estos trabajos, posiblemente hoy no podríamos disfrutar de los baños gibraltareños.
Tanto las paredes, que fueron dañadas al utilizarse cemento impermeable, como el suelo, que fue alicatado con loza moderna, sufrieron severos daños, que en la medida de lo posible están siendo minimizados gracias a los exhaustivos trabajos de restauración que hoy en día han ordenado las autoridades de La Roca.
Todos los elementos no originales han sido eliminados de los Baños Árabes, siempre respetando al máximo la estructura inicial del edificio. Además, se ha realizado un minucioso estudio arqueológico de los mismos con el único fin de recuperar la apariencia y composición original de la construcción.
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