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BERLÍN (Diego García/EP). Para los románticos, el mercado navideño de Heidelberg es sin duda el ideal en Alemania. Está distribuido en cinco zonas repartidas por toda la ciudad: Bismarckplatz, Anatomiegarten, Universitätsplatz, Kornmarkt y en Marktplatz. En un escenario impresionante, con el castillo como decorado siempre presente, el visitante puede encontrar regalos y atracciones para todos los gustos.
Hay que probar el tradicional vino caliente Glühwein y descubrir la gama de aromas que emanan de los puestos de comidas, bebidas y dulces. Cada día, desde las 11 de la mañana a las 9 de noche, hay abiertos más de 140 puestos con una seductora oferta de artesanía artística y delicadezas culinarias.
En la Plaza del Mercado donde se desarrolla el mercado de Navidad se encuentra la pirámide navideña, la misma que tiene a las más significativas figuras de la historia de Heidelberg. Coronada con un ángel de Navidad, estas figuras cuentan la destacada importancia de Heidelberg a través de los siglos.
Este año por primera vez el Castillo también participa directamente en las celebraciones navideñas con varios conciertos y el espectáculo La Navidad de Castillo de Heidelberg que se celebra en sus jardines.
La visita de la ciudad
Además de disfrutar del espíritu navideño de Heildelberg, merece la pena recorrer con tranquilidad esta ciudad, una de las más bellas de Alemania, con su casco antiguo repleto de callejuelas llenas de encanto y su famoso castillo.
Desde la destrucción a manos de los franceses, el más noble ejemplo de la arquitectura renacentista es esta fortaleza en ruinas, para muchos la más grandiosa de Alemania. La antigua residencia de los príncipes electores del Palatinado se encuentra por encima de la ciudad, donde numerosos poetas y pensadores del Romanticismo encontraron su inspiración.
Desde allí se abre una vista maravillosa del laberinto de techos del casco antiguo de la ciudad, del río Neckar y del conocido camino de los filósofos al otro lado del río. Especialmente interesantes son el Museo Farmacéutico Alemán con productos farmacéuticos de los siglos pasados y el 'Gran Tonel', símbolo del espíritu vinícola de los príncipes electores.
El Castillo de Heidelberg
En el mismo lughar donde se levantó un castillo medieval, sobre las calles y una pintoresca maraña de tejados del casco antiguo, se yerguen hoy majestuosas las ruinas del castillo de Heidelberg.
Aquí se encuentran testimonios arquitectónicos del gótico y del renacimiento. Es ineludible un paseo por los jardines del castillo y no se puede dejar de ver el Gran Tonel (el tonel más grande del mundo) y el singular Museo Farmacéutico.
El casco antiguo de la ciudad y el puente viejo
El casco antiguo y sus numerosas callejuelas seducen con un romántico encanto. La calle principal Hauptstrasse está considerada como una de las más hermosas zonas peatonales y comerciales de Europa. En la ciudad universitaria, el escenario juvenil está presente en bares y snack-bares por doquier.
Una parte de las murallas de la ciudad se ha conservado como puerta 'Brückentor' medieval. Los predecesores del puente viejo estaban hechos de madera, pero como fueron destruidos por el efecto de las inundaciones, las heladas o por el fuego, el príncipe elector Carlos Teodoro hizo construir el actual puente de piedra (1786-1788).
La universidad
El 24 de junio de 1712 se puso la primera piedra del edificio de la universidad más antigua de Alemania, hoy llamado Alte Universität. Un punto de atracción es la fuente de los leones Löwenbrunnen en la plaza Vorplatz. En la cárcel estudiantil, detrás de la universidad los estudiantes de los años 1778 a 1914, tenían que pagar por sus delitos de caballeros.
Museo Farmacéutico Alemán
Se encuentra desde 1957 en el castillo. Muestra la historia y el desarrollo de la ciencia farmacéutica desde la Antigüedad hasta el siglo XX y posee una singular colección, oficinas de farmacias poco comunes y un laboratorio de alquimista.
El visitante tiene acceso a los maravillosos métodos curativos de las generaciones pasadas. Vale la pena ver además de la cerámica Fayence italiana, holandesa y alemana, sobre todo los vasos farmacéuticos de procedencia alemana.
Museo del Electorado del Palatinado
El Palacio Morass, construido en 1712 por J.A. Breunig, es uno de los domicilios barrocos más suntuosos de Heidelberg. Su interior alberga la amplia colección del Museo del Electorado del Palatinado con secciones de pintura, gráficos y esculturas (siglos XV al XX), artesanía, arqueología, historia urbana y del Electorado del Palatinado y ofrece una única imagen del antiguo Electorado del Palatinado y su capital Heidelberg.
La sección de arqueología abarca hallazgos desde la Edad de Hielo hasta comienzos de la Edad Moderna. La época romana es parte central de la exposición del museo. La colección de pinturas y esculturas abarca obras de arte desde fines del siglo XV hasta el siglo XX, en su mayoría de artistas de la región. Una de las obras más importantes de la Edad Media Tardía es el Altar de los Apóstoles de Tilman Riemenschneider del año 1509.
Jardín botánico de la universidad de Heidelberg
El jardín botánico, creado en 1593 como jardín de hierbas medicinales, es uno de los más antiguos de Alemania. Brezos, jardines con plantas alpinas, quebradas con helechos, dunas interiores, viñedos silvestres llenos de hierbas y un "sistema de clasificación", ofrecen al visitante una interesante gama de plantas.
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