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MADRID (EP). Banco de Castilla-La Mancha, surgido tras la integración del negocio bancario de Caja Castilla La Mancha (CCM) en el Banco Liberta, del grupo Cajastur, obtuvo un beneficio de 24 millones al cierre del ejercicio 2010, según ha informado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Este el primer ejercicio en el que el Banco de Castilla-La Mancha presenta resultados tras la segregación y trasmisión del negocio bancario de la antigua Caja Castilla La Mancha, un proceso que culminó a finales de septiembre del 2010 pero con efectos contables desde el 1 de enero. Por esta razón, la entidad comunica los resultados individuales correspondientes al ejercicio completo.

Los resultados, por tanto, no son comparables con los de 2009. Según la información remitida a la CNMV, el beneficio de ese año fue de 20 millones de euros, pero están incluidos los de Banco Liberta.

La tasa de morosidad de Banco CCM -excluidos los activos sujetos el Esquema de Protección de Activos (EPA)- se situó en el 3,16%, con una 'ratio de cobertura' de activos dudosos del 99,58%.

Durante el ejercicio 2010, la entidad ha reforzado la estrategia de saneamiento de balance, mediante amortizaciones de deuda mayorista y venta de valores, constitución de fondos para insolvencias y control de la inversión crediticia. Todo ello ha reducido las necesidades de financiación mayorista y mejorado la posición de liquidez, según explica el propio banco.

Asimismo, explica que la reducción de 1.800 millones de saldos en el mercado mayorista como consecuencia de operaciones de cédulas hipotecarias, bonos simples u obligaciones subordinadas ha conseguido desapalancar el banco de posiciones inestables en el mercado mayorista que han sido sustituidas por otras fuentes y esquemas de financiación estable.

Algunas de estas operaciones de desapalancamiento (caso de la recompra de obligaciones subordinadas especiales) se han realizado en condiciones ventajosas para el banco, que realizó un desembolso con un descuento del 40%.

En relación a la captación minorista, crecieron los recursos de particulares, especialmente los plazos, con lo que el ejercicio 2010 terminó con un incremento de saldos en este epígrafe de 198 millones de euros.

El crédito a la clientela alcanzó los 18.023 millones de euros y la cifra de recursos de clientes gestionados, incluidos fondos de inversión y de pensiones se situaron en 18.590 millones de euros. De este modo, Banco de Castilla-La Mancha cerró 2010 con un volumen de negocio de 36.613 millones de euros.

REDUCCIÓN DE COSTES

El margen de intereses superó los 317 millones de euros, mientras que el margen bruto alcanzó los 535 millones de euros. La reducción de costes y la mejora de la eficiencia contribuyeron a que el resultado de la actividad de explotación se situase en 33 millones de euros. El volumen de fondos propios superó 876 millones de euros, con un coeficiente de solvencia individual del 10,95%.

La entidad se ha marcado como objetivos la mejora de la ratio de eficiencia, que incluyen la racionalización de la estructura organizativa, las medidas de ahorro de costes y las mejoras en los procesos de compras y gastos, así como el reforzamiento de la política de riesgos, la política comercial del negocio básico y nuevas medidas de mejora de la productividad.