VALENCIA (VP). AC Desarrollo (ACD) es la sociedad gestora de entidades de capital riesgo del Grupo Ahorro Corporación, fundada en 1999 para establecer el negocio de capital riesgo. El responsable de ACD en la Comunitat Valenciana es José Manuel de Bartolomé, que entró en la casa en 2006. Previamente fue director de Banca Corporativa y de la Unidad de Empresas del Banco de Valencia (1997-2005).
-Hace unas semanas ACD amplió al 85% su participación en Geroresidencias, ¿en qué otras empresas anda trabajando la oficina que usted dirige? ¿Y alguna que esté a punto de fructificar? ¿Nos puede adelantar algo?
-En estos momentos estamos en proceso de 'due diligence' en una compañía del sector de infraestructuras, y en proceso de negociación de oferta preliminar con otra compañía industrial.
-¿Cuáles son los sectores que más gustan en ACD para tomar posiciones?
-No tenemos una preferencia sectorial, nos gusta hablar de compañías. Siempre decimos que existen empresas en sectores castigados que han sabido adaptarse y aprovechar la coyuntura tomando posiciones frente a sus competidores, y otras posicionadas en sectores emergentes que no han sabido aprovechar esta oportunidad. Ahí está el ejemplo del sector de las energías renovables.
-ACD Valencia acaba de cumplir sus primeros cuatro años de vida, además con usted al frente, ¿qué valoración nos hace de ello?
-Positiva. A lo largo de este periodo hemos invertido en 3 compañías habiendo incrementado nuestra participación en Geroresidencias hasta alcanzar el 85% y de cara a seguir potenciando el crecimiento obtenido hasta la fecha. Por otro lado, otro de los objetivos que nos marcamos fue posicionar al Grupo Ahorro Corporación en la Comunitat Valenciana como un operador de servicios globales de banca de inversión y teniendo presencia activa con las principales empresas.
-¿Qué papel juega la industria del capital riesgo en Valencia en comparación al resto de España?
-En 2006 varias gestoras levantaron diferentes fondos de 'private equity' con posicionamiento en la Comunitat Valenciana. Las razones para esta eclosión fueron fundamentalmente tres: por un lado, un crecimiento del PIB de la comunidad por encima de la media nacional, lo cual generaba unas altas expectativas de negocio para los gestores; por otro, un tejido empresarial muy atomizado pero con bases sólidas de posición de mercado, capacidad de crecimiento y con posibilidades de consolidación, así como una capacidad exportadora relevante; y, por último, las expectativas de eventos con relevancia internacional, así como la mejora de comunicaciones e infraestructuras (AVE, Puerto…), hacían de la plaza un mercado muy atractivo. Sin embargo, cuatro años después, el sector del 'private equity' en la Comunitat Valenciana mantiene ratios similares de inversión a los que ya tenía hace 4 años.
-¿Qué requiere entonces la industria del 'private equity' en la Comunitat?
-A mi juicio requiere un proceso de maduración de mayor duración en el que se conozca con mayor profundidad las ventajas que aporta la presencia de un capital riesgo en términos de creación de valor para todos los 'stakeholders'. Para ello será preciso que algunos de los fondos desinviertan en algunas de las compañías participadas y tanto accionistas como directivos de las mismas trasladen sus experiencias al tejido empresarial.
-Los fondos tienen liquidez para continuar invirtiendo. Sin embargo, la incertidumbre económica ha ralentizado sustancialmente el ritmo de inversiones. Por otro lado, el nivel de captación de fondos en España está siendo uno de los más bajos desde 2002. Adicionalmente, el 'gap' de precio entre compradores y vendedores todavía se mantiene para 2010, pero esperamos que se vaya reduciendo gradualmente. Los vendedores irán tomando conciencia de que es mejor aprovechar el momento actual , aunque no sea a un precio máximo, que no esperar a que remonten las valoraciones de manera significativa. Adicionalmente, las restricciones bancarias para compras apalancadas, menores ratios de endeudamiento y precios más altos han provocado que a empresas e inversores no les compense pagar una prima o sobreprecio al efectuar una adquisición.
-¿Podemos decir que muchos fondos han optado por consolidar sus sectores?
-Así es. La mayoría de los 'private equity' se han concentrado en estos dos últimos años en apoyar a las participadas para adaptarse a las nuevas circunstancias de su entorno. Las premisas para las participadas han sido asegurar la financiación de circulante y tratar de preservar la caja operativa. Muchos fondos en vez de hacer nuevas inversiones han apostado por las empresas en cartera y por consolidar sus sectores.
