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MADRID (VP/EP). El ex presidente del Gobierno Felipe González ha hecho pública una de sus grandes aficiones con un evento por todo lo alto. González se ha pasado al diseño de joyas con una exposición en la que ha contado con el apoyo de Mar García Baquero y sus hijas Lucía y Micaela, así como con una multitud de rostros conocidos que también le apoyaron en su nueva andadura como diseñador de joyas.

Tras Laura Ponte, ahora ha sido el exmandatario quien ha desvelado una de sus grandes -y hasta el momento también ocultas- pasiones. Felipe González, rodeado por su pareja y las hijas de ésta, presentó una amplia colección de joyas en ámbar perfectas para regalar en estas fiestas Navideñas.

Elena Benarroch, Mar Flores o Miguel Bosé acompañado de una misteriosa joven fueron algunos de los rostros conocidos y amigos de Felipe que no quisieron faltar el día que el ex presidente se estrenaba públicamente como diseñador de joyas.

Boris Izaguirre, muy amigo también de Felipe, destacó la habilidad hasta el momento oculta González y confesó que le encantó ver las joyas "expuestas y tan cerca del público y más en compañía de su autor".

La diseñadora Elena Benarroch, gran amiga de Felipe, que además actuó como embajadora de la línea de joyas, quiso destacar "la calidad, la transparencia y el color" de la cada una de las piezas diseñadas por Felipe y añadió que "cada pieza es un mundo, es una maravilla".

"Esto es un hobby", explicó Elena a la prensa ante la negativa de Felipe de atender a los medios. "Siempre es muy difícil venderse uno mismo y él es un hombre estadista y político".

"Es una cosa tan bella que da pena que no lo enseñe. Él se divierte. pero él lo ve desde fuera. ve que son pequeñas esculturas", añade la amiga de del ex presidente sobre la colección de joyas. "El ámbar es una resina que no pesa y lo que tiene de maravilloso es que cada una es diferente".

Miguel Bosé, otro de los grandes amigos de Felipe, apareció acompañado por una misteriosa mujer morena, que desde hace semanas le acompaña a numerosos actos públicos. El artista afirmó que las piedras le parecían "fantásticas" y "extraordinarias", ya que "son materiales que se ven muy poco".

Muy cómodo y a gusto en el evento, Miguel no perdió la oportunidad de charlar con algunos amigos y compañeros e incluso de acostarse sobre un sofá en el estudio en el que Felipe González presentó su primera -y probablemente no última- colección de joyas.