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VALENCIA (VP). El director general de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, José Antonio Olavarrieta, denuncia la "campaña de desprestigio" o "raid contra las cajas" que sufre su sector por parte de los medios de comunicación. Insiste en que se culpa a su sector de "retardar los créditos a las pymes" o de "estar inmerso en el proceso de concentración por sus pérdidas". "Salvo la muerte del presidente Kennedy, casi todo lo demás está en el ámbito de culpabilidad de las cajas de ahorros".

Preguntado por este diario digital acerca los motivos o intenciones de dicha campaña, ha matizado: "no es una confabulación, los medios recogen lo que dicen otras personas, entidades y organismos y lo plasma".

Durante su charla 'Reestructuración del sector financiero en España y los procesos de integración' en el marco de Forinvest, ha asegurado también que el error de los medios es extrapolar los problemas inmobiliarios que ha sufrido la banca de otros países al caso español, "que es un sistema bien distinto". Acusa directamente a la prensa anglosajona que, según apunta, "no está muy contenta con que entremos en terrenos económicos donde antes no estábamos".

CAPACIDAD DE RECAPITALIZACIÓN

Asimismo señala que "España es el único país donde no ha habido ayudas públicas masivas al sector financiero". Con esto, parece olvidarse del Fondo de Reestructuración Ordenaria Bancaria creado para reforzar la solvencia de las entidades y facilitar las fusiones, y dotado de un capital inicial de 9.000 millones de euros.

Cuanto al real decreto que, previsiblemente, aprobará este viernes el Consejo de Ministros y elevará las exigencias de capital a las entidades financieras, confiesa: "claro que van a necesitar capital". Y añade que si el core capital exigido a las cajas de ahorros se mantiene al 8%, "todas las cajas pueden asumirlo". Si por el contrario, se eleva el mínimo al 10%, "la mitad de entidades no tendrían problemas". Ello implicaría que el 50% de cajas no podrían alcanzar el capital principal obligatorio.

En este sentido, afirma que las cajas de ahorro tenían, a 31 de diciembre de 2010, un total de 40.200 millones de euros en provisiones para hacer frente a activos dudosos, que sumaban un total de 55.800 millones de euros, cuando en el peor escenario posible, teniendo en cuenta la severidad de crisis anteriores, las exigencias se situaban en torno a los 8.400 millones de euros de provisiones.

Más allá de estas cifras, cabe recordar que entre las entidades que actualmente no alcanzan los mínimos se encuentra la mayor caja de ahorros de España, el SIP liderado por Caja Madrid y Bancaja. También se quedan por debajo del listón las cuatro fusiones de cajas regionales (CatalunyaCaixa, Unnim, NovaCaixaGalicia y Caja Duero-Caja España).

Al posible problema de conseguir la recapitalización exigida por el próximo real decreto y responder a los futuros requerimientos de los acuerdos de Basilea, el director general de la CECA añade el de la consolidación de la reestructuración. Indica que el mapa de las cajas españolas ha pasado de 45 entidades a 17 grupos en un año, lo que significa una reducción del 62 por ciento de sus miembros, cuando la reestructuración anterior, en torno a 1990, supuso el paso de 87 a 50 entidades en cuatro años. Olavarrieta admite también la complejidad de ajustar todos los órganos de gobierno. Pese a todo, asegura que si el modelo de cajas de ahorros ha durado 200 años, tiene capacidad para perdurar 200 más.

El dirigente ha defendido reiteradamente que las diferencias entre bancos y cajas en su exposición a créditos inmobiliarios "no es tan grande como se dice" y que el porcentaje de cobertura de los depósitos en las cajas es del 87,8 por ciento, frente al 76,7 por ciento de las entidades bancarias.