Así, sólo se podrán aplicar la deducción completa, el 15% de lo aportado hasta un límite de 9.040 euros, los que compren una vivienda el próximo año y tengan una base imponible de 17.707 euros. Para rentas superiores a esa cantidad y hasta los 24.000 euros, la deducción se va reduciendo progresivamente.
La limitación de la deducción tiene carácter general, aunque algunas autonomías han decidido mantenerla en su territorio, como Madrid, Navarra y País Vasco, y el cambio no afecta a los contribuyentes que en la actualidad se están aplicando la deducción por vivienda, independientemente de su nivel de renta.
Por otro lado, las rentas superiores a 120.000 euros tributarán al 44% a partir de mañana, un punto más que hasta ahora, mientras que las que superen los 175.000 euros tributarán al 45% (dos puntos más), tras la entrada en vigor de los cambios fiscales introducidos por el Gobierno en la Ley de Presupuestos Generales del Estado 2011.
Con la creación de dos nuevos tramos en renta, el Ejecutivo ha querido repartir los esfuerzos para superar el ajuste económico, con una subida fiscal a las rentas más altas del país, que afectará a unos 100.000 contribuyentes y aportará entre 170 y 200 millones a las arcas del Estado. De hecho, con esta medida el Gobierno pretende compensar la congelación de las pensiones y la bajada de sueldos a los funcionarios.
Tras esta modificación, el IRPF contará seis tramos distintos: del 24% para las rentas de entre 5.050 y 17.360 euros; del 28% para los ingresos de entre 17.360 y 32.360 euros; del 37% entre 32.360 y 52.360 euros; del 43% para los ingresos a partir de este importe y hasta 120.000 euros; del 44% para ingresos superiores a 120.000 euros y del 45% para las rentas que superen los 175.000 euros.
Dentro del IRPF, el Ejecutivo también ha modificado la tributación de las retribuciones plurianuales al fijar en 300.000 euros el límite de los rendimientos a los que se puede aplicar la reducción del 40%.
También entrará en vigor el 1 de enero la rebaja del Impuesto sobre Sociedades para las empresas de reducida dimensión (concepto que pasa de 8 a 10 millones de euros de facturación), que disfrutarán del tipo reducido del 25% hasta los 300.000 euros de beneficio, frente a los 120.000 euros actuales.
El nuevo límite del Impuesto de Sociedades también será de aplicación para las denominadas microempresas, que por tener una cuantía neta de cifra de negocios inferior a cinco millones de euros y una plantilla media inferior a 25 empleados, pueden acogerse a un tipo de gravamen del 20%.
Además, el beneficio fiscal perdurará durante los tres ejercicios inmediatos siguientes a aquel en que se supere el nuevo umbral de 10 millones de euros, incluso en el supuesto de que dicho límite se sobrepase a resultas de una reestructuración empresarial, con la única restricción de que todas las entidades intervinientes en la misma estén dentro de dicho umbral.
LA REBAJA DE SOCIEDADES, 230 MILLONES
El coste de esta rebaja fiscal rondará los 230 millones de euros, cantidad asumible, según el Gobierno, para las arcas del Estado, pero importante para las empresas que se beneficiarán de la misma.
De la misma forma, el Gobierno ha eliminado el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) y Actos Jurídicos Documentados (AJD) para todas las operaciones societarias dirigidas a la creación, capitalización y mantenimiento de las empresas, y se generaliza la libertad de amortización hasta el año 2015.
Además, se incrementa del 50% al 60% la reducción del rendimiento neto por arrendamiento de vivienda, y se reduce de 35 a 30 años la edad del arrendatario a efectos de aplicar la reducción del 100%.
CAMBIOS DE 2010
Pero estos no son los únicos cambios fiscales que ha llevado a cabo el Gobierno a lo largo del año 2010. De hecho, el pasado mes de julio entró en vigor la anunciada subida de IVA, por la que el tipo general pasó del 16% al 18% y el tipo reducido del 7% al 8%.
La última subida de impuestos fue anunciada el pasado 3 de diciembre, cuando el Consejo de Ministros aprobó un incremento de los tributos especiales del tabaco para ingresar 780 millones de euros adicionales.
El nuevo cambio suponía un alza del 28% en el impuesto mínimo, que pasó de 91,3 euros a 116,9 euros por cada mil cigarrillos y un aumento del tipo impositivo específico hasta 12,7 euros por mil cigarrillos desde 10,2 euros. Tras este último cambio fiscal, el precio medio de las cajetillas de tabaco más consumidas quedó en el entorno de los 3,60 euros.
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