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MADRID (EP). Entre los privilegios de ser una estrella del pop internacional se encuentran no sólo todo tipo de caprichos, sino también la posibilidad de abandonar un avión varado en pleno temporal de nieve mientras el resto de pasajeros debe esperar un par de horas más. Eso es lo que le ocurrió este fin de semana a Madonna, que consiguió acabar con la paciencia de los pasajeros de su vuelo, que permanecieron en el avión mientras ella y su equipo eran recogidos por un autobús.

Como buena 'celebrity', Madonna se ha convertido en la protagonista de este fin de semana gracias a un incidente ocurrido en un avión que volaba desde Nueva York a Londres. La cantante, por el simple hecho de ser famosa, hizo uso de su condición de súper estrella, acabando con la paciencia de todos los demás pasajeros del vuelo.

El incidente ocurrió este mismo fin de semana, cuando la reina del pop se dirigía en avión desde Nueva York a Londres en un vuelo que tuvo que ser desviado hasta el aeropuerto de Stansted por culpa del temporal de nieve que desde hace días azota Gran Bretaña.

Hasta tres horas tuvieron que esperar los pasajeros del vuelo dentro del avión antes de poder salir... todos menos Madonna. La cantante movió sus hilos e hizo todo uso de todos sus contactos para salir dos horas antes del avión que el resto, acabando con la paciencia de todos los demás pasajeros.

Y el problema no quedó ahí. Madonna no fue la única en desembarcar dos horas antes que los demás del avión. Su equipo al completo, formado por hasta 15 personas, se bajó del avión, indignando aún más a los demás pasajeros.

"Después de una hora (encerrados en el avión), un bus vino a recogerla al avión a ella y a su equipo de unas 15 personas", explica una fuente al periódico Daily Mail. "Parecía un poco injusto. No es que ella sea el presidente, y consiguió salir aún antes que la gente de primera clase. Todos nos quejamos del trato prioritario que recibió".