-¿Qué aporta el capital riesgo a la actual coyuntura de crisis?
-En el contexto actual, el 'private equity' adquiere mayor importancia por dos razones: por un lado, se trata de una fuente de financiación alternativa y complementaria a la tradicional bancaria; y, por otro, ayuda al empresario a mejorar su compañía desde dentro. Es decir, aporta a las empresas no cotizadas el capital y la ayuda en la gestión necesarios para arrancar, desarrollarse o reorientarse.
-¿Haciendo de estímulo para la economía?
-Si. De hecho, el cuarto informe sobre el impacto económico y social del capital riesgo en España, que elabora la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (ASCRI), respaldan los estudios anteriores realizados tanto en España como en otros países de la Unión Europea, que advierten que las compañías respaldadas por el capital riesgo estimulan fuertemente la economía al crecer más rápidamente, generar más empleo, invertir con más fuerza e internacionalizarse más que las compañías no financiadas por este sector. El capital riesgo no es la 'fórmula mágica' para salir de la cris económica, pero los expertos sí coinciden en señalar que debe formar parte de las medidas a adoptar en momentos de recesión para fortalecer a las empresas, mejorar su competitividad y ayudar a la generación acelerada de empleo.
-Por cierto, ¿queda mucho para salir de la crisis?
-Existe coincidencia en señalar que la situación actual es de haber tocado fondo. Sin embargo, desde nuestro punto de vista para acelerar los crecimientos esperados se requieren reformas estructurales; y, entre ellas, la reforma del mercado laboral. La economía española tiene la tasa de paro más elevada de las grandes economías europeas y este dato hay que afrontarlo como un mal endémico al que hay que hacer frente. Adicionalmente, el modelo económico no puede cambiarse de la noche a la mañana. Sin embargo, apostar por una mejora del sistema educativo a largo plazo es uno de los pilares en los que nos tenemos que fundamentar, así como para invertir en tecnología e I+D+i.
-Usted ha trabajado más de 15 años en la banca, ¿cuál es su visión sobre el sector?
-El sistema financiero español no ha tenido los problemas que se han manifestado en otros países industrializados. Las razones vienen determinadas básicamente por un sistema regulatorio más estricto y porque los crecimientos se han producido básicamente con productos tradicionales y basados en una red primaria (sucursales) de distribución a nivel nacional. Sin embargo, no hay que obviar que con crecimientos negativos del PIB -o por debajo del 2%-, unas tasas de desempleo tan elevadas tienen como consecuencia directa un alza en la morosidad y una ralentización en el crecimiento. De hecho la mayoría de las entidades presentan disminuciones interanuales en la actividad crediticia. En la actualidad, la gestión de riesgos prima las decisiones de las entidades y, por otro lado, la necesidad de captar depósitos para compensar las restricciones de liquidez internacional está desencadenando la conocida como 'guerra del pasivo'.
-¿Por qué son tan pocos grupos financieros los que han solicitado ayuda al FROB?
-El FROB tiene por objeto apoyar procesos sólidos de integración de entidades de crédito, por lo que si no hay proyectos de fusión no hay ayudas. En estos momentos se han presentado y aprobado tres procesos de integración de las entidades: las cajas de Manlleu, Sabadell y Terrassa, que han recibido un un importe de apoyo de 380 millones de euros; las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa (1.250 millones de euros); y Caja Duero y Caja España (525 millones de euros).
-¿Qué sigue echando en falta en Valencia para que sea considerada una plaza financiera de primer orden?
-Valencia ha tenido un desarrollo financiero en los últimos 4 años muy relevante donde diferentes operadores del sector financiero han decidido tener presencia física en la Comunitat. Asimismo, diferentes asociaciones tanto empresariales como de directivos están siendo muy activos con la ayuda de sus patrocinadores en la convocatoria de actos de formación y de discusión con ponentes de relevancia tanto nacional como internacional. La actividad de estos operadores tiene una importancia tanto cuantitativa como cualitativa para seguir potenciando a Valencia como la tercera plaza financiera de relevancia nacional.
-Entonces, ¿cómo habría que potenciarla?
-Otro factor relevante para incrementar la relevancia de Valencia como plaza financiera es la presencia de firmas cotizadas, que a día de hoy estan alejadas en comparación con otras comunidades. En nuestra opinión, dada la estructura empresarial de la Comunitat Valenciana, el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) es una oportunidad para incrementar el número de empresas cotizadas, ya que se dirige a compañías en expansión, de un tamaño y perfil que se adapta perfectamente a las de la región.
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