VLENCIA. Durante los años en que vivimos atolondradamente salieron al mercado una cantidad ingente de nuevos vinos, algunos de ellos de un precio desproporcionado para el contenido de las botellas. No tanto por ser nuevos, muy lejos de los míticos de Burdeos o de Borgoña, sino sobre todo por su calidad. La crisis, como en tantas cosas, ha puesto las cosas en su sitio y muchos de los aprendices de promotor vinícola, incluyendo nombres muy conocidos, han emprendido la retirada con la cartera bastante más vacía. Priorato, sin duda la denominación más snob, es la que más ha sufrido estas consecuencias.
Los profesionales que dominan el sector, sin embargo, han seguido avanzando mejorando al mismo tiempo la calidad y los precios. Hoy hay en el mercado no sólo algunos vinos extraordinarios sino muchos bien elaborados y a buen precio. Quizá no son caldos inolvidables porque, como antes del euro se decía, no hay duros a cuatro pesetas, pero sí más que aceptables.
El problema a la hora de recomendar unos y no otros es elegir entre ellos porque los gustos personales son infinitos. ¿Por qué estos y no aquellos dentro de una elaboración cuidada? Es una pregunta sin respuesta. Pero aún así, les indico de entre los que conozco aquellos que recomendaría por encontrarles mejor relación calidad precio. Todos están por debajo de diez euros, barrera que algunas bodegas y tiendas se empeñan en considerar el precio mínimo para ofrecer calidad. Es un error pero también es su problema.
Tengo que indicar, en todo caso, que mis gustos se orientan hacia vinos de mucha menor graduación, por lo que habitualmente tengo que decantarme por los de otros países a la espera de que los de aquí bajen de los habituales 14º. También aclaro que como los valencianos, entre los que hay también muy buenos, cuentan con excelentes gacetilleros que los publicitan -con motivo y sin motivo- y son además más conocidos, lo dejo fuera de esta selección.
Así, una opción que sigue siendo magnífica es el navarro Inurrieta Norte. La última añada catada, 2006, mantiene una calidad que pocos de los vinos de 5 euros que he probado en ese rango de precios alcanzan. La combinación de merlot y cabernet sauvignon lograda por esta bodega es una de las más conseguidas en este segmento de vinos. Por otro lado, Rioja es quizá la zona en dónde la mejora de la calidad ha sido más evidente sin elevar la graduación. El LZ 2009 (7.50€ euros) de Telmo Rodríguez en vinos jóvenes o el Sierra Cantabria crianza 2007 (8.90 euros) en vinos con madera son dos buenas opciones de la docena larga que se podrían mencionar con el Jarrarte joven a la cabeza. Como el Protos roble, tanto 2008 como 2009, (7.75 euros) en Ribera del Duero o el Prima 2008 de Toro, tan bien valorado por los expertos, aunque éste tenga ya una graduación de 14º.
Y fuera de la tradición también hay vida. Y cada vez más afortudamente. El monastrell de Juan Gil 2008 (9.60 euros) de Jumilla es una lección de cómo elaborar este variedad. Su único defecto a mi juicio es su grado alcohólico de 15º. Como es una lección en cabernet sauvignon el Hacienda Casa del Valle 2006 (8.45 euros) con 6 meses de barrica. Más conocido, pero recomendable, es el mencia Pittacum 2006 (9,95 euros), una uva con la que se están haciendo sabrosos vinos cuando hace poco era despreciada. Como el Cuatro Pasos 2009 (6.60 euros) de Martin Codax. Lo mismo se puede decir de la garnacha donde en esta línea de precios y en la añada de 2009 la Garnacha de Fuego de Bodegas Ateca (4,95 euros) es pura fruta. Eso sí, con 14,5º de graduación alcohólica.
(Nota: Los precios son de compras realizadas a través de internet)
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El blog de Joe L. Montana
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